Una Vez Abandonado . Блейк Пирс
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“Yo la conocí, ¿recuerdas? Simplemente lo sé. No era la clase de chica que haría algo así. Ella no quería morir”.
Jilly pausó por un momento.
Luego dijo: “Sé lo que se siente querer morirse. Sé que ella nunca lo sintió”.
El corazón de April saltó hasta su garganta.
Sabía que Jilly había atravesado cosas muy duras. Jilly le contó de aquella noche en la que su padre abusivo no la dejó entrar en casa. Jilly durmió en un tubo de desagüe, y luego fue a una parada de camiones donde trató de convertirse en prostituta. Luego mamá la encontró.
Jilly definitivamente sabía lo que se sentía querer estar muerta.
April sentía que una oleada de horror y terror estaba a punto de estallar dentro de ella. ¿Podría Jilly estar equivocada? ¿Lois se sintió tan miserable como para suicidarse?
“Permiso”, dijo. “No creo poder comer ahora”.
April se levantó de la mesa y subió las escaleras a su dormitorio corriendo. Cerró la puerta, se tiró en su cama y rompió a llorar.
No sabía cuánto tiempo había pasado. Después de un rato, oyó un golpe en la puerta.
“April, ¿puedo pasar?”, preguntó su madre.
“Sí”, dijo April en una voz conmocionada.
April se sentó, y mamá entró en la habitación llevando un sándwich de queso a la plancha en un plato. Mamá sonrió con compasión.
“Gabriela pensó que esto podría ser mejor para tu estómago que tapado”, dijo mamá. “Le preocupa que te enfermes si no comes. A mí también me preocupa”.
April sonrió entre sus lágrimas. Era un gesto muy dulce de Gabriela y mamá.
“Gracias”, dijo.
Se limpió los ojos y tomó un bocado del sándwich. Mamá se sentó en la cama junto a ella y tomó su mano.
“¿Quieres hablar de lo que pasó?”, preguntó mamá.
April ahogó un sollozo. Por alguna razón, recordó que su mejor amiga, Crystal, se había mudado recientemente. Su padre, Blaine, fue golpeado gravemente aquí en esta casa. A pesar de que él y mamá se gustaban, la situación lo conmocionó tanto que decidió mudarse.
“Tengo una sensación muy extraña”, dijo April. “Como si fue mi culpa de alguna forma. Nos pasan muchas cosas terribles, pareciera que fueran contagiosas o algo. Sé que no tiene sentido pero...”.
“Entiendo cómo te sientes”, dijo mamá.
Esto sorprendió a April. “¿Sí?”.
La expresión de mamá se entristeció.
“Yo también me siento igual”, dijo. “Mi trabajo es peligroso. Y pone en peligroso a todas las personas que amo. Me hace sentir culpable. Muy culpable”.
“Pero no es tu culpa”, dijo April.
“Entonces ¿por qué crees que es tu culpa?”.
April no sabía qué decir.
“¿Qué más te está molestando?”, preguntó mamá.
April lo pensó por un momento.
“Mamá, Jilly tiene razón. No creo que Lois se suicidó. Y Tiffany no lo cree tampoco. Yo conocí a Lois. Estaba feliz, era una de las personas más centradas que jamás he conocido. Y Tiffany la admiraba. Ella era la heroína de Tiffany. Simplemente no tiene sentido”.
April sabía por la expresión de su madre que no le creía.
“Solo cree que estoy histérica”, pensó April.
“April, la policía debe pensar que fue suicidio, y su madre y su padre...”.
“Bueno, están equivocados, dijo April, sorprendida por la acidez de su propia voz. “Mamá, tienes que comprobarlo. Sabes más de este tipo de cosas que ellos. Incluso más que la policía”.
Mamá negó con la cabeza tristemente.
“April, no puedo hacerlo. No puedo investigar algo que ya ha sido resuelto. Piensa en cómo se sentiría la familia”.
April estaba a punto de comenzar a llorar otra vez.
“Mamá, te lo ruego. Si Tiffany jamás se entera de la verdad, arruinará su vida. Nunca lo superará. Por favor, por favor haz algo”.
Era un enorme favor, y April lo sabía. Mamá no respondió por un momento. Se levantó y se asomó por la ventana de la habitación. Parecía estar perdida en sus pensamientos.
Aún mirando afuera, mamá finalmente dijo: “Iré mañana a hablar con los padres de Tiffany. Bueno, si es que quieren hablar conmigo”. Eso es todo lo que puedo hacer”.
“¿Puedo ir contigo?”, preguntó April.
“Tienes que ir a la escuela mañana”, dijo mamá.
“Hagámoslo después de la escuela entonces”.
Mamá se quedó callada y luego dijo: “Está bien”.
April se levantó de la cama y la abrazó fuertemente. Quería darle las gracias, pero se sentía demasiado abrumada con gratitud como para hablar.
“Mamá definitivamente puede descubrir lo que anda mal”, pensó April.
CAPÍTULO TRES
Riley condujo a April a casa de los Pennington la tarde siguiente. A pesar de sus dudas de que Lois Pennington había sido asesinada, Riley consideraba que esto era lo mejor.
“Se lo debo a April”, pensó mientras conducía.
Después de todo, sabía lo que era sentirse segura de algo y que nadie le creyera.
Y April ciertamente se veía muy segura de que algo andaba muy mal.
Para Riley, sus instintos no le habían hecho creer o una cosa o la otra. Pero a lo que entraron a un vecindario de clase alta de Fredericksburg, se recordó a sí misma que los monstruos acechaban a menudo detrás de las fachadas más serenas. Muchas de las casas encantadoras que pasaron seguramente estaban llenas de recuerdos. Esto lo sabía con certeza por todo el mal al que se había enfrentado.
Y no importaba si la muerte de Lois había sido suicidio o asesinato, un monstruo definitivamente había invadido la casa aparentemente feliz de los Pennington.
Riley se estacionó en la calle frente a la casa. Era una gran casa de tres pisos con un terreno bastante amplio. Riley recordó lo que Ryan había dicho sobre los Pennington.
“No