8 minutos diarios para adelgazar de abajo. Philippe Blanchemaison

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8 minutos diarios para adelgazar de abajo - Philippe Blanchemaison

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style="font-size:15px;">      No, nunca – 0

      Solo en épocas de mucho calor o en largos trayectos en avión, tren o coche – 1

      Sí, casi todos los días, pero sólo por la noche – 2

      Sí, todos los días desde por la mañana – 3

Resultados

      Si su resultado total es:

      Inferior o igual a 11

      Se arriesga levemente a padecer una insuficiencia venosa. Siga los consejos de estilo de vida que le presentamos a continuación para conservar el buen estado de salud de las venas.

      Entre 12 y 22

      Se arriesga a padecer una insuficiencia venosa o esta dolencia ya se ha manifestado en usted mediante algunos síntomas que ponen de relieve la delicadeza de sus venas.

      Es hora de actuar de forma activa y personal (deporte y normas de disciplina venosa), así como médica (venotónicos, contención, drenaje linfático, etc.).

      Igual o superior a 23

      Padece una insuficiencia venosa grave o un riesgo elevado de sufrirla algún día. Debe detener la evolución de la enfermedad mediante un tratamiento médico (esclerosis, cirugía, láser) y consolidar los resultados obtenidos respetando las normas de estilo de vida que le indicaremos más adelante.

      ¿Cómo se produce la retención de líquidos?

      Ahora le invito a realizar un viaje por el interior de las piernas, en lo más profundo de los vasos.

      He intentado que esta demostración sea lo menos complicada posible. No obstante, si no desea conocer todos y cada uno de los detalles, puede pasar a la lectura del capítulo siguiente.

      Un circuito muy preciso

      La función de las arterias consiste en transportar una cantidad de sangre roja activa repleta de nutrientes y de oxígeno a las células que van a alimentar. Posteriormente, dichas células, tras haber utilizado el oxígeno y los nutrientes para funcionar, expulsan residuos y dióxido de carbono.

      A continuación, las venas profundas toman el relevo y recogen, desde los pies hasta el corazón, la sangre inservible, que presenta un color rojo oscuro debido a que está cargada de toxinas. Si todo este proceso se sucede correctamente, el mecanismo funciona como un reloj, aunque puede ocurrir que dicho mecanismo se «paralice», en particular cuando el individuo sufre molestias circulatorias.

      Problemas circulatorios

      Los problemas circulatorios de las arterias y de las venas profundas son muy diferentes. Cuando una arteria se estropea, se encoge y se endurece, y hablamos entonces de arterosclerosis. En cambio, cuando una vena se deteriora, al contrario que ocurre con las arterias, se ablanda, se ensancha, se dilata, ya que su misión es totalmente distinta: se encarga de drenar las toxinas y el agua de lavado de las células. Ahora bien, recoger la sangre desde los pies hasta el corazón todos los días, luchando contra el fenómeno de la gravedad, es una tarea problemática.

      Nuestra vida se desarrolla de pie o sentados de forma prolongada y nuestra sangre presenta un determinado peso, por lo que tiende a volver a bajar hacia los pies y, en consecuencia, a dilatar las venas. Para que lo entienda, imagínese un globo de goma con forma de salchicha lleno de agua. Si lo mantiene de forma vertical, las paredes del mismo no mantendrán una forma paralela, sino que adquirirán más bien la forma de una pera o una gota de agua; lo mismo ocurre con las venas: si las paredes no son lo suficientemente sólidas (la causa puede ser hereditaria), aquellas irán dilatándose progresivamente. Se trata del principio de un círculo vicioso, ya que, cuanto más se dilaten, más cantidad (y por tanto, más peso) de sangre podrán albergar. En consecuencia, cada vez será más complicado volver a hacer subir la sangre hacia el corazón, por lo que la sangre venosa se estancará en las piernas. Como veremos más adelante, dicha sangre será la causante de la retención de líquidos.

      Músculos, venas superficiales y venas perforantes

      Prosigamos con nuestro viaje. Ahora, las arterias y las venas profundas irán acompañadas de otros dos agentes esenciales en la circulación venosa: los músculos y las venas superficiales.

      Las venas profundas están rodeadas de músculos, de los cuales los más importantes son los músculos profundos, también denominados músculos posturales. Estos músculos rodean y sostienen a las venas. En caso de que estas últimas sean demasiado frágiles y se dilaten con demasiada facilidad por el peso de la sangre, los músculos actuarán como una auténtica contención natural.

      Debido a esto, se comprende en seguida lo importante que es tener un buen tono y una buena actividad muscular. Ahora bien, las venas profundas, que están en nuestros músculos y no son visibles, representan el 80 % de la totalidad de las venas de nuestras piernas. El 20 % restante se encuentra en o bajo la piel, en el tejido adiposo. Cuando las venas superficiales enferman, se dilatan y pueden formar varicosidades (pequeños capilares violáceos visibles en las piernas) o varices (grandes venas moradas y arqueadas, visibles a través de la piel).

      No olvidemos, además, que pasamos la mayor parte del tiempo en posición vertical, de pie o sentados, y que la presión en las venas, es decir, el peso de la sangre, puede aumentar significativamente si estas se dilatan. Ahora bien, las venas profundas y las superficiales se comunican a lo largo de la pierna a través de un tercer tipo de venas, las llamadas venas perforantes. Según el célebre principio de los vasos comunicantes, cualquier distensión de las venas profundas en los músculos repercutirá en las venas superficiales, lo que favorecerá la retención de líquidos en la piel y la celulitis.

      La primera conclusión tras esta primera etapa transcurrida en lo más profundo de nuestras células es que no cabe esperar un resultado duradero en un tratamiento de retención de líquidos con una paciente que presente una dilatación considerable de las venas profundas, sino que hay que fortalecer el soporte muscular de estas venas, es decir, hay que reforzar los músculos profundos posturales. Los 8 minutos diarios de Fast Gym que se describen en el capítulo 4 podrán contribuir en el logro de dicho resultado.

      Por último, hablaremos de otro agente de la circulación sanguínea en las piernas: los vasos linfáticos. La mayoría de ellos se extiende por las venas superficiales de las extremidades inferiores, y tienen como función recoger el exceso de agua de las piernas y llevarlo hasta el corazón. En cierto modo, actúan como una válvula de seguridad que, cuando funciona perfectamente, evita la retención de líquidos.

Resumen 

      Las condiciones de una buena circulación

      • La sangre fresca, cargada con nutrientes y oxígeno, desciende por las arterias desde el corazón hacia las piernas para alimentar a los tejidos.

      • Las células expulsan residuos, toxinas y dióxido de carbono, sustancias que las venas profundas y las superficiales trasladarán desde los pies hasta el corazón. Este retorno venoso se efectúa en contra de la presión de la gravedad, por lo que hay que luchar contra el peso de la sangre que tiende a dilatar las venas.

      • De forma paralela a esta función de la circulación, que consiste en transportar los nutrientes para alimentar a las células y llevar los residuos al corazón, la segunda función que le corresponde es la de trasladar el agua necesaria a los tejidos a fin de que se produzca el lavado diario de todas las células. Cada día, 8 litros de agua salen de nuestras arterias para

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