La Venganza. Mayu Garcia

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      Gracias

      Quiero darle las gracias a todas las personas que me acompañaron en este proyecto, sobre todo s mis padres y mi hermano. También a mi maestra Marisa Zurita por ayudarme para que siguiera escribiendo y pudiera terminar mi novela, de verdad gracias miss, sin usted nunca lo hubiera logrado.

      La Venganza

      LA VENGANZA

      MARIANA GARCIA MONTEMAYOR

      Capitulo 1

      ¿Alguna vez pensaste que podrías traicionar a tu propia sangre por amor? Todo comenzó cuando tenía diez años, mi padre me dijo que lo acompañara al supermercado, y yo no dude en ir ni un minuto porque cada ida al súper era un rico dulce para mí. Estábamos caminando por las calles de Londres hacía frío y estaba lloviznando, esa ligera lluvia hacía que en mis pestañas se formaran pequeñas gotas de agua que al pestañear caían por mi cara resbalando hasta mi barbilla, tomando la mano de mi padre cruzamos la calle hasta llegar a la otra acera, era mi héroe, solo lo tenía a él pues mi madre nos había abandonado cuando solo tenía tres años y desde entonces mi padre le había hecho de madre también, lo abrace de la cadera y el paso su brazo por mis hombros todo iba bien solo faltaban unas cuadras para que llegáramos. De la nada una camioneta negra se estaciono delante de nosotros mi padre se frenó en seco, apretándome fuertemente en mí hombro donde se encontraba su mano y cuando de la camioneta se bajaron unos tipos con armas mi padre me cargo en brazos y empezó a correr, no sabía lo que pasaba pero esos hombres nos estaban siguiendo, mi padre corría a toda velocidad pasamos por el cruce y logramos llegar a la otra parte de la calle antes de que los coches avanzaran, mi padre siguió corriendo hasta llegar a nuestra casa se metió por el recibidor, me bajo de sus brazos y me tomo de la mano, fuimos a la cocina me soltó de la mano y con una señal me dijo que esperara ahí, abrió un gabinete tiro de algo y se abrió un compartimiento que no sabía que existía, en ese compartimiento había varios cuchillos que estaba seguro que no eran de los que pones en la mesa y un arma, mi padre tomo el arma y se la puso atrás en la espalda y dos cuchillos, volvió a tirar de esa cosa y el comportamiento se cerró como si nunca hubiera estado ahí. Estaba asustado y no sabía qué hacer, mi padre me volteo a ver y como si me hubiera leído la mente se acercó y me cargo para darme un abrazo yo solo lo abrace más fuerte, luego me pego frente con frente y me dijo en voz baja y tranquila “Tranquilo, todo estará bien no dejare que nada te pase jamás, ¿de acuerdo?” yo solo asentí pues no podía hablar “¿Me harías un favor?” volví a asentir “Prométeme que no lloraras y que serás un niño fuerte pase lo que pase” lo mire a los ojos y le dije “Te lo prometo papi” el solo me dio un beso en la frente y corrió escaleras arriba conmigo en brazos, se metió en mi habitación y me dejo sobre la cama, al instante tome mí Tedy, quito mi mueble y detrás de él había un pequeño cuadro dibujado en la pared, mi padre saco uno de los cuchillos y lo paso por el marco de ese cuadro, cuando termino agarro de los lados el cuadro y lo separo de mi pared, en esa parte donde mi padre había quitado el pedazo era como una cueva había comida, aguas, un foco y juguetes, yo todavía no entendía lo que pasaba pero como se lo había prometido a mi papa no lloraría, después de terminar de hacer unas cosas fue hacía mí me volvió a cargar, tomo mi cobija, una almohada y me metió al hoyo de la pared, cuando se estaba alejando le tome la mano y lo jale conmigo, el negó con la cabeza me dio otro beso y me dio un abrazo.

      “Dylan no podré quedarme contigo esta vez”

      “Por favor papá no me dejes solo”

      “Jamás te dejare solo pase lo que pase siempre estaré contigo”

      “Me lo prometes” dije extendiéndole mi meñique

      “Te lo prometo, ahora Dylan quiero que me pongas mucha atención, ¿ves esto?” dijo señalándome una cuerda que estaba pegada en la pared, asentí “Jala de ella cuando ya no haya peligro para que puedas salir, si es que yo no regreso no quiero que hagas ruido y que seas precavido” asentí “Te amo Dylan, siempre recuérdalo”

      “Te amo también papi” me beso como diez veces por toda la cara y me abrazo fuerte y yo a él, mientras se paraba yo le tomaba la mano hasta que ya no alcanzaba, tome a mi Tedy y lo abrace, mi padre prendió el foco, me dio un último beso y cerro el hoyo con el pedazo de pared que había quitado, ahora estaba solo, tome la cobija, la almohada y me acosté, todo estaba en silencio, yo solo rezaba para que todo pasara y esto solo fuera una experiencia más, estaba acostado y pensaba en lo que pasaba, en la camioneta, en los hombres armados, en el gabinete oculto, en mi padre… y aunque había escuchado todo lo que me dijo lo que más se me quedo grabado fue el que si no regresaba, pero sabía que volvería el me lo había prometido, un fuerte golpe me espanto haciéndome saltar, estaba seguro que había provenido de abajo agarre con más fuerza mi oso y me hice chiquito, oía los pasos pesados en las escaleras y caminando por el corredor del piso de arriba, estaban cerca y yo temblaba, de repente esos pasos estaban en mi habitación se oí como caminaban por todo el piso de madera, yo solo me quede inmóvil casi ni respiraba.

      “¿Los encontraste John?” dijo una voz ronca y grave

      “No, pero algo me dice que no salieron de la casa” dijo otra voz grave pero esta sonaba con amargura y odio “Tom ve a ver en la habitación de él y revisa debajo de la cama”

      “De acuerdo”

      Se oyeron los pasos alejándose de un hombre mientras que los del otro se quedaban merodeando por mí recamara, se oyó el crujir de mi cama lo que significaba que se había sentado o acostado, me sobresalte cuando oí un gran golpe en la pared, pero después de ese fueron varios y yo me pegaba cada vez más a la pared, estaba muy asustado pero algo me hizo tirar las cosas que tenía en la mano, era la voz de mi padre la que se quejaba. Me pare y trate de buscar algo para ver, mi padre gritaba y yo no soportaba no poder hacer nada, hasta que al fin encontré un agujero, mi padre había tapado el cuadro de la pared con un mueble para que seguramente no vieran el rasgado, solo lograba ver una parte, pero mi padre estaba hincado con el labio roto y con la cara abierta en ciertas partes, el hombre que lo sostenía tenía el cabello rubio y una cicatriz que le pasaba por el ojo, mientras que el hombre que estaba parado enfrente de mi padre tenía el cabello negro y una cicatriza que le marcaba la mitad del rostro, el de cabello oscuro levanto la mano y le pego a mi padre en la cara, mi padre solo levanto la cabeza y escupió sangre.

      “¿Qué es lo que quieren?”

      “A ti, querido Sebastián”

      “Yo no sé quiénes son ustedes”

      “Pero nosotros sabemos quién eres tú”

      “Tomen lo que quieran y déjenme”

      “Es que lo que tenemos que tomar no es algo material, más bien es algo que solo tú tienes, por cierto… ¿Dónde está tu hijo?”

      “No te atrevas a meterte con él”

      Los ojos que tenía mi padre en ese momento nunca los había visto, me daban miedo era algo de lo que jamás había estado acostumbrado, mi padre era otro en ese momento pero lo que no entendía era por qué esos tipos y hombres lo conocían, estaba en estado de shock.

      “De acuerdo entonces…” lo tomo del cuello “Será a ti, después de todo tú fuiste el que mato a nuestro padre”

      “Si, y ahora pagaras”

      “Daré lo que quieran pero dejen a mi hijo”

      “Lo dejaremos, te lo prometo” saco la pistola “Y tu igual”

      Dejaron la casa unos minutos después, jale del hilo, empuje el pedazo y el sillón con toda la fuerza

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