Cuerpo, emociones y sentido de vida. Carmen Lucía Díaz L

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Cuerpo, emociones y sentido de vida - Carmen Lucía Díaz L

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personas que tienen de 15 a 29 años.

      En Colombia, según la Subdirección de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud (2018), entre 2009 y 2016 ocurrieron 17 522 suicidios, en promedio, 2190 por año. Esta entidad coincide con información presentada por otras organizaciones en relación con características generales del suicidio en Colombia, a saber: mayor frecuencia en hombres (81 %) que en mujeres (19 %) y con mayor proporción en el grupo de personas que tiene entre 20 y 24 años (14,6 %).

      Los últimos datos publicados en el Sistema de Información y Consulta de Estadísticas Vitales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane, 2019) indican un aumento en los casos de suicidio entre 2011 y 2018, siendo el suicidio la tercera causa de muerte por causa externa en el país durante ese último año. Por otro lado, la versión más reciente de la Encuesta Nacional de Salud Mental (Ministerio de Salud y Protección Social, 2015), que tuvo una muestra de 16 147 personas en distintas zonas del país, dedica un apartado especial al suicidio en adolescentes, en el que presenta como principales resultados al respecto los siguientes:

      Se encuentra una proporción de ideación suicida total del 6.6 %, distribuida en 7.4 % en adolescentes mujeres y 5.7 % en hombres; el valor estimado para adolescentes hombres tiene un CVE mayor del 20 %. Por otra parte, el plan suicida está presente en el 1.8 % de los adolescentes, siendo 2.5 % en mujeres y 1.0 % en hombres […] el paso a intento de suicidio se da en 2.5 % de los adolescentes (2.9 % en mujeres y 2.1 % en hombres). La proporción de adolescentes que han intentado suicidarse con respecto a quienes han pensado en hacerlo es del 37.6 %. (Ministerio de Salud y Protección Social, 2015, p. 232)

      Durante la última década, la tasa de intento de suicidio a nivel nacional ha ido aumentando año tras año, “pasando de 0.9 por 100 000 habitantes en 2009 a 36.08 por 100 000 habitantes en 2016” (Ministerio de Salud, 2018, p. 4). En el mismo boletín se reportan las tasas más altas de intento de suicidio a nivel nacional, entre quienes están, en primer lugar, las personas que tienen entre 15 y 19 años y, en segundo lugar, quienes tienen entre 20 y 24 (p. 5).

      Los datos de salud mental a nivel distrital, registrados en el sistema de información público SaluData, presentan un ascenso en las tasas de suicidio entre 2012 y 2018[6]. El 37 % de los casos de suicidio se presentaron en personas que tenían entre 15 y 29 años. Durante 2018, el 80 % de los casos fueron de hombres y el 20 % de mujeres. En el mismo año, las localidades en las que se presentó mayor cantidad de suicidios fueron Kennedy, Suba, Ciudad Bolívar, Engativá y Bosa, en donde reside una alta proporción de estudiantes de la UN. Por otro lado, a partir del análisis situacional de los eventos prioritarios de salud mental en Bogotá, elaborado por la Secretaría Distrital de Salud (2017), se encuentra que el 42 % de los casos de ideación suicida en la ciudad se presenta en adolescentes y jóvenes.

      En relación con la Universidad, la expresión de este problema ha estado vinculada, por un lado, con un aumento en el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en la población estudiantil y otros factores incidentes de riesgo y vulnerabilidad biopsicosocial asociados con sentimientos de soledad y extra-ñamiento del medio (principalmente de la población estudiantil migrante), depresiones leves y graves, ansiedad y episodios de pánico. Esto ha configurado un preocupante panorama de salud mental y emocional en la población estudiantil, obligando a la Universidad a redoblar los esfuerzos de atención al problema de sufrimiento emocional y de salud mental de los y las estudiantes.

      Cifras de suicido en la Universidad Nacional de Colombia, 2015-2 a 2020-1

      El primer abordaje que puede darse al fenómeno del suicidio tiene un carácter cuantitativo, así que se solicitaron los datos correspondientes a la Universidad. La revisión y el análisis de las cifras de suicidio e intentos de suicidio en la UN entre 2015-2 y 2020-1, suministradas por la División Nacional de Bienestar Universitario, inició con el planteamiento de preguntas en torno a las fuentes y formas de registro de la información.

      De un lado, los datos que se utilizan para registrar la cantidad de suicidios de estudiantes en la UN provienen del reporte presentado por el administrador de la póliza estudiantil, siendo las familias de los y las estudiantes quienes proporcionan información sobre la ocurrencia del hecho para activar la póliza. De otro lado, para contabilizar y reportar los intentos de suicidio, el Área de Salud de Bienestar Universitario utiliza la historia clínica de estudiantes. Ambas situaciones devienen en un subregistro de la información, pues no todas las familias activan la póliza ni todas o todos los estudiantes abren su historia clínica, pues este es un proceso voluntario.

      En este sentido, es necesario tener en cuenta que las cifras presentadas no responden a una medición o a un estudio exhaustivo de carácter cuantitativo sobre el fenómeno, ni se relacionan con ningún sistema de información o base de datos sólida de la Universidad. Esta situación se resalta aquí con dos propósitos: en primer lugar, se insiste en la urgencia de estudios sobre el suicidio y el intento de suicidio en la Universidad, así como del levantamiento de una línea de base que permita hacer mediciones regulares, evaluar el impacto y la efectividad de las medidas de prevención para alcanzar una mayor comprensión del fenómeno. En segundo lugar, se invita al conjunto de lectores a tener en cuenta el problema de subregistro a la hora de leer los datos, que lejos de ser una representación numérica de la realidad, aparecen como posibles tendencias y como la única información disponible al respecto7.

      Entre 2015-2 y 2020-1 se reportaron en total 66 casos: 32 intentos de suicidio y 34 suicidios. Estos fenómenos se presentan en mayor cantidad en las sedes más grandes, Bogotá y Medellín (figura 1.1).

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      Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la División Nacional de Bienestar Universitario.

      En las cifras disponibles se identifica una marcada diferencia de género entre la cantidad de suicidios y de intentos de suicidio de hombres y mujeres: mientras la mayor cantidad de personas que se suicidan son hombres, la mayor cantidad de intentos de suicidio son llevados a cabo por mujeres (figura 1.2). De esta manera, se repite aquí la tendencia de género presentada a nivel global y que se retomará en los análisis.

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      Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la División Nacional de Bienestar Universitario.

      Durante el periodo mencionado, el año en el que se presentó un mayor número de casos fue 2018, tendencia que se repite en todas las sedes, excepto Medellín, en donde la mayor cantidad de casos reportados ocurrieron en 2019 (figura 1.3).

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      Fuente: elaboración propia a partir de los datos suministrados por la División Nacional de Bienestar Universitario.

      En cuanto al tipo de admisión, dentro de las cifras disponibles, se reportan tres casos de suicidios de estudiantes del programa PEAMA, dos de ellos de la Sede Bogotá y uno en la Sede Orinoquia, así como un caso de intento de suicidio de un estudiante del programa PEAMA en la

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