Una Vez Anhelado . Блейк Пирс

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Una Vez Anhelado  - Блейк Пирс Un Misterio de Riley Paige

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hasta que el avión atravesó unas nubes grises a un cielo más despejado. Luego una superficie acolchada se extendió debajo de ellos, ocultando la tierra donde las personas probablemente estaban corriendo para no mojarse. “Y siguiendo sus tareas diarias”, pensó Riley.

      Luego de que se asentara el viaje, Riley se volteó para mirar a Bill y le preguntó, “¿Qué tienes para mostrarme?”.

      Bill abrió su portátil sobre la mesa delante de ellos. Colocó una foto de una gran bolsa de basura negra apenas sumergida en aguas poco profundas. Podía ver una mano blanca muerta que se asomaba por la abertura de la bolsa.

      Bill explicó: “El cuerpo de Nancy Holbrook fue encontrado en un lago artificial en el sistema de embalses en las afueras de Phoenix. Era una acompañante de treinta años que cobraba caro. En otras palabras, una prostituta costosa”.

      “¿Se ahogó?”, preguntó Riley.

      “No. La causa de muerte fue asfixia. Luego fue metida en una gran bolsa de basura y arrojada al lago. La bolsa de basura fue rellenada con grandes piedras para que se hundiera más”.

      Riley estudió la foto de cerca. Ya se estaban formando muchas preguntas en su mente.

      “¿El asesino dejó evidencia física?”, preguntó. “¿Huellas, fibras, ADN?”.

      “Nada de nada”.

      Riley negó con la cabeza. “Lo que no entiendo es la eliminación del cadáver. ¿Por qué el asesino no se esforzó más? Un lago de agua dulce es perfecto para deshacerse de un cuerpo. Los cadáveres se hunden y se descomponen rápidamente en agua dulce. Obviamente podrían volver a la superficie más tarde debido a la distensión abdominal y los gases. Pero colocar piedras suficientes en la bolsa solucionaría ese problema. ¿Por qué dejarla en aguas poco profundas?”.

      “Creo que nos toca a nosotros descubrirlo”, dijo Bill.

      Bill colocó otras fotos de la escena del crimen, pero no proporcionaron mucha información.

      “¿Qué opinas?”, preguntó Riley. “¿Se trata de un asesino en serie o no?

      Bill frunció el ceño, reflexionando.

      “No lo sé”, respondió. “Realmente estamos tratando con el asesinato de una sola prostituta. Obviamente han desaparecido otras prostitutas en Phoenix. Pero eso no es nada nuevo. Sucede habitualmente en las grandes ciudades del país”.

      La palabra “habitualmente” hizo que los pelos de Riley se pusieran de punta. ¿Cómo podría considerarse la desaparición continua de una cierta clase de mujer algo “rutinario”? Aún así, sabía que lo que estaba diciendo Bill era cierto.

      “Cuando Meredith llamó por teléfono, lo hizo parecer urgente”, dijo ella. “Y ahora nos está dando el tratamiento VIP, dándonos un jet de la UAC para llegar allá directamente”. Riley lo pensó por un momento. “Sus palabras exactas fueron que su amigo quería que lo investigáramos como si fuera un asesinato en serie”. Pero por lo visto nadie está seguro que esto es obra de un asesino en serie”.

      Bill se encogió de hombros. “Quizás no lo sea. Pero, por lo visto, Meredith tiene una relación bastante estrecha con el hermano de la víctima, Garrett Holbrook”.

      “Sí”, dijo Riley. “Me dijo que fueron a la academia juntos. Pero todo esto es inusual”.

      Bill no argumentó este hecho. Riley se inclinó hacia atrás en su asiento para examinar la situación. Parecía bastante obvio que Meredith estaba rompiendo algunas reglas del FBI para hacerle un favor a su amigo. Esto no era algo que Meredith solía hacer.

      Pero Riley no le tenía menos estima por esto. En realidad admiraba su devoción a su amigo. Ella se preguntaba...

      ¿Rompería yo las reglas por alguien? ¿Por Bill, tal vez?

      Había sido más que un compañero a lo largo de los años y mucho más que un amigo. Sin embargo, Riley no estaba segura. Y eso la hacía preguntarse qué tan cercana se sentía a sus compañeros de trabajo, incluyendo a Bill, hoy en día.

      Pero ponerse a analizarlo en este momento no parecía tener sentido. Riley cerró los ojos y se durmió.

      *

      Aterrizaron en un día soleado de Phoenix.

      Bill le dio un codazo mientras se estaban bajando del jet y dijo: “Guau, el clima está hermoso. Por lo menos este viaje también servirá como unas vacaciones”.

      De alguna manera, Riley dudaba de que sería divertido. Tenía rato sin tomarse unas verdaderas vacaciones. Su último intento en Nueva York con April había sido truncado por los asesinatos y las locuras habituales que formaban una gran parte de su vida.

      “Necesito tomarme un verdadero descanso un día de estos”, pensó.

      Un agente local joven se encontró con ellos y los condujo a la oficina de campo del FBI de Phoenix, un edificio moderno llamativo. Mientras se estacionaba en la Oficina dijo: “¿No les parece genial el diseño? Incluso ganó un premio. ¿A qué se les parece?”.

      Riley miró la fachada. Tenía rectángulos rectos y largos y ventanas verticales estrechas. Todo había sido cuidadosamente colocado y el patrón parecía familiar. Se detuvo y lo miró fijamente por un momento.

      “¿Secuenciación del ADN?”, preguntó.

      “Sí”, dijo el agente. “Pero puedo apostar a que no adivinan a qué se parece el laberinto de rocas desde arriba”.

      Pero entraron al edificio antes de que Riley o Bill pudieran intentarlo. Riley vio el motivo del ADN repetido en las baldosas. El agente los llevó entre paredes y muros de separación horizontales hasta que llegaron a la oficina del agente especial encargado, Elgin Morley, y luego los dejó allí.

      Riley y Bill se presentaron a Morley, un hombre pequeño y cincuentón que tenía un gran bigote negro y anteojos redondos. Otro hombre también los estaba esperando en la oficina. Era cuarentón, alto, flaco y un poco jorobado. Riley pensó que se veía cansado y deprimido.

      “Agentes Paige y Jeffreys, conozcan al agente Garrett Holbrook”, dijo Morley. Su hermana fue la víctima que fue encontrada en el lago Nimbo”.

      Todos los agentes se dieron la mano y luego se sentaron a hablar.

      “Gracias por venir”, dijo Holbrook. “Todo esto ha sido bastante abrumador”.

      “Háblanos de tu hermana”, dijo Riley.

      “No tengo mucho que decir”, dijo Holbrook. “No puedo decir que la conocía muy bien. Era mi media hermana. Mi padre fue un mujeriego, dejó a mi mamá y tuvo hijos con tres mujeres diferentes. Nancy era quince años más joven que yo. No nos mantuvimos mucho en contacto a lo largo de los años”.

      Miró fijamente al piso por un momento, sus dedos tocando el brazo de su silla distraídamente. “Lo último que supe de ella es que estaba trabajando en una oficina y tomando clases en un colegio comunitario”, dijo sin levantar la mirada. “Eso fue hace unos años. Me sorprendió descubrir en lo que se había convertido. No tenía ni idea”.

      Luego se quedó

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