El Libro de Urantia. Urantia Foundation

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El Libro de Urantia - Urantia Foundation

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(273.11) Los Servitales de Havona son el resultado del trabajo creador conjunto de los Siete Espíritus Rectores y de sus asociados, los Siete Directores Supremos del Poder. Esta colaboración creadora es la que más se acerca a un modelo original de la larga lista de reproducciones de orden dual en los universos evolucionarios, que va desde la creación de una Brillante Estrella Matutina mediante el enlace de un Hijo Creador con un Espíritu Materno Creativo hasta los seres de procreación sexual en los mundos tipo Urantia.

      25:1.3 (273.12) La cantidad de servitales es prodigiosa, y se están creando más todo el tiempo. Aparecen en grupos de mil en el tercer momento después de la asamblea de los Espíritus Rectores y de los Directores Supremos del Poder en sus áreas conjuntas en el lejano sector septentrional del Paraíso. Cada cuarto servital es más físico en cuanto a su tipo que los demás; o sea, que de mil, setecientos cincuenta son aparentemente en verdad tipos espirituales, pero doscientos cincuenta son semifísicos en su naturaleza. Estas cuartas criaturas son un tanto del orden de los seres materiales (material en el sentido de Havona), asemejándose más a los directores físicos del poder que a los Espíritus Rectores.

      25:1.4 (274.1) En las relaciones de personalidad el factor espiritual domina sobre el factor material, aunque no parezca así actualmente en Urantia; y en la producción de los Servitales de Havona, prevalece la ley del dominio del espíritu; la relación establecida indica tres seres espirituales para uno semifísico.

      25:1.5 (274.2) Los Servitales recién creados, juntamente con los Guías de los Graduados que van apareciendo, pasan por cursos de capacitación que los guías decanos conducen continuamente en cada uno de los siete circuitos de Havona. Luego se asignan los Servitales a las actividades para las cuales se adaptan mejor, y puesto que son de dos tipos —espiritual y semifísico— hay muy pocos límites a la gama de tareas que pueden realizar estos versátiles seres. Los grupos más elevados o espirituales son asignados selectivamente a los servicios del Padre, el Hijo y el Espíritu, y a la tarea de los Siete Espíritus Rectores. De vez en cuando, son enviados en grandes números, para servir en los mundos de estudio que rodean las esferas sede central de los siete superuniversos, los mundos dedicados a la capacitación final y cultura espiritual de las almas ascendentes del tiempo que se están preparando para avanzar a los circuitos de Havona. Tanto los servitales espirituales como sus semejantes más físicos también son nombrados como asistentes y asociados de los Guías de los Graduados para ayudar a instruir a las varias órdenes de criaturas ascendentes que han llegado a Havona, y que intentan alcanzar el Paraíso.

      25:1.6 (274.3) Los Servitales de Havona y los Guías de los Graduados manifiestan una devoción trascendental a su trabajo y un afecto conmovedor unos por los otros, un afecto que, aunque espiritual, vosotros tan sólo podríais comprender si lo comparáis con el fenómeno del amor humano. Existe una aflicción divina cuando los servitales se separan de los guías, tal como tan frecuentemente ocurre cuando se envían los servitales en misiones más allá de los límites del universo central; pero van con regocijo y no con pena. La felicidad de cumplir con el deber elevado es la emoción que eclipsa a los seres espirituales. No puede existir pena frente a la conciencia del deber divino cumplido fielmente. Cuando el alma ascendente del hombre está frente al Juez Supremo, la decisión de importancia eterna no será determinada por los éxitos materiales ni por los logros cuantitativos; el veredicto que reverbera a través de las altas cortes declara: «Bien hecho, servidor bueno y fiel; tú has sido fiel en varias cosas esenciales; tuyas serán las realidades universales».

      25:1.7 (274.4) En el servicio superuniversal los Servitales de Havona siempre están asignados al ámbito presidido por el Espíritu Rector a quienes ellos más se parecen en prerrogativas generales y especiales del espíritu. Ellos sirven sólo los mundos de instrucción que rodean a las capitales de los siete superuniversos, y el último informe de Uversa indica que casi 138 mil millones de servitales están ministrando en sus 490 satélites. Se ocupan de una variedad infinita de actividades en relación con la tarea de estos mundos de instrucción que comprenden las superuniversidades del superuniverso de Orvonton. Aquí son vuestros acompañantes; han descendido de vuestra carrera futura, para estudiaros y para inspiraros con la realidad y certidumbre de vuestra eventual graduación de los universos del tiempo a los reinos de la eternidad. En estos contactos, los servitales ganan esa experiencia preliminar de ministerio a las criaturas ascendentes del tiempo que es tan útil en su tarea subsiguiente en los circuitos de Ha vona como asociados de los Guías de los Graduados o —como servitales trasladados— en calidad de Guías de los Graduados.

      25:2.1 (275.1) Para cada Servital de Havona creado, son traídos a la existencia siete Conciliadores Universales, uno en cada superuniverso. Esta acción creadora comprende una técnica superuniversal definida de respuesta reflexiva a las transacciones que toman lugar en el Paraíso.

      25:2.2 (275.2) En los mundos sede central de los siete superuniversos funcionan las siete reflexiones de los Siete Espíritus Rectores. Es difícil intentar describir las naturalezas de estos Espíritus Reflexivos a la mente material. Son verdaderas personalidades; sin embargo, cada miembro del grupo universal es perfectamente reflexivo de uno solo de los Siete Espíritus Rectores. Y cada vez que los Espíritus Rectores se asocian con los Directores del Poder para el propósito de crear un grupo de Servitales de Havona, existe un enfoque simultáneo sobre uno de los Espíritus Reflexivos en cada uno de los grupos del superuniverso, e inmediatamente y plenamente un número igual de Conciliadores Universales aparece en los mundos sede central de las supercreaciones. Si, en la creación de los servitales, tomara la iniciativa el Espíritu Rector Número Siete, nadie sino los Espíritus Reflexivos de la séptima orden se preñarían de conciliadores; y concurrentemente con la creación de mil servitales de tipo Orvonton, aparecerían en cada capital del superuniverso mil conciliadores de la séptima orden. De estos episodios, que reflejan la naturaleza séptuple de los Espíritus Rectores, surgen las siete órdenes creadas de conciliadores que sirven en cada superuniverso.

      25:2.3 (275.3) Los Conciliadores de estado preparadisiaco no prestan servicio en forma intercambiable entre los superuniversos, estando restringidos a sus segmentos nativos de la creación. Cada cuerpo superuniversal, que abarca un séptimo de cada orden creada, pasa por lo tanto un tiempo muy largo bajo la influencia de uno de los Espíritus Rectores a exclusión de los otros, porque aunque los siete son reflejados en las capitales de los superuniversos, sólo uno es dominante en cada supercreación.

      25:2.4 (275.4) Cada una de las siete supercreaciones está efectivamente penetrada por ese Espíritu Rector que preside sobre sus destinos. Cada superuniverso por lo tanto se torna un gigantesco espejo que refleja la naturaleza y carácter del Espíritu Rector supervisor, y todo esto se continúa ulteriormente en cada universo local subsidiario por la presencia y función de los Espíritus Maternos Creativos. El efecto de tal medio ambiente sobre el crecimiento evolutivo es tan profundo que en sus carreras post-superuniversales los conciliadores colectivamente manifiestan cuarenta y nueve puntos de vista experienciales, o discernimientos, cada uno de ellos angular —por lo tanto incompleto— pero todos mutuamente compensatorios y juntos tendiendo a abrazar el círculo de la Supremacía.

      25:2.5 (275.5) En cada superuniverso los Conciliadores Universales se encuentran extrañamente y en forma innata segregados en grupos de cuatro, asociaciones en las cuales continúan sirviendo. En cada grupo, tres son personalidades espirituales, y una, como las cuartas criaturas de los servitales, es un ser semimaterial. Este cuarteto constituye una comisión conciliadora y se compone así:

      25:2.6 (275.6) 1. El Juez-Arbitro. El designado en forma unánime por los otros tres como el más competente y mejor calificado para actuar como jefe judicial del grupo.

      25:2.7 (275.7) 2. El Abogado de Espíritu. El nombrado por el juez-árbitro para presentar pruebas y salvaguardar los derechos de todas las personalidades comprendidas en cualquier asunto asignado a la comisión conciliadora para su

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