Ciudadanía y etnicidad en Bosnia y Herzegovina. Esma Kučukalić Ibrahimović

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Ciudadanía y etnicidad en Bosnia y Herzegovina - Esma Kučukalić Ibrahimović Europa Política

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y las crisis migratorias, y que obligan a replantear el papel de la Alianza en los nuevos escenarios de guerra.

      En cuanto a la adhesión de Bosnia y Herzegovina a la OTAN, el Estado comenzó las negociaciones en 2006, y firmó el Acuerdo de Cooperación para la Seguridad en marzo de 2007. Dentro del Plan de Acción Individualizado para la Adhesión de la OTAN, urgido por Estados Unidos, el diálogo con Bosnia y Herzegovina se intensificó especialmente en la cumbre de Bucarest de septiembre de 2008, donde fue invitada a unirse a la Carta de Aspirantes del Adriático de la OTAN (Gavric, 2013).

      En la Cumbre de la OTAN de enero de 2009, el Ministro de Defensa confirmó el interés de Bosnia en el Plan de Acción para la Membresía (MAP), con una fecha prevista para la adhesión en 2012. El 22 de abril de 2010, la OTAN acordó lanzar un Plan de Acción Individualizado para Bosnia y Herzegovina, pero con ciertas condiciones muy difíciles de cumplir, en concreto el traspaso de todas las propiedades militares, incluidos los bienes e inmuebles desde las entidades al nivel estatal. Paralelamente, la postura de la Republika Srpska que sigue considerando injustificados los bombardeos de la OTAN contra objetivos serbobosnios y serbios, ha virado en el caso de su líder Milorad Dodik en la misma dirección que sus políticas, de abogar por el consenso a oponerse en firme a la adhesión, especialmente a raíz del estallido del conflicto en Ucrania. Con las sospechas de una cada vez mayor influencia rusa en la entidad serbia, Washington ha aplicado desde el año 2016 una política de mano tendida hacia Bosnia y Herzegovina para su integración euroatlántica que a finales del año 2018 se tradujo en la luz verde para iniciar el proceso de activación del MAP, por más que le pese a Dodik que precisamente el río Drina acabe siendo la frontera de la OTAN.

      La Unión Europea

      La presencia de la Unión Europea en Bosnia y Herzegovina junto con la de los Estados Unidos, se remonta al año 1996, primero como la Delegación de la Comisión Europea para Bosnia y Herzegovina, y tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009, como la Delegación de la Unión Europea. La Unión Europea cuenta con un representante especial en Bosnia que se ocupa de la coordinación de las políticas de aproximación y asistencia al país respecto de la integración en la Unión Europea. Hasta el año 2010, esta función la desarrolló el alto representante (a través de la OHR) pero con la llegada al país del primer representante especial de la Unión Europea, el embajador Sorensen, la OHR dejó de encargarse de las competencias de la Delegación Europea, que funciona bajo la autoridad de la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Seguridad. Entre sus cometidos está la implementación de las políticas europeas; el análisis y reporte de procesos políticos y hechos que se dan en el país y en las instituciones; y la conducción de las negociaciones entre el Estado y la Unión Europea en materias comunes como la política exterior y de seguridad, comercio, agricultura, pesca, medioambiente, transportes, sanidad y políticas sociales.

      Sobre la relación entre Bosnia y Herzegovina y la Unión Europea se hablará detenidamente en los apartados finales pero es importante señalar aquí que las condiciones europeas, encarnadas en los criterios de Copenhague exigen al Estado abordar una profunda reforma constitucional, desarrollar políticas económicas que permitan la integración en el mercado común, reforzar la estabilidad institucional, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos en especial los de las minorías, un cometido que se le hace muy cuesta arriba al país debido a la falta de consenso político. Un paso fundamental en este largo proceso de negociaciones fue la firma del Acuerdo de Estabilidad y Adhesión en el año 2008 y su ratificación en el año 2015, y la presentación formal de la candidatura bosnia para la entrada en la Unión en el año 2016. Uno de los programas fundamentales de la Unión Europea en Bosnia es su operación militar EUFOR Althea, establecida en diciembre de 2004 por la Resolución 1574 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como sustitutiva de las tropas militares de la SFOR que estaban bajo el mando de la OTAN. Entre sus competencias, al igual que ocurría con el batallón multinacional de la OTAN sigue estando la responsabilidad última de reacción ante cualquier posible desafío de seguridad (Euforbih, 2016). El cuartel general de la EUFOR está en Butmir, Sarajevo, donde está ubicada también la Unidad de Policía Integrada con aproximadamente quinientos efectivos además de otros dos mil que están distribuidos en varios lugares de Bosnia dentro de los equipos de Enlace y Observación (LOT).

      En el año 2003, la Delegación de la Unión Europea estableció la Misión de la Policía Europea (EUPM) que tenía por objeto la modernización de la Policía bosnia para que estuviera compuesta por unos cuerpos multiétnicos, y que fuera capaz de asumir las responsabilidades plenas desde los estándares internacionales de la ley (eupm. org). La operación se extendió hasta el año 2009 con la consecución de la ley estatal en el año 2008 sobre la reforma de la policía, uno de los condicionantes para la firma del Acuerdo de Estabilidad y Admisión. La ley de 11 de abril de 2008 fue acompañada de una batería de leyes encaminada a garantizar la independencia de los cuerpos y las estructuras policiales, la ley sobre la coordinación de los cuerpos policiales y de las agencias para el apoyo a la estructura policial. La reforma, sin embargo, desde la perspectiva de muchos expertos no ha sido concluida porque no se ha logrado un equilibrio en la democratización de los mandos estructurales policiales, ni se ha dado una profesionalización de estos desde la independencia de los poderes políticos, lo que ha repercutido en la seguridad de los ciudadanos, más aún si cabe, ante nuevas amenazas como el terrorismo, el crimen organizado y la corrupción.

      La Organización para la Seguridad y Cooperación Europea OSCE

      Estableció su misión en Bosnia sobre la base del anexo III del Acuerdo de Paz de Dayton, relativo a su correcta aplicación en materia de derechos humanos y la supervisión de elecciones. Su gran desafío inicial fue organizar las primeras elecciones generales después de la guerra, celebradas en el año 1996. Más tarde, tal y como exigía el anexo III, la OSCE fue responsable de crear una Comisión Electoral Provisional (anexo III, artículo 3) y establecer los criterios y las reglas electorales (artículo 4). La comisión provisional se planteó como un instrumento a corto plazo, pero lo cierto es que su función se prolongó hasta el año 2002 por la falta de acuerdo político para crear una comisión estatal permanente, lo que quiere decir que las elecciones estatales han estado intervenidas por la comunidad internacional hasta hace relativamente poco.

      La labor de la OSCE tras la transferencia de competencias electorales a las instituciones bosnias se ha centrado principalmente en el apoyo a los instrumentos para la defensa de los derechos humanos, así como en los diferentes ámbitos en los que trabaja la OSCE como organización internacional, especialmente reforzando las políticas de Bosnia y Herzegovina en lo relativo a la integración euroatlántica. La OSCE continúa su misión en el país a través de más de una quincena de oficinas en todo el territorio y con una sede central en Sarajevo. Su papel ya no está exclusivamente ligado a la supervisión de la aplicación del acuerdo de paz y la seguridad en el territorio, sino que ha derivado hacia asuntos vinculados con la sociedad civil, las reformas educativas, y los derechos humanos como socio estratégico de la Institución del Defensor del Pueblo.

      El Consejo de Europa

      Bosnia y Herzegovina se incorporó al Consejo de Europa en abril de 2002 si bien esta organización comenzó a actuar en el país desde la finalización de la guerra con la aplicación de la Carta Europea de los Derechos Humanos, dotada de rango constitucional, y aplicable de forma directa en virtud de lo previsto en la Constitución que integra el anexo IV del Acuerdo de Dayton. Tras el ingreso de Bosnia y Herzegovina en el seno del Consejo, el país aceptó soberanamente muchas de las obligaciones que se les imponen a todos los Estados miembros, concretamente la necesidad de respetar y aplicar los principios de democracia pluralista, los derechos humanos y las libertades fundamentales.

      Bosnia y Herzegovina ratificó el Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales en julio de 2002 y al mismo tiempo, firmó otros compromisos específicos que acordó respetar en plazos determinados y que figuran en el Dictamen Nº 234 de 2002 sobre la solicitud

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