Venecia Responsable. Jordi Bastart Cassè
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En Venecia, una de las ciudades más hermosas de Europa, podrás visitar ricos palacios y mansiones llenos de historia; disfrutar con antiguos oficios artesanos convertidos en arte y pasear por tiendas y mercados donde se venden sabrosos productos locales que solo saben preparar correctamente los mejores restaurantes de la ciudad… Todo, sin necesidad de renunciar absolutamente a nada.
Cualquier ciudad en la que no se pueda circular en coche y cuyo símbolo sea una góndola, es decir una pequeña embarcación sin motor, parte con ventaja, de entrada, en la lista de destinos turísticos responsables. Dicho esto hay que recordar que ambas condiciones dependen de la particular idiosincrasia de Venecia, o sea, del hecho de que está semi hundida en el agua y no del deseo explícito de sus gobernantes. En realidad, la ciudad es un hervidero de turistas que ha dado al traste con el comercio local y que ha provocado que los alquileres suban hasta extremos impagables para los venecianos. Restaurantes y alojamientos turísticos ocupan lo que otro tiempo fueran verdulerías, panaderías y casas particulares. La gestión de recogida de residuos, ya de por si caótica y complicada en un mini archipiélago continuamente anegado, se hace casi imposible con la afluencia masiva de visitantes. Y sin embargo… ¡Qué bella es Venecia incluso con el calor de agosto y los miles de turistas deambulando!
Cualquier ciudad en la que no se pueda circular en coche y cuyo símbolo sea una góndola, es decir una pequeña embarcación sin motor, parte con ventaja, de entrada, en la lista de destinos turísticos responsables. Dicho esto hay que recordar que ambas condiciones dependen de la particular idiosincrasia de Venecia, o sea, del hecho de que está semi hundida en el agua y no del deseo explícito de sus gobernantes. En realidad, la ciudad es un hervidero de turistas que ha dado al traste con el comercio local y que ha provocado que los alquileres suban hasta extremos impagables para los venecianos. Restaurantes y alojamientos turísticos ocupan lo que otro tiempo fueran verdulerías, panaderías y casas particulares. La gestión de recogida de residuos, ya de por si caótica y complicada en un mini archipiélago continuamente anegado, se hace casi imposible con la afluencia masiva de visitantes. Y sin embargo… ¡Qué bella es Venecia incluso con el calor de agosto y los miles de turistas deambulando!