Resiliencia, sostenibilidad e informalidad. Carlos Alberto Torres Tovar
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Tabla 7.11. Análisis cualitativo. Muestra 5. Barrio Transición
Tabla 7.12. Análisis cuantitativo. Muestra 7. Barrio Morrorrico
Tabla 7.13. Análisis cualitativo. Muestra 7. Barrio Morrorrico
Tabla 7.14. Análisis cuantitativo. Muestra 11. Barrio Nápoles
Tabla 7.15. Análisis cualitativo. Muestra 11. Barrio Nápoles
Tabla 7.16. Análisis cuantitativo. Muestra 18. Barrio Bucaramanga
Tabla 7.17. Análisis cualitativo. Muestra 18. Barrio Bucaramanga
Tabla 7.18. Análisis cuantitativo. Muestra 21. Barrio San Martín
Tabla 7.19. Análisis cualitativo. Muestra 21. Barrio San Martín
Tabla 7.20. Evaluación de la sostenibilidad urbana (aspecto físico)
Carlos Alberto Torres Tovar*
LA HISTORIA DE LOS PROCESOS asociados con la autoproducción de asentamientos de origen informal y el desarrollo de la llamada ciudad informal en Colombia es un fenómeno específico relacionado con el acceso al suelo y a la vivienda para la población de bajos ingresos (PBI). En las últimas tres décadas este fenómeno se ha correspondido con la fase más avanzada del modo de producción capitalista en Colombia. En esta fase los agentes urbanos intervinientes en la producción de barrios de origen informal han profundizado algunas características del modelo que se había consolidado antes de los años noventa; además, se han ajustado a las tensiones propiciadas por el cambio del modelo de desarrollo impulsado con la Constitución Política de 1991 aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente.
Con esta perspectiva, y para poder entender la resiliencia, sostenibilidad e informalidad en términos de conceptos, enfoques y experiencias, se hace necesario construir un análisis crítico de los procesos de producción y regularización de barrios con un origen informal, mediante el estudio de las prácticas espaciales adelantadas en su configuración por los diferentes agentes urbanos intervinientes en tiempos y espacios concretos. Para ello se reconoce que el papel que han jugado estos agentes se debe diferenciar en dos procesos en el marco de la producción informal de la ciudad: 1) la generación de suelo; 2) la producción de vivienda y barrios.
En estos procesos, y una vez asegurada la permanencia en el territorio, se reconocen aspectos relativos a la garantía de la tenencia jurídica, la lucha por la legalización o regularización urbanística, el trabajo por alcanzar los requisitos mínimos de urbanización, el acceso a redes definitivas de servicios públicos domiciliarios, la provisión de algunos equipamientos y bienes colectivos, entre otros. En la consolidación de los barrios con un origen informal todos esos procesos comunes conforman la acción permanente de sus habitantes por mejorar las condiciones de los espacios y alcanzar un nivel de vida adecuado. A ellos se suman las acciones públicas y los programas de ayuda local e internacional en materia de mejoramiento barrial o de vivienda.
Es importante precisar que las prácticas urbanas de la informalidad, tanto para la producción de suelo como para la urbanización y la edificación, no son exclusivas de la PBI. No obstante, sí son las más visibles por las características que ellas asumen; asimismo, generan una estigmatización permanente de la población que allí se localiza y de las dinámicas que se dan en el espacio urbano y residencial. Además, la población con los más altos ingresos, que posee los recursos técnicos y económicos para enfrentar los procesos de la legalidad urbanística, se ampara bajo las figuras de la urbanización cerrada y la agrupación, y asume prácticas abusivas de carácter ilegal en la configuración del espacio urbano y residencial; prácticas que no son admisibles por su condición socioeconómica, que implican el incumplimiento de las normas urbanísticas y que no se detectan con facilidad debido a las características físico-espaciales de este tipo de asentamientos.
En el sentido construido en la reflexión expuesta se puede señalar que este libro Resiliencia, sostenibilidad e informalidad: conceptos, enfoques y experiencias representa un aporte a pensar, reflexionar y proponer nuevas maneras de relacionarnos con la naturaleza. El texto se estructura en dos partes: la primera aborda los enfoques de vulnerabilidad y resiliencia, y la segunda las estrategias, los estudios de caso y los ejemplos.
En la primera parte cabe la pregunta ¿por qué la PBI se localiza en zonas de riesgo donde proliferan los problemas de vulnerabilidad y resulta complejo desarrollar prácticas resilientes? Con base en esta interrogante, se presentan tres capítulos. El primero, “Inundaciones y resiliencia: estrategias urbanas y de gestión en zonas vulnerables del municipio de Villavicencio, departamento del Meta” es de Adriana María Rangel Arenas y Juan Hernando Mojica Rodríguez. A partir de una investigación documental y de campo los autores buscan establecer cuáles han de ser las “[…] estrategias de gestión pública a través del diseño de prácticas conjuntas efectivas para la mitigación oportuna de escenarios en zonas de vulnerabilidad por inundaciones relacionadas con los cuerpos hídricos”, de forma tal que se reduzca el impacto de las inundaciones sobre el hombre y sus entornos. Ellos parten de reconocer que a lo largo de la historia el desarrollo físico-espacial del hábitat humano —en particular de los asentamientos autoproducidos— se ha localizado de una forma no planificada en territorios fértiles y estratégicos, y en algunos casos en territorios que presentan fallas geomorfológicas que agravan el problema.
El segundo capítulo, “Resiliencia urbana y capital social”, lo presentan Elquin Puentes Ramírez, Yenny Yolanda Ortiz Bernal, Carolina Ingrid Betancourt Quiroga y Adriana Hidalgo Guerrero. El texto es el resultado parcial de la investigación Formas de crecimiento y sostenibilidad en la vivienda social latinoamericana. Estudio comparativo Bogotá-Buenos Aires-Fortaleza. Los autores buscan aportar elementos a la reflexión sobre cuál es la relación entre los componentes de la resiliencia urbana y el capital social, y de qué manera ambos conceptos presentan elementos que se pueden fortalecer y complementar entre sí. Para ello parten de entender el término de resiliencia no como un enfoque con énfasis en lo físico-espacial, sino como una construcción compleja que incluye diversos factores; por ejemplo, el énfasis en el fortalecimiento de la cohesión social como un elemento estructural para la autoorganización que podría garantizar de mejor manera las adecuadas acciones de prevención, reacción y mitigación que pueden tomar un territorio y sus comunidades frente a circunstancias adversas.
El tercer capítulo, “Modelo conceptual de la contaminación de origen difuso en el acuífero de Puerto Boyacá, Colombia: una aproximación a su capacidad de resiliencia”, lo elaboraron Ricardo Monroy Vargas, Vanessa Rodríguez Rueda e Iman Rousta. El texto desarrolla una aproximación conceptual a partir de un caso hipotético que permite el análisis de diferentes escenarios de contaminación asociados al acuífero de Puerto de Boyacá (departamento de Boyacá), en el cual se localizan asentamientos de origen informal surgidos como resultado del desarrollo del conflicto social y armado colombiano. En este trabajo se indica que debido a la degradación de recursos superficiales, y de modo particular del agua, el agua subterránea proveniente de los diversos tipos de acuíferos representa una alternativa. Sin embargo, como señala Monroy (2017), esta se encuentra en peligro por la contaminación difusa, que incluye actividades como la minería, la ganadería, la agricultura, las industrias y los desechos provenientes de urbes cercanas. Así, con este texto se pretende constituir un punto de partida hacia la formulación de estrategias de gestión del recurso hídrico en el contexto colombiano.
La segunda