Descripción de la Patagonia y de las Partes Adyacentes de la América Meridional. Falkner Thomas
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Descripción de la Patagonia y de las Partes Adyacentes de la América Meridional - Falkner Thomas страница 4
El pais de Buenos Aires, antigua habitacion de los Querandis, està situado à la parte meridional del Rio de la Plata. La costa es baja y húmeda, con muchos pantanos, y su orilla està cubierta de bosques cuya madera sirve para el fuego. Este pais es llano con tal cual ribazo, debiéndose admirar que, en toda esta vasta jurisdiccion, en la de Santa Fé, y la de Santiago del Estero, no se encuentra una piedra, siendo el producto natural del pais; sucediendo lo mismo hasta llegar á las montañas del volcan Tandil y Cayrú, al suroeste de Buenos Aires.
El pais entre Buenos Aires y el rio Saladillo, (limites del gobierno español, al sur de esta provincia), es del todo llano, sin àrbol ni ribazo alguno, hasta llegar à las orillas de este rio, el cual dista cerca de 23 leguas de las colonias españolas. Este pais tiene como 20 leguas de ancho, desde el nord-este al sud-este, confinando con los lugares de Matanza y Magdalena. Al norte del Saladillo hay muchas y grandes lagunas y valles profundos. Las lagunas que conozco son, las de la Reduccion, Sauce, Vietes, Chascomus, Cerrillos y Lobos. Al sud-oeste de este pais hay una laguna larga y angosta de agua dulce, cerca del rio de San Borombon, cosa rara en este pais, distante ocho leguas de las colonias españolas mas inmediatas. Cerca de seis leguas mas adelante, està el gran rio, ó por mejor decir, la laguna de San Borombon, formada de las aguas que sobran à las de la Reduccion, Sauce, Vietes y Chascomus. Cuando se hinchan con grandes lluvias, algunas veces se estienden á una milla de ancho, no teniendo orilla ni caida, sino un fondo llano. Cuando està mas crecida esta laguna solo tiene una braza de profundidad en el medio, y la mayor parte del año suele estar enteramente seca. Despues de correr doce leguas, desde la de Chascomus, entra en el Rio de la Plata, un poco mas arriba de la Punta de Piedra.
De este rio al Saladillo hay doce leguas, caminando al sud-oeste. El pais intermedio es bajo y llano como lo demas, y en algunas partes tiene abundancia de pastos, especialmente en las orillas del Saladillo. En años secos, faltando la yerba en las orillas del Rio de la Plata, todo el ganado, perteneciente á los españoles de Buenos Aires, pasa á las orillas del Saladillo, donde encuentra alguna yerba, por razon de la humedad y profundidad de la tierra.
Estas llanuras se extienden al occidente hasta el Desaguadero ò territorio de Mendoza, y no tienen mas agua que la que cae del cielo, y se recojen en las lagunas, excepto la de los tres rios: – el Desaguadero, Hueyquey y el Saladillo. Este pais no está habitado ni cultivado por indios ni españoles, pero abunda en ganados, caballos silvestres, venados, avestruces, armadillos, gamos, patos silvestres ó ànades, y otra caza.
El rio Saladillo, por razon de ser salado, solo se bebe por el ganado: casi todo el año tiene tan poca agua, que en un parage, llamado el Callighen, á ocho leguas de su boca, donde es muy ancho, no llegan las aguas á los tobillos, y aun à su boca no podria pasar un barquito cargado. Sin embargo, á principios de Octubre, le he visto crecer tan prodigiosamente, que llegaba á sus orillas en veinte y cuatro horas, y con un brazo de agua, en el parage mencionado, de un cuarto de milla de ancho, y esto sin caida de mucha agua en sus contornos.
Estas avenidas generalmente duran dos ó tres meses. El Saladillo nace de una laguna, donde se descarga el rio Quinto que pasa por San Luis. Esta laguna, cuando sobresale con lluvias ò nieves derretidas que caen de las montañas, causa la inundacion de aquel rio: el cual, como toma su curso por el distrito de Buenos Aires, pasando hácia el mediodia, acercándose à las primeras montañas, volviéndose despues al norte y otra vez al este, recibe las aguas de muchas y grandes lagunas, que salen de madre en tiempo de lluvias: pero cesando estas, aquel rio està casi seco. A sus orillas, á cosa de ocho leguas de su boca, hay muchos bosques de un árbol llamado tala, que solo sirve para el fuego, ò hacer vallados. El último de estos bosques, llamados la isla Larga, llega hasta cerca de tres leguas de la entrada del Rio de la Plata.
Este rio es uno de los mayores de toda la América, y entra en el mar por una boca de setenta millas de ancho: algunos dicen que solo tiene sesenta, y otros lo extienden á ochenta. Llámanle el Rio de la Plata desde el paraje donde se junta con el Uruguay, corriendo con el nombre de Paranà mas arriba de su principal brazo. En este rio entran los del Bermejo, Pilcomayo, que pasa por Chuquisaca, y el Paraguay, (de donde toma aquella provincia el nombre), que va por la ciudad del Paraguay, ó Asumpcion, comunicàndose por brazos navegables, con las minas de oro portuguesas de Cuyabá y Matogroso, como tambien con el Perú, de la misma manera que el Paranà se comunica con las del Brasil, y montañas de San Pablo.
En las orillas del rio Carcarañal ò Tercero, cerca de tres ó cuatro leguas ante que entre en el Paraná, se encuentran muchos huesos de un tamaño extraordinarioque parecen humanos: algunos son mayores que otros, y con proporcion à personas diferentes en edad. He visto huesos de muslos, costillas, y varias piezas de calaveras. Vì tambien dientes de tres pulgadas de diàmetro, en sus bases.
Estos huesos, segun me informaron, se hallan tambien en las orillas de los rios Paranà y Paraguay, igualmente que en el Perú. El historiador Garcilaso de la Vega Inca, hace mencion de haberse encontrado tales huesos en el Perú, diciendo que los indios tienen tradicion de que los gigantes habitaron aquellos paises antiguamente, y que Dios lo destruyó por el crimen nefando.
Yo mismo encontré una concha de un animal de huesos sexagenales, teniendo cada hueso lo menos una pulgada de diàmetro, y la concha casi tres varas de ancho. Parecia en todo excepto en el tamaño, à la parte superior de la concha del armadillo, la cual solo tiene una cuarta de ancho. Algunos de mis compañeros encontraron tambien cerca del Rio Paranà un esqueleto de cocodrilo, ó lagarto, y yo vì parte de las vertebras, cada una de las cuales tenia cuatro pulgadas de grueso, y cerca de seis de ancho. Por la medida, ó exámen anatómico de estos huesos, está bien asegurado que este tamaño extraordinario no nacia de la adquisicion de otra materia; porque hallé que las fibras de estos huesos eran mayores, à proporcion de aquel tamaño. Las bases de sus dientes estaban enteras, pero sus raices gastadas, pareciendo exactamente á la figura de un diente humano. Estas cosas son bien sabidas de todos los que han vivido en este pais pues de otro modo no me atreviera à escribirlo.
El rio Paranà tiene la extraordinaria propiedad de convertir muchas sustancias en una piedra muy dura. Cuando fué la primera vez descubierto era navegables por navios pequeños, hasta la ciudad de Asumpcion; pero desde entonces se ha llenado de tanta arena, que aun los menores barcos mercantiles, no pueden pasar de Buenos Aires. Los mayores bajeles y navios de guerra, estàn obligados à descargar en Montevideo, necesitàndose de pilotos buenos en este rio, para libertarse de los dos bancos, llamados el banco Inglés, y el banco de Ortiz y de tropezar en la Punta de Piedras, que se estiende muchas leguas debajo del agua, y cruza todo el rio. El canal del norte es mas estrecho y mas profundo; el del mediodia mas ancho y menos profundo. El opuesto banco de Ortiz no tiene tres brazas de agua, con un fondo àspero y pedegroso. Este rio tiene dos inundaciones cada año, una grande y otra pequeña, provenientes de las lluvias que caen en aquellos vastos paises, de donde el Paraná y el Paraguay tienen su nacimiento. La pequeña sucede por lo comun en Julio, y se llama la avenida de los pejerreyes cubriendo las mas veces todas las islas del Paraná. La grande inundacion empieza en Diciembre, y dura todo Enero, y algunas veces Febrero, subiendo de 5 à 6 varas sobre las islas; de manera que solo se pueden ver las copas de los àrboles mas altos de que abundan las islas de este rio. En este tiempo dejan aquellos parajes, y nadan hácia tierra firme los leones, tigres, ciervos y aguará-guazú. En las avenidas estraordinarias algunas veces han pensado los moradores en desamparar la ciudad por miedo de un diluvio; bien que, cuando estas avenidas entran en el Rio de la Plata solo cubren los paises bajos que estàn á sus orillas.
Algunas de las