El Libro de Urantia. Urantia Foundation

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El Libro de Urantia - Urantia Foundation страница 163

Автор:
Серия:
Издательство:
El Libro de Urantia - Urantia Foundation

Скачать книгу

del universo central.

      26:6.2 (292.2) Es en este círculo que los ascendentes logran una nueva comprensión de la Divinidad Suprema. A lo largo de sus largas carreras en los universos evolucionarios, los peregrinos del tiempo han estado experimentando una conciencia creciente de la realidad de un supercontrol todopoderoso de las creaciones espacio-temporales. Aquí, en este circuito de Havona, se aproximan al encuentro con la fuente en el universo central de la unidad espaciotemporal —a la realidad espiritual de Dios el Supremo.

      26:6.3 (292.3) Estoy un tanto perdido en cuanto a explicar lo que ocurre en este círculo. No existe una presencia personalizada de la Supremacía que sea perceptible para los seres ascendentes. En ciertos aspectos, nuevas relaciones con el Séptimo Espíritu Rector compensan esta falta de contacto con el Ser Supremo. Pero aparte de nuestra incapacidad para entender la técnica, cada criatura ascendente parece sufrir un crecimiento transformador, una nueva integración de conciencia, una nueva espiritualización de propósito, una nueva sensibilización para la divinidad, que casi no se pueden explicar satisfactoriamente sin presuponer la actividad no revelada del Ser Supremo. Para aquellos entre nosotros que han observado estas transacciones misteriosas, parecería que Dios el Supremo estuviese otorgándose afectuosamente a sus hijos experienciales, hasta los límites mismos de la capacidad experiencial de ellos, esos enaltecimientos de la comprensión intelectual, el discernimiento espiritual, y el alcance de la personalidad que tanto necesitarán, en todos sus esfuerzos para penetrar el nivel de divinidad de la Trinidad de la Supremacía, para lograr las Deidades eternas y existenciales del Paraíso.

      26:6.4 (292.4) Cuando los guías de la supremacía consideran que sus discípulos están maduros para el avance, los llevan ante la comisión de setenta, un grupo mezclado que actúan como examinadores en el mundo piloto del circuito número seis. Después de satisfacer a esta comisión en cuanto a su comprensión del Ser Supremo y de la Trinidad de la Supremacía, certifican a los peregrinos para su traslado al quinto circuito.

      26:7.1 (292.5) Los guías de la Trinidad son los ministros incansables del quinto círculo de la capacitación en Havona de los peregrinos en avance del tiempo y del espacio. Los graduados espirituales se designan aquí «candidatos para la aventura de la Deidad» puesto que es en este círculo, bajo la dirección de los guías de la Trinidad, donde los peregrinos reciben instrucción avanzada sobre la Trinidad divina, en preparación para el intento de lograr el reconocimiento de la personalidad del Espíritu Infinito. Aquí los peregrinos ascendentes descubren lo que significa el verdadero estudio y el real esfuerzo mental al comenzar a discernir la naturaleza del esfuerzo espiritual más oneroso y aún más arduo que se requerirá para satisfacer las demandas del elevado objetivo establecido para su logro en los mundos de este circuito.

      26:7.2 (292.6) Altamente fieles y eficientes son los guías de la Trinidad; y cada peregrino recibe la atención total, y disfruta de todo el afecto, de un supernafín secundario perteneciente a esta orden. Un peregrino del tiempo no encontraría jamás a la primera persona alcanzable de la Trinidad del Paraíso si no fuese por la ayuda y asistencia de estos guías y de las huestes de otros seres espirituales que se ocupan de instruir a los seres ascendentes respecto de la naturaleza y técnica de la aventura venidera de la Deidad.

      26:7.3 (293.1) Después de completar el curso de capacitación en este circuito, los guías de la Trinidad llevan a sus discípulos a su mundo piloto y los presentan ante una de las muchas comisiones triunas que funcionan como examinadores y certificadores de los candidatos para la aventura de la Deidad. Estas comisiones consisten en un semejante de los finalistas, uno de los directores de conducta de la orden de los supernafines primarios, y un Mensajero Solitario del espacio o un Hijo Trinidizado del Paraíso.

      26:7.4 (293.2) Cuando el alma ascendente en realidad sale hacia el Paraíso, va acompañada tan sólo por un trío de tránsito: el asociado superáfico del círculo, el Guía de los Graduados y el asociado servital de este último, siempre presente. Estas excursiones de los círculos de Havona al Paraíso son viajes de prueba; los ascendentes todavía no son de estado paradisiaco. No logran estado de residente en el Paraíso hasta no haber pasado a través del reposo final del tiempo, posteriormente al logro del Padre Universal y el salvoconducto final por los circuitos de Havona. No es sino hasta después del reposo divino cuando participan de la «esencia de la divinidad» y del «espíritu de la supremacía» comenzando así realmente a funcionar en el círculo de la eternidad y en la presencia de la Trinidad.

      26:7.5 (293.3) Los compañeros del ascendente en el trío de tránsito no están obligados a capacitarlo para que ubique la presencia geográfica de la luminosidad espiritual de la Trinidad, sino más bien a ofrecer toda asistencia a un peregrino en su difícil tarea de reconocer, discernir y comprender el Espíritu Infinito suficientemente como para que esta comprensión confirme un reconocimiento de su personalidad. Todo peregrino ascendente en el Paraíso puede discernir la presencia geográfica o la ubicación de la Trinidad, la gran mayoría puede ponerse en contacto con la realidad intelectual de las Deidades, especialmente la Tercera Persona, pero no todos pueden reconocer o siquiera parcialmente comprender la realidad de la presencia espiritual del Padre y del Hijo. Aún más difícil es la comprensión espiritual aun mínima del Padre Universal.

      26:7.6 (293.4) Pocas veces deja de consumarse la búsqueda del Espíritu Infinito, y cuando sus sujetos han triunfado en esta fase de la aventura de la Deidad, los guías de la Trinidad se preparan para transferirlos al ministerio de los que hallan al Hijo, en el cuarto círculo de Havona.

      26:8.1 (293.5) El cuarto circuito de Havona se denomina a veces el «circuito de los Hijos». Desde los mundos de este circuito, los peregrinos ascendentes van al Paraíso para alcanzar un contacto comprensivo con el Hijo Eterno, mientras que en los mundos de este circuito los peregrinos descendentes logran una nueva comprensión de la naturaleza y misión de los Hijos Creadores del tiempo y del espacio. Existen siete mundos en este circuito, en los cuales los cuerpos de reserva de los Micaeles del Paraíso mantienen escuelas especiales de ministerio mutuo tanto para los peregrinos ascendentes como para los descendentes; y es en estos mundos de los Hijos Micael donde los peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad llegan a su primera comprensión verdaderamente mutua unos de los otros. En muchos aspectos, las experiencias de este circuito son las más fascinantes de la entera estadía en Havona.

      26:8.2 (294.1) Los que hallan al Hijo son los ministros superáficos de los mortales ascendentes del cuarto circuito. Además de la tarea general de preparar a sus candidatos para la comprensión de las relaciones del Hijo Eterno con la Trinidad, estos halladores del Hijo deben instruir a sus sujetos tan plenamente como para asegurar que estos triunfen: primero, en la comprensión espiritual adecuada del Hijo; segundo, en el reconocimiento satisfactorio de la personalidad del Hijo; y tercero, en la diferenciación apropiada del Hijo respecto de la personalidad del Espíritu Infinito.

      26:8.3 (294.2) Después de lograr el Espíritu Infinito, no se llevan a cabo más exámenes. Las pruebas de los círculos interiores son las actuaciones de los candidatos peregrinos cuando se encuentran en el abrazo del manto de las Deidades. El avance está determinado puramente por la espiritualidad del individuo, y nadie sino los dioses presumen juzgar esta posesión. En caso de fracaso, no se dan nunca razones, ni tampoco se critica ni se regaña a los candidatos mismos ni a sus varios tutores y guías. En el Paraíso, la desilusión no se considera nunca una derrota; el postergamiento nunca se mira como una desgracia; los fracasos aparentes del tiempo no se confunden jamás con los atrasos significativos de la eternidad.

      26:8.4 (294.3) No muchos peregrinos experimentan el atraso del fracaso aparente en la aventura de la Deidad. Casi todos alcanzan al Espíritu Infinito, aunque ocasionalmente un peregrino del superuniverso número uno no consigue triunfar la primera vez. Los peregrinos que alcanzan al espíritu

Скачать книгу