¡La calle para siempre!. oscar a alfonso r
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El interés por participar activamente en las discusiones académicas y en los debates de las políticas sobre habitanza de la calle, nos motivaron a participar con la denuncia del aporocidio en el Primer Congreso Iberoamericano sobre Habitabilidad en Calle, realizado en Bogotá en 2018, ponencia que recogió los aspectos centrales que se presentan en el cuarto capítulo, los que previamente fueron publicados en el documento de trabajo Aporocidio, la deconstrucción de la mal llamada “limpieza social” y una aproximación a los modos, medios, tiempos y lugares en Bogotá, en 2019, año en el que también se publicó El ciclo mortal de los habitantes de calle en Bogotá. Teorías, olvidos, políticas y desenlaces fatales, artículo de investigación en el que llamamos la atención sobre los determinantes del entorno social de la habitanza en la calle. En medio de la revuelta de mayo de 2021 fue publicado el artículo Los habitantes de la calle, entre el abuso policial y el genocidio, cuyo título ilustra con claridad la denuncia que contiene y que es retomada en este libro de manera literal. Las críticas y sugerencias que hemos recibido nos permitieron detectar nuestros errores y vacíos, de manera que sus contenidos se han mejorado y ahora hacen parte de este libro.
Un encuentro fortuito en la calle, como debía ser, lo tuve con Fátima Martínez Gutiérrez y no ha podido ser más afortunado para el buen desarrollo de este proyecto. El lector podrá constatar en el prólogo y en las imágenes que generosamente nos ha aportado, la calidad de un compromiso sin límites en la búsqueda de una sociedad menos indolente con la habitanza de la calle.
A Pedro Ignacio, Laura, Diana, Rafael, Alejandro, Pablo, Stephany, Manuela y Fátima mi gratitud por los esfuerzos realizados, por los riesgos asumidos y por la claridad de sus aportes. Sin ustedes no habría sido posible esta obra, y con personas como ustedes es que esta sociedad puede aspirar a ser menos injusta y más optimista.
Jiménez C., M.A. (2016). “Amartya Sen frente al espejo social de la libertad. Límites al enfoque de las capacidades individuales”. Revista Internacional de Sociología 74 (3). Recuperado el 10/4/2020 de http://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/652/761.
Óscar A. Alfonso R.
Rafael Andrés Barrera G.
Pedro Ignacio Bernal F.
Diana Carolina Camargo C.
Laura Camila Garzón B. B.
¿Prevenir o remediar? Todas las naciones se han enfrentado a esta disyuntiva estratégica en algún momento de su historia. En relación con sus problemas sociales más agobiantes, inseparables de la garantía del Estado a los derechos fundamentales de amplios segmentos poblacionales generalmente marginados de los beneficios del desarrollo, son reiterados los análisis de diferente naturaleza que inclinan la balanza en favor de la prevención y, sin embargo, predominan las políticas reactivas, más onerosas e ineficaces que las políticas activas. La primacía de las políticas reactivas indica que han existido y existirán gobernantes que ignoran deliberadamente las reglas constitucionales del Estado Social de Derecho, para recrearse ante el clamor de la manida “voluntad política”.
Ese sistema acarrea consecuencias sociales que, al alcanzar cierta envergadura, mutan a fenómenos que parecen insuperables. La incertidumbre sobre los derechos fundamentales de la población desplazada de manera forzada con el uso de la violencia y la persistencia y sistematicidad socioespacial del asesinato de los líderes sociales después del Acuerdo Final son, sin lugar a duda, los más conocidos por los colombianos. En un Estado Social de Derecho serio, esto se habría evitado. Hay otros fenómenos que, por diversas razones como la naturalización o la falta de interés mediático, no tienen el mismo interés societal, siendo el más protuberante el de la habitabilidad de miles de personas en las calles de las metrópolis colombianos.
Ese desinterés es paliado por la atención humanitaria reactiva de entidades públicas y de algunas organizaciones no gubernamentales que, por su mismo diseño, pretenden hacer más tolerante la vida en la calle a una reducida porción de este grupo social, antes que procurar una solución a la desesperanza que emana de enfrentar el miedo, el hambre y el frío.
Por su parte, la justicia tampoco contribuye eficazmente a enfrentar el problema social de la habitanza de la calle. El abandono de menores de edad y de personas desvalidas es un delito tipificado en el artículo 127 del Código Penal, declarado exequible en sentencias de la Corte Constitucional como la C-034/05. Sin embargo, existen más de 10.000 personas abandonadas en las calles de Bogotá y no se conoce de un número siquiera parecido de juicios por abandono.
En este capítulo se busca, mediante un análisis de bibliografía seleccionada, precisar que la elección de habitanza de la calle hace parte de las libertades formales de las personas, pero no de su libertad real, por cuanto es el entorno social el que moldea de manera decisiva su decisión. Seguidamente se exploran esos elementos del entorno social a partir de un balance crítico de una porción de la abundante literatura académica destinada al análisis del fenómeno de la habitanza de la calle para, en la parte final, analizar la dialéctica inmanente a las razones de los habitantes de la calle que los llevaron a tomar la decisión, no sin antes revisar lo que ocurre en otras metrópolis del continente. Esas evidencias estadísticas son la base para el desarrollo de la hipótesis fundamental de esta obra cual es que, desde una perspectiva psicológica del ciclo vital individual, los habitantes de la calle de cualquier sexo y grupo etáreo, ingresan de manera precoz a la etapa de la desesperanza con la que se inicia el ciclo mortal de las personas.
1.1 LA ELECCIÓN DE HABITANZA DE LA CALLE NO ES UN ACTO LIBRE
Guiarse por la idea de que los habitantes de la calle hicieron tal elección porque es ese el tipo de vida que quieren llevar conduce a la misma conclusión a la que se llega con la voluntad política: ¡no hay nada que hacer! Y, en tal caso, lo mejor es no intervenir. Esta ideología es insustancial, pues conviene de manera