El Don de la Batalla . Морган Райс

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El Don de la Batalla  - Морган Райс El Anillo del Hechicero

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       CAPÍTULO DOS

       CAPÍTULO TRES

       CAPÍTULO CUATRO

       CAPÍTULO CINCO

       CAPÍTULO SEIS

       CAPÍTULO SIETE

       CAPÍTULO OCHO

       CAPÍTULO NUEVE

       CAPÍTULO DIEZ

       CAPÍTULO ONCE

       CAPÍTULO DOCE

       CAPÍTULO TRECE

       CAPÍTULO CATORCE

       CAPÍTULO QUINCE

       CAPÍTULO DIECISÉIS

       CAPÍTULO DIECISIETE

       CAPÍTULO DIECIOCHO

       CAPÍTULO DIECINUEVE

       CAPÍTULO VEINTE

       CAPÍTULO VEINTIUNO

       CAPÍTULO VEINTIDÓS

       CAPÍTULO VEINTITRÉS

       CAPÍTULO VEINTICUATRO

       CAPÍTULO VEINTICINCO

       CAPÍTULO VEINTISÉIS

       CAPÍTULO VEINTISIETE

       CAPÍTULO VEINTIOCHO

       CAPÍTULO VEINTINUEVE

       CAPÍTULO TREINTA

       CAPÍTULO TREINTA Y UNO

       CAPÍTULO TREINTA Y DOS

       CAPÍTULO TREINTA Y TRES

       CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

       CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

       CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

       CAPÍTULO TREINTA Y SIETE

       CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

       CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

       CAPÍTULO CUARENTA

       CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

       CAPÍTULO CUARENTA Y DOS

       CAPÍTULO CUARENTA Y TRES

       CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

       CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

       CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS

      Para Jake Maynard.

      Un verdadero guerrero.

      “Viniste a mí con una espada, una lanza y una jabalina –

      pero yo vine a ti con el Nombre del Señor, Maestro de las Legiones, Dios de los ejércitos”.

      -David a Goliat

      I Samuel, 17:45

      CAPÍTULO UNO

      Thorgrin, de pie en el barco que se balanceaba violentamente, miró delante suyo y lentamente, horrorizado, empezó a darse cuenta de lo que acababa de hacer. Bajó la mirada atónito hacia su propia mano, que todavía agarraba la Espada de los Muertos y, al alzar la mirada, vio a tan solo unos centímetros, la cara de su mejor amigo, Reece, que lo miraba fijamente, con los ojos abiertos como platos por el dolor y la traición. A Thor le temblaban violentamente las manos cuando se dio cuenta de que acababa de apuñalar a su mejor amigo en el pecho y estaba viendo cómo moría delante de sus ojos.

      Thor no comprendía lo que había sucedido. Mientras el barco daba vueltas y giraba, las corrientes continuaban empujándolos a través de los Estrechos de la Locura hasta que, finalmente, salieron al exterior. Las corrientes se calmaron, el barco recuperó el equilibrio y las gruesas nubes empezaron a levantarse cuando, con un último estallido, salieron a las aguas calmadas y tranquilas.

      Cuando

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