Viage al Parnaso La Numancia y El Trato de Argel. Miguel de Cervantes Saavedra
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Viage al Parnaso La Numancia y El Trato de Argel - Miguel de Cervantes Saavedra страница 9
Sacó otra vez á Proserpina hermosa,
Conque á España y al Dauro ha enriquecido,
Verasle en la contienda rigurosa,
Que se teme y se espera en nuestros dias,
Culpa de nuestra edad poco dichosa,
Mostrar de su valor las lozanias.
Pero qué mucho, si es aqueste el doto
Y grave DON FRANCISCO DE FARIAS?
Este, de quien yo fui siempre devoto
Oraculo y Apolo de Granada,
Y aun deste clima nuestro y del remoto,
PEDRO RODRIGUEZ es. Este es TEJADA,
De altitonantes versos, y sonoros
Con magestad en todo, levantada.
Este, que brota versos por los poros,
Y halla patria y amigos donde quiera,
Y tiene en los agenos sus tesoros,
Es MEDINILLA, el que la vez primera
Cantó el romance de la tumba escura,
Entre cipreses puestos en hilera.
Este, que en verdes años se apresura
Y corre al sacro lauro, es DON FERNANDO
BERMUDEZ, donde vive la cordura.
Este es aquel poeta memorando,
Que mostró de su ingenio la agudeza
En las selvas de Erifile cantando.
Este que la coluna nueva empieza,
Con estos dos que con su ser convienen,
Nombrarlos, aun lo tengo por baxeza.
MIGUEL CEJUDO, y MIGUEL SANCHEZ vienen
Juntos aqui, ó par sin par! en estos
Las sacras musas fuerte amparo tienen.
Que en los pies de sus versos bien cumpuestos,
Llenos de erudicion rara y dotrina,
Al ir al grave caso serán prestos.
Este gran caballero, que se inclina
A la leccion de los poetas buenos,
Y al sacro monte con su luz camina,
DON FRANCISCO DE SILVA es por lo menos:
Qué será por lo mas? O edad madura,
En verdes años de cordura llenos!
DON GABRIEL GOMEZ viene aqui, segura
Tiene con él Apolo la vitoria,
De la canalla siempre necia y dura.
Para honor de su ingenio, para gloria
De su florida edad, para que admire
Siempre de siglo en siglo su memoria,
En este gran sugeto se retire
Y abrevie la esperanza deste hecho,
Y Febo al gran VALDES atento mire.
Verá en él un gallardo y sabio pecho,
Un ingenio sutil y levantado,
Con que le dexe en todo satisfecho.
FIGUEROA es estotro el Dotorado,
Que cantó de Amarili la constancia
En dulce prosa y verso regalado.
Quatro vienen aqui en poca distancia
Con mayusculas letras de oro escritos,
Que son del alto asunto la importancia.
De tales quatro siglos infinitos
Durará la memoria, sustentada
En la alta gravedad de sus escritos.
Del claro Apolo la real morada
Si viniere á caer de su grandeza,
Será por estos quatro levantada.
En ellos nos cifró naturaleza
El todo de las partes, que son dinas
De gozar celsitud, que es mas que alteza.
Esta verdad, gran CONDE DE SALINAS,
Bien la acreditas con tus raras obras,
Que en los terminos tocan de divinas
Tu, el de ESQUILACHE PRINCIPE, que cobras
De dia en dia credito tamaño,
Que te adelantas á tí mismo y sobras:
Serás escudo fuerte al grave daño,
Que teme Apolo con ventajas tantas,
Que no te espere el esquadron tacaño.
Tú, CONDE DE SALDAÑA, que con plantas
Tiernas pisas de Pindo la alta cumbre,
Y en alas de tu ingenio te levantas.
Hacha has de ser de inextinguible lumbre,
Que guie al sacro monte, al deseoso
De verse en él, sin que la luz deslumbre.
Tú, el de VILLAMEDIANA, el mas famoso
De quantos entre Griegos y Latinos
Alcanzaron el lauro venturoso:
Cruzarás por las sendas y caminos
Que al monte guian, porque mas seguros
Lleguen á él los simples peregrinos.
A cuya vista destos quatro muros
Del Parnaso caerán las arrogancias
De los mancebos sobre necios duros.