De diálogo nocturno a medianoche. Edith Stein

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De diálogo nocturno a medianoche - Edith Stein

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teobiografía.

      Cabe destacar que Edith Stein interpreta el símbolo de la noche como “una cosmovisión completa y una perfecta concepción del ser” de san Juan de la Cruz. Luego, hay una perspectiva filosófica fundamental. Claro está, se supone toda la riqueza del símbolo que tiende a transfigurarse él mismo en luz. Ver el mundo de noche es ver el mundo en tensión y en una apertura a lo invisible.

      Ahora bien, en este mismo texto Edith Stein reconoce en la noche cósmica y sus efectos un “doble aspecto”, que también se muestra en el simbolismo de la noche en la obra de san Juan de la Cruz, la noche iluminada y la noche oscura:

      “Frente a la noche oscura y espantosa está el embrujo de las noches de luna que la penetra con un suave y delicado resplandor. No se traga las cosas, sino que las deja brillar con aspecto nocturno. Todo lo duro, lo áspero y penetrante es moderado y suavizado y aparecen rasgos esenciales de las cosas que no se ven a la luz del día. Se escuchan también voces que el ruido del día amortigua y hace enmudecer. Mas no solamente la noche iluminada tiene sus encantos, sino que podemos igualmente encontrarlos en la noche oscura. Da fin a la prisa y al ajetreo del día y nos trae el descanso y la paz. Estos mismos efectos causa la noche, entendida en sentido anímico-espiritual. Hay también una suave claridad nocturna del espíritu en la cual el alma, libre de la esclavitud de los negocios cotidianos, se siente a un tiempo distraída y reconcentrada en una profunda armonía de su ser y de su vida entre el mundo y el trasmundo. Y hay en la paz de la noche un profundo y agradecido descanso”.

      Hay que añadir la distinción que viene haciendo acerca del triple sentido anímico, vital y espiritual que tiene la noche, lo que es acorde al carácter transformador propio del símbolo.

      Respecto a la noche mística afirma que:

      “No debe entenderse cósmicamente. No tiene su origen fuera del alma, sino que brota de sus mismas entrañas y afecta solo al alma de donde nace. Pero los efectos que opera en el interior, son semejantes a los de la noche cósmica: implica un hundimiento del mundo exterior, aunque el exterior se encuentre en la plena luz del día. Establece el alma en la soledad, la aridez y el vacío, liga la actividad de sus fuerzas y la angustia con los terrores amenazadores que en ella se ocultan. Sin embargo, también hay una luz en la noche, que descubre un nuevo mundo en lo más hondo del alma, y, en cierto modo, ilumina desde dentro el mundo exterior que se nos devuelve completamente transformado.

      La fenomenóloga estaca la “íntima analogía” que se establece entre la noche cósmica y la noche mística. Entre ambas:

      “hay que pensar en la relación de una expresión simbólica, como la que existe generalmente entre lo sensible y lo espiritual: de la misma manera que la fisonomía y los gestos son expresión de la personalidad y de la vida anímica y, al igual de como muchas veces lo espiritual, y aun el mismo Dios, se revelan en la naturaleza. Se trata de una comunidad de origen y una objetiva analogía que hace a lo sensible apropiado para revelar lo espiritual”.

      Finalmente retoma las primeras afirmaciones acerca de la noche: “La noche, […] tanto la cósmica como la mística, es algo informe e inaprensible que, en la plenitud de su sentido, solo sugiere sin agotar nunca su contenido”.

      Pero da un salto a una profunda comprensión de tipo filosófica:

      “En ello se incluye una cosmovisión completa y una perfecta concepción del ser. Un algo inaprensible es común a ambas que, sin embargo, resulta tan claro como para que por medio de la una podamos descubrir a la otra para la que sirve de camino, no por una elección intencionada y por una comparación pensada de antemano, sino sólo a través de la experiencia simbólica, que tropieza con la dependencia primitiva, y por ello, se encuentra una expresión gráfica que le es necesaria para manifestar lo que no puede expresarse en abstracto. Y con esto puede distinguir “la diferencia que existe entre el carácter simbólico de la cruz y la noche. La cruz es símbolo de todo lo que causal o históricamente depende de la de Cristo. Noche es la necesaria expresión cósmica de la mística cosmovisión de san Juan de la Cruz”.

      Noche como “la necesaria expresión cósmica de la mística cosmovisión de Juan de la Cruz”, es una afirmación muy contundente de este texto. Nos sitúa ante una cosmovisión, es decir, una mirada totalizadora e interpretadora de la realidad desde la experiencia mística que se deja expresar en el lenguaje del artista y, por lo tanto, clama por una racionalidad sensible y abierta al carácter nocturno que entraña toda realidad.

      Estos aspectos nocturnos se hacen evidentes en Medianoche de Florencia Martínez. Luego, su recreación y la puesta en escena tienen un trasfondo que impacta por la sintonía que establece con sus espectadores; allí se presenta una vida en sus múltiples contornos nocturnos, de misterio, a la vez que en sus rasgos esenciales que la luz del día oculta.

      Por lo tanto, no solo el drama personal e histórico señalado por Stein en su Diálogo nocturno, sino la misma noche, alcanza aquí su protagonismo como interpelación a un más allá de la claridad evidente de la razón diurna, hacia un abismo de realidad, “un algo inaprensible” en que cada vida se desarrolla y que apenas vislumbramos.

      Juan Francisco Pinilla A.

      Profesor de la Facultad de Teología

      Universidad Católica de Chile.

      Director Centro UC Estudios

      Interdisciplinarios en Edith Stein

      1 Proyecto VRI: El Diálogo nocturno de Edith Stein. Investigador responsable: Canales Contreras, Rodrigo; Coinvestigadores: Meis Wormer, Anneliese. Fecha de inicio: 04/2016; Fecha de término: 01/2018.

      2 Para las citas seguimos la edición española: Edith Stein, Obras Completas V. Escritos Espirituales. Burgos: Editorial de Espiritualidad, 2004, 729-736. Las referencias al texto alemán se toman de: Edith Stein, Gesamtausgabe. Geistliche Texte II, Nächtliche Zwiesprache II. Freiburg-Basel-Wien: Herder, 2015, 238-244.

      3 Bruno Forte, María, la mujer ícono del Misterio. Ensayo de mariología simbólico-narrativa. Salamanca: Sígueme, 1993, 75.

      4 Esta pieza teatral es la cuarta obra de las cinco que Edith Stein escribió siendo carmelita, durante “los cinco últimos años de su vida: una en Colonia (1938), y cuatro en Echt (1939, 1940, 1941, 1942), esto es, cada año escribió una pieza teatral; la última a menos de dos meses de su arresto y muerte” (cf. OC, V, 689)

      5 Sobre Diálogo nocturno y su relación con la adaptación libre de Medianoche: Juan Francisco Pinilla A. “Diálogo nocturno de Edith Stein” y “Medianoche. Teología, dramaturgia y ética”, Noche oscura. Actas del II Congreso Mundial Sanjuanista (Burgos: Grupo Editorial Fonte/Monte Carmelo/Universidad de la Mística/Cites, 2019), 417-430.

      6 Was ist Philosophie? Ein Gespräch zwischen Edmund Husserl und Thomas von Aquino en: Edith Stein Werke vol. XV. Freiburg: Herder, 1993, 19-48. En castellano la traducción de Alicia Valero M. ¿Qué es filosofía? Madrid: Ediciones Encuentro, 2001.

      

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