Elementos para una (re)interpretación de las convenciones internacionales de drogas. Francisco E Thoumi

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Elementos para una (re)interpretación de las convenciones internacionales de drogas - Francisco E Thoumi страница 11

Автор:
Жанр:
Серия:
Издательство:
Elementos para una (re)interpretación de las convenciones internacionales de drogas - Francisco E Thoumi Economía

Скачать книгу

de las drogas psicoactivas no eliminan las causas profundas de los problemas de salud, pero son paliativas y desempeñan un papel que permite controlar la angustia y la ansiedad, así como facilitar otros tratamientos médicos y hacer más tolerable el final de la vida (De Rementería, 1995)5. Históricamente, las enfermedades se habían asociado a factores religiosos y mágicos. Con frecuencia, se consideraban castigos y pruebas divinas, efectos de maldiciones y hechizos de brujería o acciones de malos espíritus. Hoy muchos también creen que la eficacia de los medicamentos depende de la interacción entre la mente y el cuerpo6.

      Adicionalmente, las drogas psicoactivas se utilizan estratégicamente en el crimen y las guerras. Algunas hacen que la gente pierda la voluntad y siga órdenes, algunos ladrones las usan para robar sin recurrir a la violencia7 y agencias de seguridad de los gobiernos, para obtener información de enemigos. También se utilizan para motivar a los combatientes y aumentar su agresividad en la batalla8.

      Por otra parte, muchas drogas psicoactivas tienen un efecto estimulante y se han empleado de diversas maneras. La masticación de coca permite al usuario estar más alerta, trabajar más horas y también amaina el hambre. En los países andinos, por ejemplo, ha sustituido el consumo de alimentos durante las hambrunas (Gagliano, 1994). Cafeína, nicotina, anfetaminas y cocaína también se utilizan como estimulantes9.

      Las drogas psicoactivas se han usado también con características propias del dinero y con fines de cambio. En algunas haciendas bolivianas, colombianas y peruanas, hasta mediados del siglo XX, parte del salario de los campesinos se pagó con hojas de coca. En Afganistán, los préstamos a los campesinos que cultivan adormidera regularmente deben pagarse solo con opio. Muchas drogas psicoactivas son valiosas en relación con su peso y volumen, hecho que las convierte en buenas reservas de valor, al menos durante algunos años, antes de que empiecen a deteriorarse. Estos fármacos tienen características análogas a los productos básicos y su demanda constante basada en la adicción, los convierte en activos líquidos.

      Otras drogas psicoactivas relajan o desinhiben y funcionan para facilitar las interacciones sociales. Este es uno de los usos del alcohol, el opio, la coca, khat, la cafeína y la nicotina. También se utilizan en ceremonias y eventos importantes como nacimientos, funerales, bodas, para cerrar contratos y demostrar amistad.

      Durante siglos, las semillas de cáñamo (marihuana con poco THC) fueron una fuente de alimento en China, el Sudeste y Centro de Asia y los Balcanes (Buxton, 2010). La coca se ha usado como alimento y las bebidas fermentadas han sido buenas fuentes de azúcar, carbohidratos y algunas vitaminas. En muchas regiones, las bebidas alcohólicas se han considerado más seguras para beber que el agua, por ejemplo, durante varios siglos, la sidra de manzana fue el principal líquido ingerido en distintas regiones rurales de los Estados Unidos. En algunas comunidades nativas y campesinas de América Latina, las bebidas fermentadas de maíz, piña y caña de azúcar han sustituido la ingesta de agua.

      En la misma vía, algunos medicamentos han cumplido la función de generar cohesión de grupo y como símbolos de estatus. En muchas sociedades, ciertos usos de drogas se han asociado a grupos bohemios, artísticos e intelectuales. En países como Estados Unidos, en la década de 1960, el uso era un símbolo de protesta social y una manera de identificarse con una contracultura.

      La búsqueda de los humanos por tener diferentes experiencias de estados de ánimo no se ha limitado al consumo de drogas psicoactivas. Han logrado resultados similares utilizando otros métodos como el yoga, la hiperventilación y la meditación que hacen que el cuerpo genere dopamina y sustancias con efectos similares.

      Esa misma búsqueda no se ha limitado a los seres humanos. El uso de drogas psicoactivas en el mundo animal fue documentado por Siegel (2005, pp. 106-123) quien brinda ejemplos significativos de diversos animales que usan drogas e incluso las “producen” como en el caso de los elefantes que recogen frutas y no las consumen hasta que se fermenten.

      Muchas plantas de las que se derivan drogas psicoactivas también tienen usos industriales. Hasta el desarrollo de las fibras sintéticas, el cáñamo era la fuente principal de fibra utilizada en muchas actividades de ese tipo. El cáñamo, la coca y la adormidera son insumos para la producción de papel, tela, sogas y otros productos. Después de extraer la cocaína de las hojas, estas se utilizan como agente saporífero para la Coca-Cola.

      La lista de usos de drogas psicoactivas puede ampliarse, pero los que se describen son suficientes para ilustrar los desafíos que enfrenta cualquier política exitosa de control de drogas psicoactivas y muestran que los seres humanos siempre han tenido una propensión a la ingesta de estas sustancias. Los avances científicos y tecnológicos que comenzaron en el siglo XIX iniciaron un proceso de expansión exponencial del menú de posibles experiencias inducidas por drogas que persiste hasta hoy. Esto, por supuesto, también ha ocurrido con todos los bienes y servicios que pueden ser utilizados por los seres humanos, no solo con las drogas psicoactivas. Las innovaciones que hoy se consideran simples y de baja tecnología, como la invención de la jeringa hipodérmica en 1853, fueron revolucionarias y ampliaron enormemente los usos médicos de muchos fármacos y además proporcionaron experiencias extraordinariamente nuevas de usos no médicos facilitando la inyección de las drogas directamente al torrente sanguíneo y permitiéndoles generar un efecto más rápido y fuerte.

      A pesar de la gran diversidad de los usos de drogas psicoactivas en muchos entornos sociales, siempre ha habido restricciones que responden a la forma como cada sociedad maneja la tensión entre la atracción que sienten individuos por el consumo y los riesgos personales y sociales, percibidos o reales de su consumo; así como normas gubernamentales para hacerles frente. Estos controles al comportamiento, legales y sociales, han variado significativamente a lo largo del tiempo y el espacio10.

      Las leyes y normas que regulan la producción, el comercio y la ingesta de drogas psicoactivas han sido generadas por muchas organizaciones sociales: gobiernos, familias, religiones, escuelas, grupos de pares, clubes sociales, asociaciones profesionales, grupos de vecinos, etc. Hasta el siglo XVIII, las drogas psicoactivas eran generalmente legales y su uso estaba regulado principalmente por las normas sociales y legales que reflejaban los valores consuetudinarios de cada sociedad11.

      Los mercados de drogas eran principalmente locales, la comercialización y el consumo se limitaba principalmente a áreas cercanas al lugar donde se producían. La expansión geográfica de las drogas psicoactivas basadas en plantas tuvo lugar a través del transporte de semillas desde otras regiones. Las drogas “domesticadas” variaban entre las sociedades principalmente porque los altos costos del transporte limitaban la disponibilidad a las originarias de zonas cercanas para los consumidores. Muchas drogas basadas en plantas se utilizaron durante un tiempo considerable sin generar graves problemas de adicción en sociedades que aprendieron a manejar su uso. El alcohol se ha consumido globalmente y sus restricciones de uso también han variado. En efecto, la prohibición de los usos no medicinales del alcohol ha sido muy exitosa en países islámicos conservadores, aunque la globalización ha debilitado algunos controles sociales.

      El consumo de drogas fue un problema importante para los gobiernos cuando había conflictos entre las leyes gubernamentales y las actividades sociales o los grupos de interés. Por ejemplo, Buxton encontró que antes del siglo XIX:

      […] emperadores chinos habían tratado de restringir el uso del opio, que era visto como ofensivo para la moral confuciana. Sin embargo, los decretos de prohibición emitidos por los emperadores Yong Cheng en 1729 y Kia King en 1799 se encontraron con la resistencia de los traficantes británicos. (2010, p. 67).

      En América Latina, los conquistadores españoles se opusieron a la masticación tradicional de coca en la región andina y promovieron su eliminación durante el siglo XVI12: “Los primeros misioneros católicos percibieron el valor ceremonial de la coca, lo ligaron a las prácticas religiosas de los indígenas y lo consideraron

Скачать книгу