Santa Biblia - Reina-Valera, Revisión 1909 (Con Índice Activo). Casiodoro de Reina

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Santa Biblia - Reina-Valera, Revisión 1909 (Con Índice Activo) - Casiodoro de Reina  Biblioteca de Grandes Escritores

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como acabó Jacob de dar órdenes á sus hijos, encogió sus pies en la cama, y espiró: y fué reunido con sus padres.

      Génesis Capítulo 50

      1ENTONCES se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besólo.

      2Y mandó José á sus médicos familiares que embalsamasen á su padre: y los médicos embalsamaron á Israel.

      3Y cumpliéronle cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lloráronlo los Egipcios setenta días.

      4Y pasados los días de su luto, habló José á los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón, diciendo:

      5Mi padre me conjuró diciendo: He aquí yo muero; en mi sepulcro que yo cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego pues que vaya yo ahora, y sepultaré á mi padre, y volveré.

      6Y Faraón dijo: Ve, y sepulta á tu padre, como él te conjuró.

      7Entonces José subió á sepultar á su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto.

      8Y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre: solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas.

      9Y subieron también con él carros y gente de á caballo, é hízose un escuadrón muy grande.

      10Y llegaron hasta la era de Atad, que está á la otra parte del Jordán, y endecharon allí con grande y muy grave lamentación: y José hizo á su padre duelo por siete días.

      11Y viendo los moradores de la tierra, los Cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los Egipcios: por eso fué llamado su nombre Abelmizraim, que está á la otra parte del Jordán.

      12Hicieron, pues, sus hijos con él, según les había mandado:

      13Pues lleváronlo sus hijos á la tierra de Canaán, y le sepultaron en la cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de sepultura, de Ephrón el Hetheo, delante de Mamre.

      14Y tornóse José á Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él á sepultar á su padre, después que le hubo sepultado.

      15Y viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.

      16Y enviaron á decir á José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:

      17Así diréis á José: Ruégote que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron: por tanto ahora te rogAmós que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.

      18Y vinieron también sus hermanos, y postráronse delante de él, y dijeron: Henos aquí por tus siervos.

      19Y respondióles José: No temáis: ¿estoy yo en lugar de Dios?

      20Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo encaminó á bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida á mucho pueblo.

      21Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré á vosotros y á vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.

      22Y estuvo José en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento diez años.

      23Y vió José los hijos de Ephraim hasta la tercera generación: también los hijos de Machîr, hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José.

      24Y José dijo á sus hermanos: Yo me muero; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de aquesta tierra á la tierra que juró á Abraham, á Isaac, y á Jacob.

      25Y conjuró José á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.

      26Y murió José de edad de ciento diez años; y embalsamáronlo, y fué puesto en un ataúd en Egipto.

      Éxodo Capítulo 1

      1ESTOS son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

      2Rubén, Simeón, Leví y Judá;

      3Issachâr, Zabulón y Benjamín;

      4Dan y Nephtalí, Gad y Aser.

      5Y todas las almas de los que salieron del muslo de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto.

      6Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.

      7Y los hijos de Israel crecieron, y multiplicaron, y fueron aumentados y corroborados en extremo; y llenóse la tierra de ellos.

      8Levantóse entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía á José; el cual dijo á su pueblo:

      9He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros:

      10Ahora, pues, seAmós sabios para con él, porque no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

      11Entonces pusieron sobre él comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron á Faraón las ciudades de los bastimentos, Phithom y Raamses.

      12Empero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían: así que estaban ellos fastidiados de los hijos de Israel.

      13Y los Egipcios hicieron servir á los hijos de Israel con dureza:

      14Y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigorismo.

      15Y habló el rey de Egipto á las parteras de las Hebreas, una de las cuales se llamaba Siphra, y otra Phúa, y díjoles:

      16Cuando parteareis á las Hebreas, y mirareis los asientos, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva.

      17Mas las parteras temieron á Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que reservaban la vida á los niños.

      18Y el rey de Egipto hizo llamar á las parteras y díjoles: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis reservado la vida á los niños?

      19Y las parteras respondieron á Faraón: Porque las mujeres Hebreas no son como las Egipcias: porque son robustas, y paren antes que la partera venga á ellas.

      20Y Dios hizo bien á las parteras: y el pueblo se multiplicó, y se corroboraron en gran manera.

      21Y por haber las parteras temido

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