Una historia del movimiento negro estadounidense en la era post derechos civiles (1968-1988). Valeria L. Carbone
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A continuación, analizaremos cómo la comunidad negra en distintas regiones del país entendió la interrelación entre las nociones que nos competen, y las utilizaron para modelar y definir las demandas, objetivos y estrategias que tenían más sentido no sólo en el contexto de sus comunidades locales, sino para la lucha de la población negra estadounidense en su conjunto.
1 Milcíades Peña, Antes de mayo. Formas de trasplante español al Nuevo Mundo (Buenos Aires: Ediciones Ficha, 1970), 54.
2 Agente Rupert Anderson, en Mississippi Burning, Dir. Alan Parker (USA: Orion Pictures Corporation, 1988).
3 En sus propias palabras: “I am White; I am all white. I was raised as a white child. I went to white schools. I married White twice”, Susie Guillory Phipps, en “What makes you black? Vague definitions of race in the bases for court battle”, Ebony Magazine, (38), n° 3, 115-118 (Ene 1983), 116, https://books.google.com.ar/books(consultado en 20 Feb 2014).
4 En una Encuesta Nacional de Hogares realizada en 1976 por el IGBE (Instituto Brasilero de Geografía y Estadística) se introdujo una importante innovación. En lugar de las cuatro categorías raciales tradicionales – blanco, negro, amarillo, y pardo (mestizo, negro de piel clara)-, se dejó abierta la opción a la auto-identificación racial. El resultado reveló que en Brasil parecían existir 135 categorías raciales diferentes. El 94% de la población se consideró ‘blanco’, ‘clarito’, leonado, moreno, pardo y negro; mientras que el resto se dividió entre otras 129 categorías. De las 6 categorías predominantes, 47% se consideraron ‘blancos’ y 32% ‘morenos’. En encuestas anteriores, donde sólo figuraban las categorías tradicionales, 55% se auto-identificó como blanco, 34% pardo, 8% negro y 3% amarillo. En 1995, de 62 categorías, 43% se identificó como ‘moreno’, 39% ‘blanco’, 7% ‘negro’, 1% ‘amarillo’, 1% ‘mulato’, 6% ‘pardo’. Sin embargo, la auto-clasificación condujo a que “por increíble que pueda parecer ... intelectuales brasileños se declaran incapaces de descifrar quién es negro en Brasil, a pesar de que la policía, el sistema judicial, los empleadores privados y públicos, medios de comunicación y otros grupos e instituciones sociales pueden al instante identificar a los negros cuando los atacan física o simbólicamente, cuando les niegan empleos para los que están calificados, y cuando los castigan con mayor severidad que a los blancos que cometen delitos de igual o equiparable gravedad”. Sales Augusto Dos Santos y Obianuju C. Anya, “Who Is Black in Brazil? A Timely or a False Question in Brazilian Race Relations in the Era of Affirmative Action?”, Latin American Perspectives (33), N° 4 (Jul 2006), 37 y 45.
5 Fabio Reis, en Ídem, 41.
6 Karen R. Humes, Nicholas A. Jones, Roberto R. Ramirez, Overview of Race and Hispanic Origin: 2010 Census Briefs, (U.S. Department of Commerce, Economics and Statistics Administration, US Census Bureau, 2011), 3, http://www.census.gov/prod/cen2010/briefs/c2010br-02.pdf (consultado en 8 Oct 2013).
7 “The Census Bureau defines ethnicity or origin as the heritage, nationality group, lineage, or country of birth of the person or the person’s parents or ancestors before their arrival in the United States. People who identify their origin as Spanish, Hispanic, or Latino may be of any race”, U.S. Census Bureau, Questions and Answers for Census 2000 Data on Race from U.S. Census Bureau, Public Information Office (14 Mar 2001), https://www.census.gov/census2000/raceqandas.html (consultado en 8 Oct 2013).
8 George M. Fredrickson, “The Historical Construction of Race and citizenship in the United States”, en Identities, Conflict and Cohesion Program, n°1 (Switzerland: United Nations Research Institute for Social Development, 2003), 10.
9 Es en base a esto que en la presente obra se apela a las categorías de “negro estadounidense” o “afroestadounidense” como sinónimos intercambiables para referir al colectivo referido.
10 U.S. Census Bureau, Questions and Answers for Census 2000 Data on Race from U.S. Census Bureau, op. cit.
11 Ídem.
12 Barbara J. Fields, “Slavery, race and ideology in the USA”, New Left Review, n° 181 (May-Jun 1990), 100.
13 Tomamos la noción de ideología racial de la historiadora Barbara J. Fields. En palabras de la autora, “es el vocabulario de la vida cotidiana, a través del cual las personas comprenden medianamente la realidad social en la que viven y que construyen día a día. Es el lenguaje de la conciencia adecuado al modo particular en el que los seres humanos se relacionan con otros seres humanos. Es la interpretación de las relaciones sociales a través de las cuales esos seres humanos crean y recrean su ser colectivo en todas las variantes que pueda asumir: familia, clan, tribu, nación, clase, partido, empresa comercial, iglesia, ejército, club, y otras. Como tales, las ideologías no son ilusorias sino reales, tan reales como las relaciones sociales que sostienen. Las ideologías son reales, pero eso no significa que sean científicamente acertadas, ni que proporcionen un análisis de las relaciones sociales que pudiera parecer lógico a cualquiera que no tenga una participación ritual en esas relaciones”. Ídem, 110.
14 Jeffrey Kluger, “Who’s White? Who’s Black? Who Knows?”, TIME, 10 de diciembre de 2010, http://healthland.time.com/2010/12/10/whos-white-whos-black-who-knows/ (consultado en 2 de mayo de 2017).
15 La religión fue uno de los primeros elementos de identificación “racial” en las colonias británicas. Usualmente, los esclavos traficados por españoles y portugueses eran bautizados y convertidos al cristianismo como parte del proceso evangelizador y civilizador. Algunos de los esclavos llegados a las colonias británicas en América del Norte eran cristianos y otros se convirtieron como estrategia de resistencia. Sin embargo, una ley de 1670 que había definido como “esclavos de por vida” a todos aquellos “sirvientes no cristianos traídos por barco”, también prohibió la libertad de los siervos a través de la conversión al cristianismo. Estos “sirvientes no cristianos” convertidos en “esclavos de por vida” eran, casi sin excepción, africanos o indígenas.