La Santa Biblia - Tomo III. Johannes Biermanski

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La Santa Biblia - Tomo III - Johannes Biermanski

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¿No lo entenderá el que pesa los corazones?

       ¡El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras!«

       Proverbios 24:11, 12

       Historia de la Revolución Francesa.

      Al ser presentada la diosa ante la convención, la tomó el orador de la mano y dirigiéndose a toda la asamblea, dijo: "Mortales, cesad de temblar ante los truenos impotentes de un Dios que vuestros temores crearon. No reconozcáis de hoy en adelante otra divinidad que la razón. Yo os presento su imagen más noble y pura; y, si habéis de tener ídolos, ofreced sacrificios solamente a los que sean como éste. ... ¡Caiga ante el augusto senado de la libertad, el velo de la razón! ...

      "La diosa, después de haber sido abrazada por el presidente, tomó asiento en una magnífica carroza que condujeron por entre el inmenso gentío hasta la catedral de Notre Dame, en donde la colocaron en el lugar destinado al Dios. La elevaron sobre el altar mayor y recibió la adoración de todos los que estaban presentes." (Alison, tomo 1, cap. 10.)

      Poco después de esto procedieron a quemar públicamente la Biblia. En cierta ocasión "la Sociedad popular del museo" entró en el salón municipal gritando: ¡Vive la Raison! y llevando en la punta de un palo los fragmentos de varios libros que habían sacado de las llamas, quemados en parte, entre otros, breviarios, misales, y el Antiguo y Nuevo Testamentos que "expiaron en un gran fuego," dijo el presidente, "todas las locuras en que por causa de ellos había incurrido la raza humana." (Journal de París, 14 de nov. de 1793, No. 318, pág. 1279.)

      El romanismo había principiado la obra que el ateísmo se encargaba de concluir. A la política de Roma se debía la condición social, política y religiosa que empujaba a Francia hacia la ruina. Escritores dicen, refiriéndose a los horrores de la Revolución, que de esos excesos debe hacerse responsables al trono y a la iglesia.

      En estricta justicia debieran atribuirse a la iglesia sola. El romanismo había enconado los espítius de los monarcas contra la Reforma, haciéndola aparecer como enemiga de la corona, como elemento de discordia que podía ser fatal a la paz y a la buena marcha de la nación. Fue el genio de Roma el que por este medio inspiró las espantosas crueldades y la acerbísima opresión que procedían del trono.

       Elena G. White

       "El Conflicto de los Siglos durante la Era cristiana,"

       1913, págs. 321, 322

       ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

       »¡Quién controla la conciencia de la gente, prescribe o se somete a deseos bajo su gobierno,

       no es más que un fiel servidor de Satanás!

       El Corruptor: Satanás con el nombre "Lucifer" quien ¡es el padre de la mentira y un asesino desde el principio!

       Juan Biermanski

       ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

      »Pero lo más inicuo que se registra en el lóbrego catálogo de los crímenes, el más horrible de los actos diabólicos de aquella sucesión de siglos espantosos, fue la "matanza de San Bartolomé {23/24 de agosto de 1572}." Todavía se estremece horrorizado el mundo al recordar las escenas de aquella carnicería, la más vil y alevosa que se registra. El rey de Francia instado por los sacerdotes y prelados de Roma sancionó tan espantoso crimen. El tañido de una campana, resonando a media noche, dio la señal del degüello. Millares de protestantes que dormían tranquilamente en sus casas, confiando en la palabra que les había dado el rey, asegurándoles protección, fueron arrastrados a la calle sin previo aviso y asesinados a sangre fría.

      Así como el Mesías era el jefe invisible de su pueblo cuando salió de la esclavitud de Egipto, así lo fue Satanás de sus súbditos cuando acometieron la tarea de multiplicar el número de los mártires.«

       La matanza continuó en París por siete días, desplegándose en los tres primeros una furia indescriptible. Y no fue limitada sólo a la ciudad sino que por decreto especial del rey se hizo extensiva a todas las provincias y pueblos donde había protestantes. No se respetaba edad ni sexo. No escapaba el inocente niño ni el anciano de canas. Nobles y campesinos, viejos y jóvenes, madres y niños, sucumbían juntos. La matanza siguió en Francia por espacio de dos meses. Perecieron en ella setenta mil personas de la flor y nata de la nación.

      {editor:

       Ese es el resultado :

      “¡Todo el poder en una mano!”}

       Elena G. White

       "El Conflicto de los Siglos durante la Era cristiana,"

       1913, pág. 317

       ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

      “¡Quién se complace con el sufrimiento, la agonía y la muerte de las personas,

       lleva en la frente y en la mano la marca de Satanás!”

       Por lo tanto, este hombre se ha vuelto en contra de YAHWEH Zebaoth/Sabaoth Todopoderoso, que dice:

       »¡Amarás a tu prójimo como a ti mismo!«

       Que la ira de YAHWEH permanecerá allí sobre esa gente:

       »¡Porque la paga del pecado es muerte!«

       Eso significa: ¡Están condenados para siempre ante Dios; excluidos del reino de los cielos, excluidos del reino bendito y amado de YAHWEH!

       Así lo dice Yahshua el Mesías, el hijo de YAHWEH:

      “De cierto os digo que ¡no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos los obreros de la anarquía!”

       Juan Biermanski

       ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

       »Pero las cosas que para mí eran ganancias, las he apreciado pérdidas por el Mesías.

      

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