DESTINO: Tu también tienes uno increíble.. Erasmo Malacara

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DESTINO: Tu también tienes uno increíble. - Erasmo Malacara

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de no conocer la razón por la que estás aquí en la Tierra, tu propósito, meta, o DESTINO puede llegar a afectar tu relación con las personas que te rodean y que más te aman, y llevarte a destruir exactamente una de las razones más poderosas por la cuales trabajas muy duro: tu familia. ¿No es esto una paradoja? ¿No parece una mala jugada de la vida? Trabajar bastante en algo que no te gusta, con el fin de proveer bienestar para tu familia y terminar haciéndolos infelices... Y si aún no comprendes el porqué, a pesar de tus esfuerzos parece que en lugar de agradecimiento recibes lo opuesto, te explicaré algo: La tensión y el estrés que tú cargas, es contagioso, y tu familia no es inmune.

      INSEGURIDAD.

      Como instructor de vuelo, recibo continuamente personas que quieren realizar un "vuelo de introducción", con un objetivo; según ellos mismos lo explican así:

      - Es que tengo miedo a volar y quiero vencerlo- .

      Esto me da una gran oportunidad de enriquecer la vida de esa persona por medio de la aviación; y mostrarle lo mucho que él o ella se han perdido por tener ese miedo. Por supuesto que cada caso es diferente algunos pierden el miedo muy rápido, a otros les toma más tiempo. Pero me alegra tanto que, aunque no soy Psicólogo, encuentro que puedo ayudar en el desarrollo personal de mucha gente, con el simple “toque” que la aviación puede producir en ellos.

      Comúnmente inicio la sesión preguntándoles de una forma sencilla y muy directa:

      -¿Cuándo fue la última vez que volaste un avión?-

      Y siempre con mucha naturalidad me responden:

      -Nunca he volado un avión-

      A lo cual yo añado con cautela:

      - ¿Entonces cómo sabes que tienes miedo a volar si nunca lo has hecho?

      Y por supuesto aquí viene la pausa rara, el momento de silencio que produce el darse cuenta de que no tienen una respuesta.

      Después de explicarles en mi oficina (lejos del avión) lo que haremos cuando estemos en el vuelo; lo cual incluye que ellos manejen los controles de la aeronave; excepto por el aterrizaje y despegue lo cual debo hacer yo. El resto del vuelo les animo a que sean ellos quienes manipulen los controles del avión. Aquí he aprendido a ser muy cuidadoso pues cada persona reacciona diferente a esta experiencia. Algunos los tocan sólo una vez e inmediatamente me piden que tome los controles. Lo cual hago inmediatamente para no dañar el progreso que hasta ese momento llevamos, pues ya el sólo hecho de que aborden el avión es un gran avance. Otros después de unos minutos de tomar los controles en sus manos comienzan a sentirse mas cómodos y les voy permitiendo poco a poco continuar volando el avión. Finalmente regresamos al aeropuerto, yo aterrizo la aeronave y cuando nos bajamos, ellos, quienes tenían miedo a volar, la mayoría de las veces me dicen, con cara de asombro:

      - Es que yo pensé que se iba a sentir algo muy diferente”-, refiriéndose a algo terrorífico que ocurriría en el vuelo.

      -No pensé que se fuera a sentir así-, hablando acerca de lo agradable que fue la experiencia. Y esto me asombra mucho... Todos, los que tocaron poco los controles del avión, los que los tocaron mucho y los que nunca quisieron tocarlos; estuvieron expuestos a una experiencia que no pensaron sería tan gratificante y enriquecedora, después de “suponer” que tenían miedo a volar.

      Con esto yo descubro que estas personas, en realidad no tenían miedo a volar, sino más bien tenían miedo a lo desconocido. Pues no sabían exactamente lo que sucedería con la aeronave. Camino al aeropuerto se habían imaginado todo tipo de cosas desastrosas, producto de la mala información que las películas de Hollywood nos ofrecen. Pensaban en la posibilidad de que, repentinamente el avión perdiera sus alas. Se imaginaban que el motor se apagaría y nos precipitaríamos al suelo a toda velocidad, y al momento de impactar, el avión estallaría en llamas matando instantáneamente a todos a bordo. Sé que suena muy exagerado esto, pero es lo que ellos me dicen que piensan cuando van camino al aeropuerto. Y una vez que realizamos el vuelo se dan cuenta de que todo esto era en realidad solo miedos infundados, producto, como ya dije, del hecho de no saber qué esperar durante la experiencia.

      Y es que, esa es la realidad: “Enfrentar lo desconocido nos produce miedo”. El sólo hecho de pensar que puedes dejar de trabajar en el lugar donde estás ahora, o de hacer lo que estás haciendo para proveer lo básico para tu familia. El hecho de pensar en dejar esa mala relación en la que te encuentras; y tener que enfrentarte a no saber cómo harás para llegar a tu DESTINO, te provocará miedo, mucho miedo, lo cual añadirá más estrés a la situación. Pues el miedo te hace sentir inseguro, y esto provoca tensión emocional con los que te rodean.

      De la misma forma en que estas personas han experimentado inseguridad producto del miedo mal fundado de volar un avión. Tú también puedes ser presa de dicha inseguridad al darte cuenta que estás haciendo con tu vida algo para lo cual no fuiste diseñado. Y sentir el miedo que produce lo desconocido, eso que sabes que debes tener en tu vida, dentro de ti, pero no puedes definirlo, ni explicarlo claramente para moverte hacia ello. De hecho, cuando de una forma consciente, tienes la convicción de que hay algo más, empieza el sufrimiento, producto del no saber qué es. Y en ese mismo instante comienzas a tener conflictos con las personas que te rodean y, aunque llegas a resignarte aceptando que la forma en que vives es “la normal” o como dicen muchos “la que me tocó vivir” ... Cuando te das cuenta, sientes y crees, que ya es demasiado tarde para cambiar.

      Pero no te preocupes, más adelante te ayudaré a descubrir cuál es tu DESTINO.

      DEPRESIÓN

      La depresión (del latín depressio, que significa “opresión, encogimiento o abatimiento”) es un trastorno del estado de ánimo, el cual puede ser transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial de las cosas y de los acontecimientos de la vida cotidiana. Esta es la definición del diccionario médico. Pero si pudiera sintetizarla, diría en pocas palabras, desde mi perspectiva al haberla sufrido mientras ignoraba cuál era mi DESTINO, que la depresión es: “La incapacidad para disfrutar”. Sí, el no conocer la razón para lo cual naciste, te provoca una falta de capacidad constante para disfrutar lo que haces. Nunca te sientes completamente feliz. Siempre hay una queja, algo negativo de lo cual hablar. Esto trae una falta de balance emocional en todas las áreas de tu vida, porque piensas que es una situación injusta todo lo que te sucede, y caerás en el fenómeno de ser “la víctima” con el firme pensamiento de que no hay nada que puedas hacer para mejorar tu vida y por ende estás destinado a sufrir el resto de ella. ¿Por qué crees que hay tantas personas que después de trabajar 8 horas o más regresan a sus casas abatidos físicamente, aunque en su trabajo no realicen ninguna actividad física extenuante? Y buscan un descanso para tomar energías para enfrentar el siguiente día y no logran obtenerlo. Encuentran actividades de “escape” como dormir muchísimo, ver por horas en la televisión programas que no aportan nada bueno, ingerir comida chatarra, sumergirse en el alcohol o el “olvido temporal” que las drogas producen. Todo esto motivado por la tristeza constante, el decaimiento, irritabilidad, sensación de malestar, impotencia, frustración de la vida, lo cual lógicamente disminuye el rendimiento en el trabajo habitual. Bastante desmotivado sentirás como que el tiempo pasa mucho más lento de lo normal, lo cual agrava el efecto del sufrimiento, impidiéndote disfrutar incluso de las cosas buenas que hay en tu vida. Te digo esto con mucha convicción porque fue exactamente lo que me sucedió durante mi juventud, hasta mis 28 años, en que descubrí cuál era mi DESTINO. Y porque sé, que como seres humanos, todos estamos expuestos a enfrentar o padecer algunos de estos efectos.

      Así que, repasemos un poco; la depresión, como una de las consecuencias negativas de

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