País Vasco. Varios

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País Vasco - Varios Petit Futé

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la escultura y la orfebrería. La catedral de Santa María de Pamplona y los principales monumentos de Olite datan de esa época. El gótico se desarrolló un poco más tarde en el País Vasco, principalmente a partir del siglo XIV. El auge de las grandes ciudades en ese momento favoreció la construcción de numerosas casas, edificios administrativos y religiosos, especialmente en Vitoria, donde se pueden admirar varias construcciones góticas (catedral de Santa María, iglesia de San Miguel, Casa del Cordón, etc.).

       Renacimiento y plateresco

      En el siglo XVI, la riqueza derivada del descubrimiento de las Américas permitió la construcción o la restauración de numerosos edificios. El estilo renacentista se desarrolló en esa época en el norte de España y vino acompañado por influencias platerescas. Hay un magnífico ejemplo en la Universidad de Oñati.

       Barroco

      De finales del siglo XVI a mediados del siglo XVIII, el estilo barroco impuso su profusión ornamental a los códigos de la época. El siglo XVII es una época de decadencia política y de estancamiento de la población, motivo por el cual no abundan los proyectos arquitectónicos. Aún así, podremos detenernos en el santuario de Loyola (XVIII), obra maestra del barroco churrigueresco, o en el pórtico de la catedral de Santiago de Bilbao, por poner un par de ejemplos..

       Arquitectura moderna

      Grandes arquitectos contemporáneos han dejado su firma en el País Vasco, como Norman Foster, Santiago Calatrava y, por supuesto, Frank O. Gehry, autor de un espectacular edificio de titanio que transformó la antigua ciudad industrial de Bilbao en la ciudad cosmopolita y turística que es hoy: el Museo Guggenheim. A él hay que sumar la Nueva Casa de la Cultura de Ortuella, el Musikene de Donostia o el edificio E8 de Vitoria, por buscar ejemplos fuera de Bilbao. Además, los amantes del vino podrán disfrutar de su afición principal en algunas bodegas vanguardistas en las que se han invertido grandes cantidades de dinero, como las bodegas Ysios, de Santiago Catatrava, o Marqués de Riscal, de Frank O. Gehry, ambasen la Rioja alavesa.

      Artesanía

      El fuerte desarrollo industrial de la economía vasca durante el pasado siglo relegó a un segundo plano a la artesanía. Aún así, aún podremos adquirir utensilios elaborados con cuero, como las botas de vino o abarcas; muebles, utensilios de cocina, kaikus o cestas-puntas realizadas en madera, y los instrumentos musicales tradicionales.

      El objeto más original de la artesanía vasca es la makila, un bastón que oculta una punta de acero dentro de su pomo, donde suele grabarse el nombre del propietario, lo que lo convierte en un objeto único. Tradicionalmente se transmite de padres a hijos o como regalo honorífico. También puede optar por las alpargatas o la boina y el lino vasco.

      Los amantes de la artesanía podrán visitar algunas de las muchas ferias artesanas que tienen lugar por todo el territorio, especialmente en verano.

      Cine

      La lista de talentos en el campo del cine en el País Vasco es interminable, empezando por los nombres de Álex de la Iglesia (El día de la bestia, Perdita Durango, Muertos de risa, La comunidad, 800 balas o Balada triste de trompeta), Julio Medem (Vacas, La ardilla roja, Tierra, Los amantes del círculo Polar, Lucía y el sexo o el documental sobre el conflicto vasco La pelota vasca, la piel contra la piedra); Eloy de la Iglesia (El pico, Navajeros, La estanquera de Vallecas), Juanma Bajo Ulloa (Alas de mariposa, Airbag), Víctor Erice (El espíritu de la colmena, El sur, El sol del membrillo), Imanol Uribe (El proceso de Burgos, La muerte de Mikel, El rey pasmado, Días contados), uno de los primeros directores en abarcar la situación político-social del País Vasco durante los duros años de ETA; y el gran productor del cine español, Elías Querejeta. La industria cinematográfica vasca es una de las más fuertes del estado español. En los últimos años, además, se comienza a visualizar un cine de alta calidad en euskera. Muestra de ello es Handia, que logró el Goya a la mejor película en 2017. Sus directores, Jon Garaño y Aitor Arregi, han firmado además otras películas de éxito como Loreak o la multipremiada La trinchera infinita. El País Vasco como escenario está presente en más de 250 propuestas audiovisuales anuales, algunas dirigidas a la televisión, como Presunto culpable o Allí abajo. En este medio destacó Antonio Mercero, realizador de series tan emblemáticas como Crónicas de un pueblo, Verano azul o Farmacia de guardia. Mercero es el director de La cabina, el proyecto de televisión española más premiado y más difundido en todo el mundo.

      

      Danza

      Bailarines vascos.

      © Nabar – Fotolia

      Las danzas tradicionales vascas son parte de la cultura local, que se ha ido manteniendo a los largo de los siglos y han conseguido superar épocas difíciles como los años posteriores a la Guerra Civil española. Su repertorio es tan variado como lo son sus pueblos y valles. Se trata habitualmente de danzas asociadas a actividades religiosas y populares. Entre las más conocidas se encuentran el dantzari dantza, ejecutado al son del txistu (flauta dulce) y originario de Durango; la kaxarranka, originaria de Lekeitio, donde el bailarín realiza su coreografía encaramado en una caja, y el famoso aurresku, una danza ceremonial que procede de la soka-dantza.

      Literatura

       Literatura en euskera

      No existe constancia de producción literaria en euskera hasta 1545; por lo que la tradición literaria se transmitió por vía oral. En 1545 se publicó el primer libro impreso en lengua vasca, Linguae Vasconum Primitiae, una colección de poesía del sacerdote navarro Bernat Etxepare. En 1643, la publicación de Gero, una obra del navarro Pedro de Aguerre, más conocido como Axular, supuso el apogeo de las letras clásicas vascas. El siglo XVIII fue un período de importantes trabajos lingüísticos sobre el euskera, especialmente gracias al jesuita Manuel Larramendi (1690-1766), nativo de Gipuzkoa y autor de un diccionario trilingüe castellano, vasco y latín.

      La literatura contemporánea ha producido grandes autores vascos, especialmente Bernardo Atxaga, que ganó el Premio Nacional de Literatura en 1989 por su novela Obabakoak, cuyas obras han sido traducidas a muchos idiomas. El gran éxito de la literatura vasca en los últimos años ha sido Patria, de Fernando Aramburu. El País Vasco ha comenzado a desarrollar una importante labor literaria en su idioma en los últimos decenios del siglo XX y durante todo el XXI, algo que no había sucedido anteriormente. Por desgracia, la producción en estos idiomas raras veces llega a las librerías del resto del país.

       La generación de 98

      El final del siglo XIX fue un período de gran producción literaria pero también de desilusión colectiva. En el contexto de la decadencia de España, con la pérdida paulatina de sus colonias, surgió una generación de autores influidos por las corrientes filosóficas europeas, que tenían en común la ruptura con las formas clásicas, el rechazo de la estética del realismo y una cierta visión pesimista de España. Entre los más representativos de esta generación de escritores, dos son de origen vasco: el filósofo y escritor Miguel de Unamuno, nacido en Bilbao en 1864, y el novelista Pío Baroja, nacido en San Sebastián en 1872. Sus obras están hoy entre los clásicos de la literatura española.

      Medios de comunicación locales

      

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