Energia solar térmica. Pedro Rufes Martínez

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Energia solar térmica - Pedro Rufes Martínez Nuevas energías

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teóricos del tema, que son importantes, sino también los prácticos, que lo son todavía más. Con numerosos ejemplos y esquemas que hacen más inteligible la explicación.

      Las instalaciones de energía solar térmica tienen sus fanáticos defensores y también sus detractores. Seamos razonables pensando aquello de “ni tan bueno ni tan malo”. En realidad algunas instalaciones solares se han ganado mala fama simplemente porque funcionan mal, lo cual equivale a decir que no están correctamente diseñadas. Se trata de no dar munición a los detractores; dejemos la discusión de fondo para los expertos y economistas, pero al menos que la instalación "funcione", por este motivo creo que obras como ésta son tan importantes.

       Dr. Ángel L. Miranda

      Profesor de la EUETIB-UPC

       CAPÍTULO 1

      INTRODUCCIÓN

      1.1 El sistema energético

      La energía es el motor de todas las actividades de los seres vivos sobre el planeta, incluidas las de los seres humanos. Las fuentes de energía son los recursos existentes en la naturaleza de los que la humanidad puede obtener energía para sus actividades. Estas fuentes de energía se denominan renovables cuando se puede recurrir a ellas de forma permanente porque son inagotables: por ejemplo, el sol, el agua o el viento. Por el contrario, las no renovables son aquellas fuentes de energía cuyas reservas son limitadas y, por tanto, pueden agotarse: por ejemplo, el petróleo o el carbón. A medida que las reservas son menores, es más difícil su extracción y aumenta su coste.

      La energía que se obtiene de la naturaleza se denomina energía primaria: por ejemplo, el petróleo o el carbón. La energía primaria no puede utilizarse directamente; para poder utilizarla son necesarias sucesivas operaciones de transformación y transporte, desde el yacimiento a la planta de transformación, y luego al consumidor final. La energía utilizada en los puntos de consumo se denomina energía final: por ejemplo, la electricidad y el gas natural consumidos en las viviendas, o la gasolina y el gasóleo consumidos por los vehículos.

      El rendimiento de todo el conjunto de operaciones de transformación y transporte, es decir del sistema energético, es la relación entre la energía final consumida y la energía primaria empleada. Dicho rendimiento es muy bajo: del orden del 2,5%.

      Los principales problemas del actual sistema energético son los siguientes:

       1. Agotamiento de los combustibles fósiles

      El sistema energético actual se basa en el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), que son agotables. El ritmo de consumo es tal, que en un pequeño intervalo de tiempo la humanidad está gastando lo que la naturaleza ha tardado cientos de millones de años en producir. El agotamiento de las reservas de los combustibles fósiles es, por tanto, una realidad indiscutible.

      La teoría del pico de Hubbert predice que la producción mundial de petróleo llegará a su cénit y después declinará tan rápido como creció, ya que el petróleo es un recurso finito y no renovable en períodos de tiempo cortos, por lo que tarde o temprano se llegará al límite de extracción. Esta controvertida teoría es aceptada por una gran parte de la comunidad científica e, incluso, por la industria petrolera.

      Sin embargo, existe un gran debate en torno a la predicción de cuándo tendrá lugar el pico o cénit. La ASPO (Association for the Study of Peak Oil and Gas) prevé que el cénit del petróleo ocurra en el año 2010, siendo el del gas natural algunos años más tarde, entre el 2015 y el 2025. En el año 2000 el USGS (United States Geological Survey) realizó un estudio global sobre el estado de las reservas de crudo y predijo el cénit para el año 2037. Según el EWG (Energy Watch Group), en el año 2006 ya pasamos el cénit del petróleo.

       2. Efecto invernadero y cambio climático

      El efecto invernadero, en la Tierra, es la capacidad de retener calor que tiene la atmósfera debido a la existencia de gases que son transparentes a la radiación solar y opacos a la radiación infrarroja que emite la superficie terrestre. Se trata de un fenómeno necesario para el desarrollo de la vida en la Tierra, puesto que sin éste la temperatura media en su superficie sería de unos -20 °C. El consumo de combustibles fósiles se traduce inevitablemente en emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, siendo responsables de casi el 80% de las emisiones totales de dióxido de carbono a la atmósfera.

      Aunque el debate todavía sigue abierto, una gran parte de la comunidad científica internacional está de acuerdo en que el dióxido de carbono producido por la actividad humana es el principal causante del cambio climático debido al calentamiento global de la atmósfera. Si no se remedia, un aumento excesivo de la temperatura media del planeta podría llegar a tener graves consecuencias, como la elevación del nivel del mar y la consecuente inundación de las zonas costeras, y la desertización de algunas zonas del planeta. Paradójicamente, los países pobres son los que sufrirán de forma más intensa las consecuencias del cambio climático.

       3. Impacto ambiental y lluvia ácida

      La interacción del sistema energético con el entorno terrestre no termina en los gases. El trasiego de materias primas y de productos ocasiona interacciones muy variadas: residuos asociados a la extracción y a la transformación (refinerías, centrales térmicas y nucleares), vertidos asociados al transporte y a la distribución, etc.

      Por otro lado, la combustión de combustibles fósiles libera una importante cantidad de óxidos de azufre y nitrógeno que reaccionan con el radical OH en la atmósfera y precipitan en forma de ácidos (sulfúrico y nítrico) que incrementan la acidificación de agua en general. Esta precipitación, denominada lluvia ácida, daña la vegetación, y contamina el suelo y el agua, además de corroer estructuras y vehículos.

       4. Desequilibrio y tensiones sociales

      Si al enorme desequilibrio que existe entre países ricos y pobres se añade que los recursos energéticos están concentrados en unos pocos lugares del planeta, vemos que el actual sistema energético plantea un escenario poco tranquilizador para el equilibrio social y político mundial.

      En los países industrializados la gran mayoría de la población dispone de la energía necesaria para poder vivir de forma muy confortable. Se podría pensar que el consumo energético está uniformemente distribuido en nuestro planeta, pero no es así.

      En la figura 1.1 puede comprobarse que Norteamérica, que representa sólo el 6,7% de la población mundial (comprende Estados Unidos, Canadá y Méjico), consume el 26% de la energía primaria mundial.

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      Figura 1.1. Distribución mundial del consumo de energio primaria durante el año 2007.(Fuente: BP Statistical Review of World Energy 2008).

      Comentarios sobre este gráfico:

      La Tonelada Equivalente de Petróleo (tep), o Tone Oil Equivalent (toe), representa la energía liberada en la combustión de una tonelda métrica de petróleo estándar.

      1 tep = 41, 84x109 J = 11.622 kWh.

      1Mtep = 1 millón de toneladas equivalentes de petróleo.

      La energía primaria representada está referida únicamente a los

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