La Última de Los hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes. R. ELIZABETH S. C. SELIG
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Novela de la colección de los Libros Secretos de los Pioneros Peregrinos, que descubre en el lector el fondo de sus propias convicciones a reflexionar, con cuales costumbres se criaron de buena Moral y Ética, observar donde transcurre su vida actual, si es respetada y las buenas convicciones, la elección de continuar una vida de progreso en dignidad para mejorar el destino.
La Colección de la Serie Secreta de los Hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes. (La pequeña Peregrina rescatista « Palomita de la Paz» una de las hijas de los Pioneros que viajaron del Norte de Europa cruzando el Océano en busca de lugares Pueblos donde reine la Paz, Tierras Fértiles para plantar sus semillas de Verduras, frutales y flores, llegan hasta los confines de la tierra en busca de Paz, cruzando el Océano Atlántico, bellos paisajes, praderas, Selvas y construyen un Templo de agradecimiento al Dios Santo Creador a su Santo Espíritu y a Jesús con su Tesoro de las «Sagradas Escrituras». Si los niños diseñarían el futuro, habiendo pueblos vegetarianos, cuidando a seres mansos, si se respetara más a los Niños, que entienden desde pequeños ya todos los idiomas, dando buenos ejemplos de bondad, plantando verduras y frutales y ayudando a carenciados y a pobres, se puede originar una ola de bondades. Si una gotita puede con muchas formar un Océano y un granito de arena grandes costas, una bondad por persona lograría una Paz Inmensa, sería una Paz verdadera en una Tierra de Providencia.)
La Colección de la Serie Secreta de los Hijos de los Pioneros Peregrinos Caminantes. (La pequeña Peregrina rescatista « Palomita de la Paz» una de las hijas de los Pioneros que viajaron del Norte de Europa cruzando el Océano en busca de lugares Pueblos donde reine la Paz, Tierras Fértiles para plantar sus semillas de Verduras, frutales y flores, llegan hasta los confines de la tierra en busca de Paz, cruzando el Océano Atlántico, bellos paisajes, praderas, Selvas y construyen un Templo de agradecimiento al Dios Santo Creador a su Santo Espíritu y a Jesús con su Tesoro de las «Sagradas Escrituras». Si los niños diseñarían el futuro, habiendo pueblos vegetarianos, cuidando a seres mansos, si se respetara más a los Niños, que entienden desde pequeños ya todos los idiomas, dando buenos ejemplos de bondad, plantando verduras y frutales y ayudando a carenciados y a pobres, se puede originar una ola de bondades. Si una gotita puede con muchas formar un Océano y un granito de arena grandes costas, una bondad por persona lograría una Paz Inmensa, sería una Paz verdadera en una Tierra de Providencia.)