X se escribe con J. Jotamario Arbelaez
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу X se escribe con J - Jotamario Arbelaez страница 5

si después de la guerra hay amor
y si hay con qué hacer el amor
De Jotamario a Jaime en Bogotá
Querido poeta X-504:
Debiera, para hacerte sentir envidia, hablarte de los calorcitos que están haciendo en esta tu ciudad de tantos años. Debiera, para hacerte sentir orgullo, decirte que el poema que publicaste sobre tu muerte es puñetazo, desgarradura, testimonio, belleza, vida vital, no había sentido tu agonía, tú, equisficado en tu cruz, amable sábana que se arruga por el sudor por el amor como un poema mal hecho a las basuras a la lavandería donde el agua pura se abraza a nuestros más íntimos pecados, oh cruz de sábanas mojadas gusanos harapientos pidiendo ante la muerte la pronta la urgente la inaplazable reforma agraria de su cuerpo.
Debiera, para hacerte sentir lujuria, llamar a tus palabras pedazos de pan para el amor, tentación al demonio tú lo haces sobre la colina mostrándole la desolada extensión de tu alma, nunca para el amor estuvo en Cali el aire, la luz del cielo, el río seco tan propicios. Te estoy hablando en mi terraza, bastante baja (siete pisos), pero apenas para mi vocación de astronauta de poco vuelo.
Debiera, para hacerte sentir tranquilo, decirte que pronto comenzaré a trabajar, a dirigir, a gerenciar una galería de arte, la de los sótanos de la Librería Nacional. Veremos cómo se portan las plásticas conmigo.
Son las doce del día, debiera decírtelo, pero no es necesario. Lo sabrás por el calor de estas hojas, tengo mi sombra fuertemente pisada bajo mi trasero.
Elmo está en Cuba. Tú estás en Bogotá. Yo estoy en Cali.
Yo estaba en Bogotá. Tú estabas en Cali. Elmo en Tumaco.
Elmo estará en Cali. Yo en Bogotá. Tú…
Yo…
Él…
Tienes vestidos nuevos. Lo he notado en las fotos.
Todo nuevo.
Tú te das el lujo de estrenar tu cadáver.
Cuéntame desde él de tu vida, de tus sombras.
Los habitantes de la luna se han quejado
por el escándalo que con mi cónyuge
armo todas las noches en la terraza
Y QUE NO LOS DEJA DORMIR
ayúdame
jotamario
Bogotá, viernes 5 de febrero de 1964 (10:00 p. m.)
Mi querido J, poeta provinciano y barroco:
No sé si tú estarás en condiciones de venir a ser poeta capitalino. Yo en cambio sigo estando en condiciones de poder ayudarte a conseguir un buen puesto aquí. Lo difícil es lograr que te nombren sin conocerte. Pero no sé si estarás en condiciones de venir a quedarte algún tiempo, mientras se consigue el puesto.
Debiera, para corresponder a la gentileza de tu carta, escribirte como mereces. Sin embargo esta será apenas una apresurada nota comercial. Ya casi no queda tiempo para las filigranas.
No sé si ya ocuparías tu galería de arte, y si esta ocupación (o desocupación) te rendirá en Cali algunos beneficios económicos. Tampoco recuerdo si en mi carta del año pasado te precisé de qué se trata el trabajo para el cual te he tenido de candidato. Por si acaso no lo hice tendré que ocuparme de ello en esta carta, para que puedas decidir. Se trata de lo siguiente:
Después de haber dirigido una editorial por algún tiempo (mi primer empleo en Bogotá el año pasado), entré a trabajar como redactor de una agencia de publicidad, en donde este cargo se denomina con una palabra compuesta inglesa. Pero en diciembre pasado me nombraron administrador, y el cargo que dejé está vacante todavía. Ese es el puesto que he tenido reservado para ti. Pero, como es natural, el gerente no puede nombrarte sin conocerte. Por eso sería importante que vinieras a Bogotá, ya que dicho cargo deberá ser ocupado el mes entrante más o menos.
Ser redactor de publicidad es un oficio muy bueno para un escritor. Pregúntale a Hernán Nicholls. Un redactor muy bueno y con práctica, gana en una agencia de primera de $3.000 a $4.000. Naturalmente tú, sin experiencia y sin cierto conocimiento de técnica publicitaria, que se adquiere fácilmente, podrías comenzar aquí con unos $1.500 aproximadamente. Pero luego tu remuneración aumentará. Lo que depende de ti.
Un redactor de publicidad tiene una oficina equipada para él solo y nadie lo molesta. Y todos los días llegan toneladas de periódicos y revistas de todo el país y del exterior, para leer. Con frecuencia se viaja por cuenta de la agencia con todas las comodidades y los lujos apetecibles. Y está siempre bien relacionado, bien tratado y en buena posición. Tienes además muchas posibilidades dentro de la agencia. Sería un puesto extraordinario para ti y hay, como te digo, muchas posibilidades de conseguirlo para marzo. Naturalmente, no puedo garantizártelo absolutamente, puesto que los nombramientos son privativos del gerente. Si resuelves a esta, la cosa no deja de tener su toque de aventura. Sin embargo yo me vine con unos pocos pesos a ver qué me pasaba, y me ha ido muy bien. Resuelve y avísame, bien sea para no esperarte, o para continuar preparándote el terreno. Como ves, no escribo yo tan lindo como tú, pero digo cosas más concretas y de mayor interés y resultado. Cali también es hermoso, pero tu inmortalidad está en Bogotá. Un abrazo de
Jaime
De Jotamario a Jaime en Bogotá
Querido Jaime:
Heme aquí nuevamente sobre las baldosas de esta ciudad. Con muchos cuadros para crucificar, con muchos proyectos, con muchos deseos de escribir. En realidad me siento un poco quedando respecto de lo que debería haber hecho. Pero apenas es hora de retomar el timón de mis actos. ¿Crees tú que la felicidad, la plena complacencia sexual elimine nuestra necesidad, nuestra pasión de escribir? Naturalmente que si la una es más poderosa que la otra. Pero entre nos, ¿es escribir para nosotros un deber, una misión ineludible? Te lo digo a ti porque recuerdo que un día escribiste unos párrafos sobre ello que me gustaron mucho, no sé dónde. De todas formas te mando un poema que acabo de terminar. Caminaré por esa ruta. Voy a ponerle unas gotas amargas a mi poesía de relumbrones y humor negro. No te olvides de enviarme para la edición del “aniversario de Dios”3 lo que habíamos convenido. Tal vez en forma de poema lo que tú pienses de la divinidad. O de oración