Resucitada . Морган Райс

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Resucitada  - Морган Райс Diario de un Vampiro

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por la escalera del porche y el crujido de la grava; luego lo oyó entrar en su coche e irse.

      Caitlin tenía ganas de llorar. No quería pelear con Caleb, especialmente ahora. Pero no podía dejar que él la convenciera de que estaba perdiendo contacto con la realidad. Ella recordaba lo que había visto. Y sabía que tenía razón. No iba a permitir que otros trataran de convencerla de que estaba perdiendo la cabeza.

      Caitlin se volvió hacia Sam y Polly, quien seguían allí, inmóviles, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. Nunca antes habían visto a Caitlin y Caleb pelearse. La misma Caitlin nunca antes había visto algo así -hasta ese momento, su relación siempre había sido muy armoniosa. Sam y Polly se veían atónitos, con miedo a interferir. También la miraban como si ella se hubiera vuelto loca, como si no estuviera en su sano juicio. Caitlin se preguntó si ellos estaban del lado de Caleb.

      "Creo que tal vez debería buscarla también," dijo Sam tentativamente. "Dos coches buscando por las calles es mejor que uno. Y no sirvo de nada aquí. ¿Te parece bien? ", le preguntó a Caitlin.

      Caitlin asintió, no quería abrir la boca por miedo a ponerse a llorar. Sam tenía razón; él no era de mucha utilidad en la casa. Y Polly estaba con ella. Sam se acercó y le dio un rápido abrazo, luego se volvió y salió.

      “Tengo mi celular", dijo al salir. "Llámenme si saben algo."

      Sam cerró la puerta y Polly se acercó a Caitlin y le dio un largo abrazo. Caitlin le devolvió el abrazo. Se sentía acompañada al tener a su mejor amiga junto a ella. No sabía qué hubiera hecho sola.

      Las dos se sentaron una al lado de la otra en el sofá, mientras Caitlin se enjugaba una lágrima que se estaba formando en la esquina de sus ojos. Sus ojos estaban muy rojos y en carne viva después de tantas horas de estar llorando. Ahora, sólo se sentía vacía.

      "Lo siento tanto", dijo Polly. "Es como si todo esto fuera una pesadilla. Es simplemente horrible. No tengo palabras qué decirte. No entiendo que pasó. Nada tiene ningún sentido. Sé que Scarlet no se droga. Ella nunca lo haría. Y tienes razón: Blake parece un buen chico.”

      Sentada allí, Caitlin se quedó mirando por la ventana mientras caía la noche, y asintió automáticamente con la cabeza. Quería hablar, pero se sentía tan débil, que tenía miedo de ponerse a llorar de nuevo.

      "¿Qué crees de lo que dijo la policía?", Polly preguntó. “¿Sobre ponerte en contacto con sus amigos? ¿Crees que sea una buena idea? "

      De pronto, Caitlin lo recordó: era lo que tenían que hacer. Se estrujó el cerebro, preguntándose cómo podía ponerse en contacto con sus amigos.

      Entonces recordó: el teléfono de Scarlet. Scarlet había salido sin siquiera detenerse a agarrarlo. Su teléfono debía estar en algún lugar de la casa. Tal vez en su bolso. Probablemente en su dormitorio.

      Caitlin se levantó del sofá.

      "Tienes razón", Caitlin dijo. "Su teléfono. Debe estar en su dormitorio.”

      Caitlin atravesó el cuarto y subió la escalera con Polly y Ruth tras sus talones.

      Se apresuró a la habitación de Scarlet, vio las sábanas y las almohadas vueltas hacia arriba, vio el hueco en la plancha de yeso donde Caleb había caído y se había golpeado la cabeza, y lo recordó todo. Se sintió mareada mientras revivía todo nuevamente. Se veía como si hubiera ocurrido un desastre.

      Caitlin sintió una oleada de determinación mientras revisaba la habitación. Buscó entre el desorden, en su escritorio, en su tocador, entonces vio su bolso colgado en una silla. Buscó en el bolso, sintiéndose un poco culpable, y palpó su teléfono. Lo sacó, victoriosa.

      “¡Lo encontraste!" Polly gritó, corriendo hacia ella.

      Todavía tenía un poco de batería. Lo abrió, sintiéndose mal por estar espiando, pero necesitaba hacerlo. No sabía los números de los amigos de Scarlet, y no tenía otra forma de ponerse en contacto con ellos.

      Apretó los contactos de Scarlet, y luego fue a sus favoritos. Movió el cursor por la lista y vio docenas de nombres. Reconoció algunos nombres y otros no.

      "Deberíamos llamar a todos", Polly dijo. "Uno por uno. Tal vez alguien sepa algo.”

      Caitlin se quedó sin moverse, como paralizada, de repente se sintió abrumada. Cuando fue a marcar el primer contacto, se dio cuenta cómo le temblaban las manos.

      Polly también lo notó; se acercó y puso una mano sobre la muñeca de Caitlin, y la miró.

      "Caitlin, cariño, todavía estás en shock. Déjame llamar a todas estas personas. Por favor. Me daría algo que hacer. Siéntate y descansa. Has pasado por un infierno, y ya has hecho todo lo que estaba a tu alcance."

      Caitlin sabía que Polly tenía razón. No estaba realmente en su sano juicio. Miró el teléfono y, por un momento, casi olvidó lo que estaba haciendo. Extendió la mano y se lo pasó a Polly.

      Caitlin se dio vuelta y salió de la habitación y, en unos instantes, oyó la voz de Polly mientras hablaba con alguien en la línea.

      "¿Eres Heather?" Polly llamó. “Yo soy Polly Paine. Soy la tía de Scarlet Paine. Lamento molestarte, pero estamos buscando a Scarlet. ¿La has visto?”

      Poco a poco, la voz de Polly se iba desvaneciendo mientras Caitlin bajaba los escalones. Se agarraba de la barandilla, se sentía mareada, como si el mundo fuera a desplomarse debajo de ella.

      Finalmente, entró a la sala, se acercó a una silla grande y mullida, y se hundió en ella. Se sentó allí, mirando por la ventana, la cabeza le daba vueltas. A pesar de sus mejores esfuerzos, las imágenes pasaban por su mente: Scarlet en la cama, gritando; su gruñido, cuando arrojó a Caleb, saliendo de la casa .... ¿Todo eso había sido real?

      Mientras pensaba en todo ello, no podía dejar de recordar su reunión con Aiden. Sus palabras, su diario. ¿Su diario había causado todo eso? ¿Por qué había tenido que ir a ese estúpido ático? ¿Por qué tuvo que ir a verlo? Si no lo hubiera hecho, si no lo hubiera tocado, ¿todo esto habría sucedido?

      Pensó en la advertencia de Aiden, que Scarlet desataría el vampirismo de nuevo en el mundo.

      Es necesario que la detengas.

      Caitlin se quedó sentó allí, mientras se preguntaba. ¿Qué estaba haciendo Scarlet en ese momento? ¿Se estaba alimentando de la gente? ¿Se estaba convirtiendo en un vampiro? ¿Lo estaba propagando? ¿El mundo nunca sería el mismo? ¿Era Caitlin la responsable de eso?

      Caitlin tenía ganas de agarrar el teléfono y llamar a Aiden.Para presionarlo. Exigirle que le dijera todo, hasta el último detalle.

      Pero no se atrevía. Agarró el teléfono y lo sostuvo pero algo dentro de ella la detuvo. Recordó las palabras finales de Aiden, que le provocaron una nueva oleada de náuseas. Quería a Scarlet más que a la vida misma, y nunca podría hacerle daño.

      Mientras seguía sentada allí, con el teléfono en la mano, mirando por la ventana, escuchando la voz lejana de Polly en el piso de arriba, su mente daba más vueltas y vueltas. Sintió sus párpados pesados. Antes de que pudiera darse cuenta, estaba profundamente dormida.

*

      Caitlin despertó y se encontró sola en su casa grande y vacía. Todo estaba en silencio. Se quedó sentada allí, preguntándose donde se habían ido todos, se levantó y cruzó la

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