PRÓLOGO
Aquí están mis poemas, que expresan retazos de mi vida, de mis frustraciones y de mis sentimientos. Posiblemente, sólo aquella persona que me conozca bien sabrá entender y sabrá identificar el qué en cada frase.
Este libro está dedicado a todas aquellas personas que tengan la sensibilidad suficiente como para entender al otro, sus ansiedades, sus frustraciones; para aquellas personas que sepan entender y aceptar que cada persona es un mundo, compleja por naturaleza, como todos los humanos. Personas que sepan entender que lo que para unos puede ser una minucia, para otros puede ser una montaña, imposible de ser escalada.
Las personas llevamos todo un mundo en nuestro interior, a veces muy distinto del que mostramos hacia afuera, una auténtica maraña que a veces es difícil de desentrañar incluso por los mejores psicólogos. A veces, nuestro problema es la comunicación en sí misma, a veces la complejidad de nuestro mundo interior aumenta simplemente porque no sabemos comunicar lo que sentimos, nuestras cuitas, porque si esa comunicación fluyera, si compartiésemos muchas de esas cosas veríamos que no somos tan distintos unos de otros; los mismos sueños y anhelos son compartidos por muchos. Pero qué miedo tenemos a sentir, a que otros sepan lo que sentimos, a lo que otros puedan pensar de lo que sentimos, de lo que hacemos, de lo que hicimos, de lo que queremos hacer.
Cuando todos esos factores se unen, tu maraña interior se hace insoportable, difícil de sobrellevar. Y entre todo esto, a veces fluyen palabras, frases que sacan a la luz, casi en clave, eso que tienes dentro, pero, eso en clave, a veces difícil de descifrar.
Pero solo el hecho de escribir estas palabras, a veces te descarga un poquito de esa losa que te aplasta.
Dicen que la vida no es tan difícil que somos nosotros los que la hacemos tan complicada, quizás aquellos que lo dicen, tengan razón.
Momentos, sentimientos, anhelos … eso es este poemario.
POEMAS
1.
Silencio.
Silencio que mece, que atrapa.
Que juguetea con la brisa entre las copas de los árboles.
Silencio, ven.
Llévate los llantos, los sollozos, los lamentos.
Silencio, ven.
Acúname en tus brazos.
Susúrrame el sonido del mar,
el canto del ruiseñor,
las melodías del pasado.
Silencio, ven y calma mi espíritu.
2.
La niña soñaba con ser princesa,
con su príncipe azul en su caballo blanco.
La niña espera tras la ventana.
Ni corona, ni príncipe, ni caballo blanco.
La niña espera y espera,
recomponiendo sus sueños rotos.
Buscando la ajuga envenenada de la rueca,
para al menos…
soñar con las estrellas.
3.
Olor a hierba seca.
Olor a lluvia.
Tic,tic, gotas sobre el cristal.
Me acurruco sobre su pecho,
quiero soñar.
Olor a madera.
Olor a fuego.
Se oye el crepitar de las llamas.
Mi mente se evade,
se pierde en los pasillos de la memoria.
Suenan risas lejanas, alegres.
Sobras que se
