Pronóstico científico para Rusia para 2023
En Rusia, en el próximo año y medio o dos, se observará una situación económica muy difícil. El crecimiento de los ingresos puede superar el crecimiento de los salarios solo si la parte no observada de los ingresos crece más que la parte observada y los ingresos empresariales crecen a un ritmo más rápido.
Los procesos de crisis globales pueden tocar fondo. Muchas empresas y bancos quebrarán, el desempleo aumentará, la situación en el mundo se agravará, y cualquier deterioro de las circunstancias en Rusia debe responder acelerando su propia transformación estructural. Todos los escenarios de desarrollo de la economía rusa implican la preservación de la presión de las sanciones por al menos otros 10-15 años, dice el Informe del centro de análisis macroeconómico y pronóstico a corto plazo (cmacp). El cmacp enfatiza que las sanciones se imponen durante mucho tiempo, y su abolición es un proceso político y burocrático complejo. Sin embargo, con el tiempo, las sanciones se ven "erosionadas". Los expertos nombraron tres opciones para el desarrollo de la economía del país bajo sanciones. El primero es la autarquía, lo que implica que Rusia hace todo por sí misma reduciendo el nivel tecnológico de los productos producidos y reduciendo el nivel de vida. La probabilidad de tal escenario es 10-15%. Luego viene la inercia institucional (estabilidad sobre desarrollo). En este caso, las autoridades reconocen que el nivel de inestabilidad es tan alto que es casi imposible implementar una "política de desarrollo" integral. La probabilidad de tal resultado en el cmacp se estima en 45%. Su resultado puede ser un estancamiento prolongado, un retraso en las esferas tecnológicas, en el nivel y la calidad de vida, en la seguridad nacional. La tercera vía es la lucha por el crecimiento (la probabilidad es de alrededor del 40%). En el marco de este escenario, se prevé la aplicación de esfuerzos destinados a modernizar la economía rusa en nuevas condiciones, incluido el préstamo de tecnología, la entrada en mercados accesibles y el deseo de evitar que China u otro país importante se convierta en un socio económico externo monopolístico de Rusia. Los analistas de S&p global Market Intelligence creen que Rusia tardará 10 años en recuperarse de las sanciones hasta el nivel de 2021.
El desarrollo futuro de los acontecimientos en la economía rusa se caracteriza por una incertidumbre significativa, mientras que las restricciones impuestas anteriormente a la Federación rusa, de acuerdo con el escenario base del banco central, se mantendrán en el horizonte de pronóstico. Esto se afirma en el proyecto de directrices de la política monetaria estatal única para 2023-2025. "El desarrollo futuro de la economía rusa se caracteriza por una incertidumbre significativa. Se asocia tanto con el ajuste interno de la economía a las nuevas condiciones como con eventos externos. La Duración y la profundidad de la recesión en los próximos años dependerán en gran medida de la rapidez con que las empresas puedan reestructurar las cadenas de suministro y logística, asimilar nuevos mercados y encontrar nuevos proveedores, desarrollar tecnologías compensatorias y cómo se ajuste el mercado laboral. En el escenario base, el banco de Rusia asume que las restricciones impuestas se mantendrán en el horizonte de pronóstico", señala el documento.
Según el banco central, la recuperación no comenzará hasta la segunda mitad del año. El banco de Rusia logró contener la agitación en los mercados y la caída del Rublo mediante controles de capital y un fuerte aumento de las tasas de interés. El estímulo fiscal y la flexibilización de la política monetaria comenzarán a tener un efecto, mitigando el impacto de las sanciones internacionales.
La economía rusa se contraerá durante dos años consecutivos en medio de sanciones a gran escala: este año la recesión será del 7,8%, el próximo del 0,7%. La inflación en términos anuales será del 17,5% al final de 2022. Estos datos se dan en las condiciones de escenario actualizadas del desarrollo de la economía para 2023 y 2024-2025. Incluso a corto plazo, la incertidumbre es bastante alta: esta es la continuación de la presión de las sanciones, la implementación de las restricciones ya adoptadas, que a menudo tienen un carácter diferido, problemas logísticos, es necesario establecer un sistema comercial, aumentar el volumen de negocios comercial con nuevos socios, especialmente con los asiáticos, establecer cadenas logísticas, reemplazar las importaciones de inversión que caen con la producción nacional.
La crisis causada por las sanciones afectará a los ingresos de la población. La indexación prometida cubrirá solo los salarios de los empleados del presupuesto, pero no cubrirá los salarios en el sector extrapresupuestario, los ingresos de las actividades empresariales y de la propiedad, que pedirán fuertemente.
La crisis moderna puede ser prolongada, la firma de un tratado de paz no garantiza la no reanudación de las hostilidades, ya que hay "personas interesadas" entre la oligarquía mundial que obtienen enormes ganancias del suministro de armas, así como la reorientación hacia los portadores de energía que controlan los países occidentales. Tres de los cuatro indicadores principales señalan los riesgos de una recesión global a fines de 2022 y principios de 2023, según un comentario analítico de la agencia de calificación ACRA. Los expertos consideran que la recesión mundial es la disminución del PIB real anual per cápita, junto con la disminución de otros indicadores de la actividad económica (producción industrial, empleo, consumo de energía, etc.).
El crecimiento de la economía dependerá de la demanda global, principalmente de petróleo, así como de los esfuerzos de los líderes rusos para nivelar los efectos negativos en la economía en el marco de la política monetaria y fiscal.
El Ministerio de desarrollo económico de la Federación rusa predijo que el PIB disminuirá en 2023, en un 0,8%, pero en 2024-2025 seguirá un crecimiento anual del 2,6%. Las sanciones occidentales impuestas a Rusia han provocado una carrera económica por la autosuficiencia. La seguridad energética se ha convertido en una prioridad: después de que Europa se cortó del petróleo y el gas rusos, comenzó a observarse una escasez de energía y un aumento de los precios. En los Estados Unidos, se registra un deseo de dar preferencia a los socios comerciales en la búsqueda de metales y materiales necesarios para la transición a cero emisiones. Al mismo tiempo, la intensidad de la competencia estratégica entre los Estados Unidos y China ha crecido, los Estados Unidos están tratando de limitar el acceso de China a la alta tecnología" (tikhomirov A. E., la Ciencia confirma – 24. "Ridero", Ekaterimburgo, 2022, P. 25-26).
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