Descripción de la Patagonia y de las Partes Adyacentes de la América Meridional. Falkner Thomas
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Los rios que bañan este pais nacen de las altas montañas de Yacanto, Champanchin y Achala, las cuales casi lo son tanto como los Andes de Chile, formando una especie de brazos de las del Perú. Todos estos rios, excepto el Tercero, se vuelven salados á pocas leguas despues de pasar por las quiebras de las montañas de Córdoba, y aquellas llanuras se disminuyen, por la sequedad del suelo arenisco, y se estancan, ó se pierden finalmente en alguna laguna.
El rio Tercero es el mas considerable de todos ellos. Antes de pasar las montañas de Córdoba (donde tiene un gran despeñadero), se engruesa con la union de los rios Champanchin, Gonzalez, del Medio, Quillimsa, Cachucorac, la Cruz, Luti y del Sauce; pero llegando á las llanuras, parte de las cuales son muy areniscas, se sepulta durante el verano, y vuelve á salir à alguna distancia. En tiempo de lluvias crece mucho, y lleva gran cantidad de madera en su rápida corriente. Hace muchas vueltas, encerrando grandes campos; y sus orillas, en mas de veinte leguas despues que deja las montañas, están cubiertas de sauces. El pais por donde pasa, cría excelentes ganados, teniendo muy buenos pastos y tierra para trigo, y produce tambien en algunos parajes melilos, y una especie de zarzaparrilla selvática: al cabo de veinte leguas se vuelve salado, pero no tanto que sea del todo malo para beber. De este modo toma su curso hasta la Cruz Alta, donde le llaman Carcarañal, por sus muchas vueltas; y continúa desde el norte-nordoeste al sur-sudeste, hasta que entra en el Paraná, en el rincon de Gaboto, cerca de diez y ocho leguas de Santa Fé.
No hay cosa particular en los rios Cuarto y Quinto. Su producto es casi el mismo que el de los primeros, excepto que hay grande escasez de madera en los parajes por donde pasan. Sus campos estàn llenos de ganado, muy bueno para la labranza. El rio Quinto, cuando sale de madre, tiene comunicacion por canales por el Saladillo, el cual se desagua en el de la Plata.
Entre este pais, y las llanuras de San Juan y Mendoza, (habitacion de la segunda division de los Puelches septentrionales, ó Tehuelches), están las montañas de Córdoba y Yacanto, que forman una larga cadena por entre sus quiebras, con muy mal los pasos, subidas y bajadas, casi perpendiculares é inaccesibles para carruages. Las cimas de estas montañas distan de 17 à 20 leguas unas de otras. El pais intermedio contiene muchos valles fructiferos, regados con arroyos y riachuelos, y adornados con colinas y ribazos. Estos valles producen todo género de àrboles frutales, como melocotones, manzanos, cerezos y ciruelos, y tambien trigo, si la tierra es cultivada: pero son mas famosos por las crias de ganados, ovejas y caballos, y especialmente mulas. La mayor parte de estas últimas, que pasan anualmente al Perú, se crian en este pais, y hacen su mayor riqueza, pues conducen en ellas la plata y el oro, desde las minas del Potosí, Lipes y el Perú.
En las faldas occidentales de las montañas de Yancato, ó Sancato, hay muchas cesáreas pertenecientes á los españoles; que convidados tanto por la fertilidad del terreno, susceptibles de todas suertes de labranza, estando bien regado por los riachuelos que bajan de las montañas, como por la facilidad de criar ganado, no habiendo mas bosques que los necesarios para fuego y edificios, han fijado allí sus establecimientos con la seguridad de no ser molestados por los indios, quienes incomodan á los que viven mas hácia el mediodia.
Todo el resto del pais hácia el norte, entre estas montañas y el primer desaguadero, consiste en llanuras, con sola la agua que dan los arroyos tiene muchos y buenos pastos, pero està despoblado. Algunas veces van allí los Tehuelches y Peguenches en pequeñas tropas á cazar yeguas silvestres, ó robar los pasageros, ó carromateros que pasan de Buenos Aires à San Juan y Mendoza.
Este pais rinde poco para exportar à Europa, excepto los cueros de bueyes y vacas, y algun tabaco que prospera muy bien en el Paraguay: pero no obstante es de importancia para los españoles, porque todas las mulas, ò la mayor parte de las que tienen en el Perú, van de Buenos Aires y Còrdoba, y algunas pocas de Mendoza; sin lo cual de ningun modo podrian traficar, ni tener comunicacion alguna con los paises vecinos, respecto de que solo las mulas pueden pasar por aquellas àsperas y altas montañas del Perú; en donde no es posible criar estos animales, siendo aun de corta vida los que pasan allí, por razon de su fuerte trabajo, malos caminos y falta de pastos; de manera que la pérdida de este pais podria atraer la del Perú y Chile. El camino de Buenos Aires á Salta es bueno para carruages; pero las mulas, conducidas de aquel parage y Còrdoba, estàn obligadas, despues de una jornada tan larga à detenerse un año en Salta, antes que puedan pasar à Potosí, Lipes ó Cuzco.
La gente de estos paises no sirve para soldados; fuera de que se halla tan disgustada con el gobierno español, por la pérdida de su comercio, la carestia de todos los géneros ó mercaderias de Europa, y sobre todo por los exhorbitantes tributos, etc., que se alegraria sugetarse à cualquiera nacion que la librase de la actual opresion; y sin embargo en todo este pais no hay mas guarnicion, que unas pocas tropas regladas en Buenos Aires y Montevideo; cuyas dos plazas tomadas una vez, asegurarian la rendicion de las demas, con solo marchar por ellas: á cuyo fin seria asistido el enemigo por los navios del pais, acarreando á los españoles la pérdida de aquellas dos plazas, la de los únicos puertos que tienen en estos mares, donde sus navíos, que deben pasar al Cabo de Hornos para el mar del Sur, pueden recibir algun socorro. Antes de la expulsion de los Jesuitas de las Misiones del Paraguay, habrian podido tener muy grande auxilio de los indios guaranís que estaban armados y disciplinados, y que los ayudaron á sugetar las sublevaciones del Paraguay, y á echar los portugueses de la Colonia del Sacramento, habiendo sido la mayor defensa de este importante pais.
La parte de la Cordillera, situada al poniente de Mendoza, es muy alta, y siempre está cubierta de nieve; por cuya razon llaman los indios á toda esta hilera de montañas, Pian mahuida, esto es, montaña blanca, ó Lil Mahuida, esto es, montaña nevada. Pásase algunas leguas por valles muy grandes, cercados de altas montañas, antes de llegar á la mayor cumbre que es altisima y escarpada, con muchos y profundos precipicios, siendo el camino en algunos parages tan estrecho y sumamente peligroso, por razon de sus grandes y proeminentes peñascos, que apenas hay bastante lugar para pasar por él una mula cargada. Los huecos y cóncavos, siempre tienen nieve aun en verano, habiendo en el invierno grande peligro de morir allí helado. Muchos han esperimentado esta desgracia, intentando pasarlas antes que la nieve estuviese en algun grado derretida. Al pie de estos precipicios hay muchos arroyos y rios, que estan, por decirlo así encarcelados en orillas altas y perpendiculares; siendo tan estrecho el espacio entre ellas, que en algunos parages se puede salvar de uno á otro lado con gran facilidad, bien que es imposible bajar por ellas. Estos rios y arroyos dan muchas vueltas en las montañas y precipicios, hasta que salen á los llanuras, donde se aumentan considerablemente. Para subir y pasar la grande cumbre se necesita un dia de jornada en Mendoza y Coquimbo, y casi lo mismo en algunos parajes, segun los informes que he recibido.
Estas montañas producen tan grandes pinos, como los de Europa, siendo su madera mas sólida y mas dura que la nuestra. Es tambien muy blanca, y se hacen de ellos diferentes mástiles, y otros materiales para fábricas de navios: de manera que, como observa Ovalle, los navios construidos en los mares del sur, duran frecuentemente 40 años. Del fruto cocido de estos pinos hacen provisiones para muchos dias; teniendo el gusto muy semejante á la almendra cocida, aunque notan ser muy aceitosa. Producen tambien estos àrboles mucha trementina ó goma, que se cria en una masa algo mas dura y mas seca que nuestra resina, pero mucho mas clara y trasparente, aunque no tan amarilla. Los españoles la llaman y usan como incienso, pero es un error, pues no tiene otra fragancia que la resina, bien que es un poco mas fina.
Los valles al pié de la Cordillera son en algunos parages muy fértiles, regados por riachuelos, pues producen, estando bien cultivados, escelente trigo y variedad de frutos, abundando asi mismo de manzanas silvestres, de