Caída y ascenso de la democracia. David Stasavage
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Caída y ascenso de la democracia - David Stasavage страница 24
Resulta que el potencial calórico es, en efecto, un predictor fiable de la gobernanza central. Si nos fijamos en el conjunto de sociedades de la SCSS con un potencial calórico superior a la media, veremos que había un Estado central en el 40% de los casos. En las sociedades con una aptitud inferior a la media, había un Estado central en solo una cuarta parte de los casos.10 Algunos sostienen que es sobre todo la aptitud para el cultivo de cereales la que propicia este resultado, y no los tubérculos almacenables como el ñame o la yuca. El argumento, entonces, es que el Estado central no surge porque haya solo un excedente, sino porque hay un excedente almacenable.11
La aptitud agrícola predice la presencia del Estado, pero no nos ayuda mucho a predecir si el gobierno es autocrático o democrático. Para ello, podemos utilizar la SCCS para distinguir entre las sociedades donde los gobernantes gobiernan solos o con un consejo. Cuando el potencial calórico es superior a la media, el gobierno del consejo está presente en el 66% de los casos; cuando es inferior a la media, está presente en el 55% de los casos. Es una diferencia, aunque no muy grande.12
variabilidad agrícola y democracia temprana
Que una sociedad tomara el camino democrático de desarrollo político o el autocrático dependía menos de la cantidad de calorías que se podían extraer del suelo que de la variabilidad de este indicador entre un lugar y otro. A lo largo de la historia, la incertidumbre sobre la producción agrícola ha sido un escollo importante para los gobernantes a la hora de saber qué cantidad de impuestos pueden cobrar a su pueblo. Este problema será mayor en las zonas donde la producción agrícola sea más impredecible, a menos que los gobernantes encuentren algún modo de acceder a la información. La imprevisibilidad de la producción agrícola dependerá de algunos aspectos del entorno natural, como la variación localizada de los suelos, la aspereza de la tierra y las precipitaciones. También dependerá de las formas en que los seres humanos hayan alterado el medio natural, por ejemplo, con la introducción del riego. A continuación, me centraré en los factores naturales y dejaré aquellos que dependan de la intervención humana para el capítulo iv, que trata sobre tecnología y democracia.
FIGURA 3.1. Variabilidad calórica y gobierno por consejo. La figura muestra los niveles de variabilidad calórica en las sociedades con y sin gobierno por consejo
Para medir la incertidumbre agrícola, podemos volver a los datos recopilados por Galor y Özak y analizar cómo los niveles de potencial calórico variaron de un lugar a otro.13 Esta información nos permite construir un indicador llamado “variabilidad calórica”: la desviación estándar del potencial calórico en un área localizada en nueve celdas de la cuadrícula.14 Con esto podemos considerar la relación entre la variabilidad calórica y la democracia temprana, como se muestra en la figura 3.1. En los diagramas de caja y bigotes de este tipo, la línea horizontal en el medio de cada categoría representa el nivel medio de variabilidad calórica, y cada una de las cajas por encima y por debajo de esta línea representan una cuarta parte de las sociedades en esta categoría. Los dos “bigotes” representan después el resto de observaciones en cada categoría, con la excepción de los valores atípicos. Aquí vemos con claridad que la variabilidad calórica era mayor en las sociedades con un gobierno propio de la democracia temprana.15
La figura 3.1 indica que la variabilidad calórica condujo al gobierno por consejo, pero, sin más evidencia, podría preocuparnos que la relación que aquí se observa sea una mera coincidencia. Una forma de avanzar en esta pregunta es ver qué otros datos podrían utilizarse para mostrar la misma relación. Gracias al monumental trabajo de Joseph Jorgensen, el antropólogo pionero estadounidense, disponemos de una exhaustiva base de datos que comprende las prácticas de los 172 grupos de nativos del oeste de América del Norte; en esencia, todos los grupos ubicados al oeste de las Grandes Llanuras.16 Jorgensen descubrió que el gobierno por consejo estaba presente en alrededor de la mitad de los casos. Para medir las condiciones ambientales de estas sociedades, podemos usar de nuevo los datos de Galor y Özark para elaborar un indicador de variabilidad calórica. Resulta que, entre las sociedades de este grupo que realizaban actividades agrícolas, se asoció una mayor variabilidad calórica a una mayor probabilidad de un gobierno por consejo.17 Por tanto, esta relación deja de parecer una coincidencia.
Tal vez la relación entre los consejos y la variabilidad calórica obedezca a algo más que la necesidad de los gobernantes de obtener información. La variabilidad de la producción agrícola también podría significar que había mayores incentivos para que las personas se dedicaran al comercio, o tal vez para compartir alimentos como forma de protegerse del riesgo, y quizá esto fuese gestionado por un consejo. Resulta que aun después de tener en cuenta estos factores adicionales, seguimos viendo una estrecha relación entre la variabilidad calórica y la presencia del consejo.18 También es cierto que el comercio y el riesgo compartido pueden ser gestionados por una autocracia, y no solo por un consejo. En la antigua y autocrática Sumeria, este tipo de asuntos se gestionaban en los graneros de los templos.
Hay una última cuestión sobre la relación entre la variabilidad calórica y la presencia del consejo que nos puede interesar tener en cuenta. Hasta ahora, solo he analizado la variabilidad de la producción agrícola en el espacio, no en el tiempo. Si quienes gobiernan se sirven de un consejo para saber más sobre la variabilidad de este tipo, ¿no acabarían sabiendo lo suficiente para poder prescindir del consejo? De hecho, también podemos mostrar que la relación entre el consejo y la variabilidad calórica se sigue manteniendo si nos centramos en un indicador de variabilidad temporal. Para ello podemos aprovechar los cambios inducidos por el intercambio colombino, la difusión recíproca de nuevas plantas, animales y enfermedades entre las regiones del mundo tras el “descubrimiento” europeo de América.19 Podemos elaborar un indicador para cada una de las sociedades de la SCCS –basado en la variación localizada– que refleje el cambio en la cantidad de calorías que podían extraerse del suelo antes y después del intercambio. Con este método, vemos que las sociedades de la SCCS que experimentaron una mayor variación temporal localizada a consecuencia del intercambio eran más propensas a tener un gobierno por consejo.20
opciones de salida y democracia temprana
La capacidad de salida fue una segunda característica fundamental que favoreció la democracia temprana por la presión que se generaba sobre los gobernantes. Ya hemos visto una pista de este efecto al comparar diferentes sociedades de América del Norte antes de la conquista. Los hurones y los iroqueses –que se gobernaban democráticamente– eran sociedades móviles, mientras que la movilidad era menor en las sociedades autocráticas misisipianas. Se pueden hacer observaciones similares sobre las sociedades nativas de las Grandes Llanuras americanas, los mongoles y el África precolonial.21
La circunscripción frente a la salida
Cuando los antropólogos y arqueólogos escriben sobre las opciones de salida, a menudo emplean la palabra circunscripción. En 1970 Robert Carneiro propuso la “teoría de la circunscripción” en la formación del Estado. La idea era que los Estados tempranos se formaron en aquellas regiones donde la densidad de la población era lo suficientemente alta y alguna característica del entorno natural hacía que la salida fuese costosa o imposible para la gente. El valle del Nilo, en Egipto, ejemplifica esta posibilidad. La población se estableció al principio en pequeños grupos en diferentes lugares del valle, pero, a medida que creció, el asentamiento se volvió más uniforme. Debido a que el valle del Nilo era una franja de tierra estrecha flanqueada por el desierto a ambos lados, al final no hubo más espacio para moverse, y se formó un Estado organizado de forma jerárquica.22 Carneiro también señaló que las fuerzas sociales podían propiciar la circunscripción. En lugar de un imponente desierto, podía ser la presencia de sociedades hostiles cercanas las que impidieran las posibilidades de salida.
La teoría de la circunscripción nos presenta dos posibilidades: