E-Pack Jazmin Especial Bodas 2 octubre 2020. Varias Autoras
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу E-Pack Jazmin Especial Bodas 2 octubre 2020 - Varias Autoras страница 55
Su madre adoptiva no necesitó ser más explícita. Jo desconocía lo sucedido entre ellos, pero era evidente que había notado algo y que había llegado a la conclusión de que su huida estaba relacionada con él.
Cisco mantuvo las distancias durante dieciocho meses, hasta que Quinn lo llamó para decirle que iba a organizar una fiesta sorpresa para Jo y que, si no aparecía en el rancho, tomaría un avión, se presentaría en el agujero donde estuviera metido y lo sacaría de allí, literalmente, por el pescuezo.
Consiguió que le dieran un permiso y volvió a Estados Unidos. Easton había regresado al rancho, cansada al parecer de su pequeña aventura en Denver.
Cuando la vio de nuevo, le pareció más pálida y más callada que nunca. Ni siquiera se atrevía a mirarlo fijamente.
Desde entonces habían pasado tres años, pero las cosas habían cambiado poco. El azul de sus ojos se seguía oscureciendo cuando lo miraba y su cuerpo se seguía estremeciendo cuando la tocaba.
Pero ya no se estremecía. En ese momento lo besaba con seguridad, como si hubiera superado sus temores.
Cisco frunció el ceño y se repitió que estaban cometiendo un error; pero tuvo que echar mano de toda su fuerza de voluntad para dejar de besarla y apartarse.
Easton lo miró a los ojos, pero él no pudo interpretar su expresión. Al parecer, se había acostumbrado a ocultar sus sentimientos.
–Si Quinn y Brant estuvieran aquí, te darían una charla sobre la necesidad de que te mantengas alejada de lugares oscuros con hombres que no están en plena posesión de sus facultades, sobre todo si el encuentro se produce en mitad de la noche. Lo siento, Easton.
Tras unos segundos, su expresión cambió. Y esa vez la interpretó perfectamente. Estaba enfadada con él.
–Pero no están aquí, así que te has sentido en la obligación de decírmelo tú –dijo con sarcasmo–. La próxima vez, deberías atacarme con ese consejo en lugar de amenazarme con un cuchillo de cocina.
Cisco no dijo nada.
–Me voy a la cama –añadió ella.
–Está bien, pero no te preocupes por la niña. Me levantaré a primera hora y me encargaré de ella –afirmó Cisco–. Gracias por haberme ayudado estos días.
Easton lo miró una vez más, dio media vuelta y salió de la cocina, dejándolo a solas con sus remordimientos y sus recuerdos.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.