vez de a mejor, había ido a peor.
9. María de Magdala
La dinámica del día a día había vuelto a las andadas, pero eso no impedía que yo siguiera dedicando tiempo a estar en contacto con Ison.
Una noche, de nuevo dejó de responderme, pero cuál fue mi sorpresa cuando entablé comunicación con otro ser de luz. Esta vez era María de Magdala. ¡Qué mujer más interesante!
Hemos oído hablar mucho sobre ella; la Iglesia católica durante siglos la tachó de adúltera y prostituta. La integración de las referencias bíblicas e históricas con los recientes descubrimientos arqueológicos hechos en Magdala –hoy en día Migdal, Israel– han permitido reconstruir parte de su perfil y se están acercando más a la verdad. Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia, Magdala, situado en la costa occidental del lago de Tiberíades cerca de Cafarnaúm. Es considerada santa por la Iglesia católica ortodoxa y la comunión anglicana, y es mencionada, tanto en el Nuevo Testamento como en varios Evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret o Yeshúa. Pero María de Magdala fue mucho más que una discípula. Ella, al igual que Yeshúa, Juan y los demás, les abrió el camino a muchos para guiarlos a la luz, a Dios.
María de Magdala me contó que ella y su familia habían llegado de Egipto porque su madre era de allí, pero toda su vida estuvo en Israel. Era de una familia adinerada y se había instruido en todo lo concerniente a la diosa Isis. Ella transmitía su sabiduría al resto y para aquella época era una mujer muy moderna. Eso no gustaba al mundo machista que la rodeaba.
Ella me enseñó cosas sobre la diosa Isis. Hasta entonces había oído y leído poco sobre ella, pero a partir de sus conocimientos me empezó a interesar cada vez más. Parece ser que María era una sacerdotisa y maga que seguía las enseñanzas de Isis y también practicaba la clarividencia. Aunque había una cosa más importante que todo eso: era una gran sanadora.
María de Magdala iba con Yeshúa sanando a la gente y enseñando el camino para estar más cerca de Dios. Era una mujer muy diferente del resto y tenía mucho carácter, por eso algunos que la rodeaban le tenían miedo y envidia y no dudaron en ningunearla y confabular contra ella, pero ella ha venido para recuperar el lugar que le corresponde y para que todo el mundo sepa la verdad sobre ella.
La imagen con la que me visitó María de Magdala fue con una cruz caída, para anunciarme y explicarme lo que esta significa. La cruz caída nos habla de los seres de luz en la Tierra. Nos anuncia que van a contactar con todos los que van a abrir el camino a Dios como hicieron ellos. María de Magdala nos anuncia que están para ayudarnos a abrir el camino al resto de los humanos y ella es la que tiene esa misión en esta nueva era: La Anunciación.
10. Cambios
El 2016 y el 2017 fueron años de muchos cambios. Dejé el trabajo, encontré otro, hallé un nuevo amor y, lo que no me hubiera imaginado nunca, cambié mi querida ciudad, Bilbao, para irme a Pamplona.
Tenía muchos miedos e incertidumbres. Empezar de cero era un reto para mí, pero poco a poco, echando de menos a mi gente, mi familia y Bilbao, me fui sintiendo libre y plena.
En Pamplona conocí de la manera más tonta a unas personas que compartían mis inquietudes por buscar el camino a la luz. En realidad no fue en Pamplona, sino en una tranquila y mágica localidad de Navarra de la que en este libro no hablaré hasta que el lugar esté preparado para ello. Esa localidad nos unió tanto que seguimos juntándonos ahí cada vez que queremos encontrarnos a nosotros mismos y sentir la unidad.
En esos años, poco a poco encontré la estabilidad, pero un día tuve un sueño que parecía extremadamente real y que me dejó muy preocupada. Estaba viendo Nueva York hundirse y desaparecer poco a poco. No entendía qué significaba todo eso, pero al día siguiente tuve una nueva visita. Hacía mucho que no tenía visitas y me costó descubrir de quién se trataba, pero recordando el sueño me confirmó que lo que había visto me lo había proyectado él.
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