Historia Del Pueblo Zaza. Olivier Aymar
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El antiguo director general para la protección de la naturaleza y del patrimonio cultural del Ministerio de Cultura de Turquía, Kemal Soyer, pudo analizar las investigaciones y los hallazgos arqueológicos sobre las antiguas civilizaciones de Anatolia que se llevaron a cabo en Turquía. Sus investigaciones se pueden considerar como fiables y reflejan la realidad de los hechos en lo que concierne al pueblo zaza. Por esa razón recurriremos en varias ocasiones a sus análisis para que el tema quede lo más claro posible para el lector.
Las conclusiones que aquí se presentarán son el resultado de los hallazgos arqueológicos del yacimiento de Yazlikaya (en Turquía). Las primeras excavaciones en Hattusa empezaron en 1893 y 1894, luego en 1906, los alemanes Hugo Winkler y Teodor Makridi del Museo Arqueológico de Estambul descubrieron archivos hititas con una escritura cuneiforme.
Miles de tablillas de arcilla cuneiformes extraídas de esos archivos han proporcionado información importante sobre los hititas y la historia de la ciudad, los dioses hititas y los sumerios. Así fue como se supo que el nombre de Anatolia, en el sentido de “hogar de Dios”, es Kur Uru Hatti (Hattusa).47
También se supo que el templo de Yazilikaya, que estaba decorado con relieves que representaban a unos cuarenta alevís, era un lugar de reunión de los dioses hititas en ocasión de las ceremonias del año nuevo.
La vestimenta y el desarrollo de las ceremonias que se hacían en aquel templo son idénticos a lo que hacen los zazas hoy en día para celebrar el año nuevo mediante diferentes festividades, danza, preparación de comidas, juegos, ofrendas, etc.
En la página siguiente, la primera ilustración aborda los doce dioses hititas (con el sombrero en forma del cono Bektachi) que caminan de la mano para la ceremonia de año nuevo, en el templo de Yazlikaya, son los dioses Tesup, Hepat, Sarruma (los dioses de la montaña, de las plantas y de los ríos). Esta ceremonia religiosa hitita tradicional continúa dándose entre los zazas ; la segunda ilustración es la representación contemporánea.
Relieve que representa la procesión de los doce dioses,
cámara B, Yazilikaya, Turquía.
Entre los zazas alevís de hoy en día, el camino (yol) se refiere al camino recto y un dios del culto de los hititas.
El culto al dios de la tormenta, en Anatolia, data de diez mil años antes de Cristo, y en continuidad con los ritos de los sumerios, hattis, hititas y hurritas, ciertos rituales han llegado hasta nuestra época, como los del lago de Zeliha en Şanlıurfa, el lago de Hamurpet en las fuentes de Khızır (Hızır) en Varto, los lagos de Hazarşah en Bingöl, el lago de Hazar en la montaña de Hazar Baba en Elazig, los ritos y las ceremonias que se practican todavía hoy para atraer la lluvia en las montañas sagradas de Varto como Goşkar Baga y Hazar Baba.48
Los antiguos pueblos de Anatolia dedicaron sus tierras al dios de la tormenta, que las fertilizó con la lluvia, la nieve y el hielo, así pues la tierra de Anatolia se convirtió en propiedad del dios de la tormenta desde hace miles de años.
El nombre del dios Sarruma se traduce en zazaki por Rama-Hakk, que significa “misericordia, cultivador” y rameno o Rahma Eli que signfiica “gracias a Eli”. Las tierras de Anatolia que fueron antaño llamadas Rahma Eli se llaman en la actualidad Rum Eli, en razón del dios aleví Sarumma Eli. Sarumma significa en zazaki “nuestro pueblo”.
Para impedir que el pueblo zaza tuviera conocimiento sobre su pasado, las autoridades sucesivas en Anatolia deformaron ciertas apelaciones. Por ejemplo, Rama Eli que significa en zazaki “el derecho de Dios” se transformó en Rum Eli, que quiere decir en turco “el país de los griegos”, mientras que Rama Eli no tiene nada que ver con esta denominación turco-otomana.
La principal divinidad hitita es el dios de la tormenta de Hatti (nombre hitita desconocido, Taru en hatti, Tarhun, Tarhunta o Tarhunna en jeroglíficos luvitas) 49, que tiene su gran templo dedicado en Hattusa. Existen otros dioses de la tormenta en las ciudades hititas como Nerik, Zalpa o Zippalanda. La otra gran divinidad es la diosa-sol Arinna, salida de la cultura hatti, donde se conoce por el nombre de Wurusemu. Estos dos grandes dioses son finalmente asimilados a las divinidades hurritas Teshub y su paredra Hebat. Los hititas veneraron a otras divinidades que surgieron de la cultura hatti, como Telipinu, dios de la fertilidad, Khalmasuit, la diosa-trono, Inara, dios creador de Hattusa, Wurunkatte, dios de la guerra.
Los sacerdotes masculinos eran llamados en los textos con términos sumerios Sanga y Gudú, y las sacerdotisas más importantes eran llamadas Ama.Dingir-mil (madre de dios).50
El dios del tiempo fue identificado con el monte Zaliyanu (Zalimonu significa “los crueles”), cerca de Nerik, responsable de la lluvia en las tierras cultivadas de la ciudad.
Arma (o Aşma) significa en zazaki “la luna”. El dios menor de la luna es Luwian.
Algunos dioses podían ser representados mediante figuras animales, como el ciervo de las divinidades protectoras, y varios dioses tenían un animal-tributo que los simbolizaba, por ejemplo el toro para el dios de la tormenta.51
Muchos nombres todavía tienen significados en el zazaki actual.
Taru significa “vegetación”.
Inara significa “esta vez, de esto”.
Hebat significa “trabajo”.
Ma significa “nosotros, madre”.
Arma o Asma significa “la luna”.
La explicación de la imagen aquí abajo es la siguiente: se trata de un motivo grabado en madera. Se basa en el Árbol de la Vida, que fue un elemento de culto desde los sumerios, y el báculo sagrado que se formó en las manos de diferentes dioses que simboliza mil y un seres.
En muchas obras visuales, los dioses sumerios tienen en las manos anillos y un cetro. El anillo simboliza el universo y el trono de dios mientras que el báculo representa el universo verdecido y el camino recto.
En el alevismo, el báculo es el símbolo del Camino de la Verdad y tiene por nombres Tariq, Evliya, Çup o Sardeste.
El dios de la tormenta de los hattis es Taru, que significa en hitita “el árbol” y se llama en zazaki Darê. Si el término de tarik simboliza el camino recto, entonces la historia, las costumbres y el juicio son la encarnación de Darê.
El motivo del surgimiento de