Un cuento de magia. Chris Colfer
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Un cuento de magia - Chris Colfer страница 22
–Barrie tenía razón –dijo–. Nunca debemos dejar que un día cambie lo que…
De pronto, las páginas de La verdad sobre la magia comenzaron a brillar. Unos orbes de luz blanca lentamente brotaron del libro y llenaron la habitación oscura. A medida que estos se esparcían, se tornaban cada vez más y más pequeños, creando una ilusión de profundidad en todas direcciones hasta convertir a la biblioteca entera en una galaxia infinita.
Brystal se puso de pie y miró a su alrededor, sorprendida. No solo había confirmado que la magia en sus venas era real, sino que nunca antes había imaginado que fuera capaz de crear algo tan hermoso. La magia era tan trascendental que Brystal se olvidó de dónde estaba. No se sentía como si estuviera de pie en la biblioteca privada, sino flotando en su propio universo estrellado.
–¡SEÑORITA BAILEY! ¡¿QUÉ EN EL NOMBRE DE CHAMPION ESTÁ HACIENDO?!
La voz sobresaltó a Brystal y todos los orbes en la habitación se desvanecieron de inmediato. Al recuperar el foco de sus ojos, notó que la puerta de metal se había abierto sin que lo notara. El señor Woolsore estaba parado frente a ella con dos guardias armados y los tres la miraban como si fuera la criatura más desagradable que jamás hubieran visto.
–¡Esa es la muchacha de la que les he estado advirtiendo! –gritó el señor Woolsore y la señaló con un dedo tembloroso–. ¡Les he estado diciendo por meses que estaba tramando algo! ¡Pero nadie me creyó! ¡Creían que estaba loco por creer que una muchachita como ella era capaz de hacer tales cosas! ¡Ahora, miren, hemos atrapado a una bruja en el acto!
–¡Señor Woolsore! –dijo Brystal–. ¡Espere, lo puedo explicar! ¡Esto no es lo que parece!
–¡Guarda tus mentiras para el Juez, bruja! ¡Te hemos atrapado con las manos en la masa! –gritó el bibliotecario y volteó hacia los guardias–. No se queden ahí parados, ¡atrápenla antes de que lance otro hechizo!
Brystal se había preparado para varias situaciones en la que la atrapaban en la biblioteca privada de los Jueces, pero nunca pensó que ocurriría cuando estaba conjurando magia. Antes de que tuviera oportunidad de defenderse, los guardias cargaron contra ella y la sujetaron con todas sus fuerzas de los brazos.
–¡No! ¡No lo entiende! –le rogó–. ¡No soy una bruja! ¡Por favor, se lo suplico! ¡Déjeme probárselo!
A medida que los guardias sacaban a Brystal de la habitación, el señor Woolsore le quitó las gafas de lectura de su rostro y las partió a la mitad.
–No las necesitarás a dónde vas –le dijo–. ¡Llévensela!
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.