La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en la Valencia ilustrada. Autores Varios
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Por su parte, la Universidad Politécnica de Valencia cuenta como centro propio con la actual Facultad de Bellas Artes de San Carlos, cuyos orígenes e historia –hasta el reconocimiento de su autonomía y desgajamiento de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y su posterior vinculación estatal, ya en pleno siglo XX, primero como Escuela Oficial de Bellas Artes y luego como Facultad– han sido lógicamente inseparables, manteniendo siempre, a decir verdad, sólidos lazos e intercambios frecuentes.
Se comprenderá, pues, que no fue nada difícil al profesor Romà de la Calle asegurar, desde un principio, tales respaldos al proyecto, por parte de ambas universidades, por un lado, al ser él mismo catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universitat de València, y, por otro, al contar desde hace años con el otorgamiento de la Medalla de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica, precisamente por sus intensas y plurales colaboraciones con dicho centro, durante prolongados años.
De ahí que ambas instituciones universitarias respaldaran con créditos de libre disposición –concedidos a los alumnos asistentes y participantes en el evento– la celebración del Congreso. Igualmente, las dos entidades estuvieron representadas, de manera paralela, en los actos inaugurales de su convocatoria y en el desarrollo de las jornadas.
Por otro lado, en la medida en que la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana es uno de los apoyos básicos de la Real Academia –a la vez que ésta es su primera entidad consultiva y tiene depositados sus numerosos fondos patrimoniales artísticos y bibliográficos en el Museo de Bellas Artes, del cual la misma Academia fue su origen histórico y durante numerosos años también dependió totalmente de ella su dirección–, se solicitó asimismo su colaboración en el Congreso. Concretamente en lo que se refiere a la posterior edición de las actas. Colaboración que fue ratificada, en su momento, por la Secretaría Autonómica de Cultura, asistiendo igualmente a la inauguración y a la clausura una representación oficial de la Conselleria.
De hecho, con esta breve exposición de solicitaciones institucionales y colaboraciones se ha descrito en su totalidad el panorama que rodeó la preparación y la exitosa celebración del Congreso, constituido por una docena de ponencias. En su mayoría, los ponentes pertenecen a universidades valencianas (9 intervenciones), entre ellos cuatro profesores eméritos y cinco profesores en activo, además de un investigador del CSIC. Desde otro ángulo, vinculados directamente a la Real Academia de Bellas Artes, han sido cinco los ponentes que han intervenido. En general, pues, la extracción de los autores de las ponencias, que ahora se recogen en esta edición de actas, se define y encuadra en la interrelación existente entre los subconjuntos de profesores universitarios y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de miembros de la Real Academia de San Carlos. Algo perfectamente justificable.
La planificación de las áreas que estudiar, en esta primera aproximación al estudio del contexto ilustrado, del que surgió históricamente la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en 1768, se efectuó diferenciando tres grandes ámbitos de trabajo e investigación, de manera que en su conjunto se pudiera facilitar una especie de general «estado de la cuestión».
Así, en un primer bloque de participaciones se quiso ofrecer una mirada acerca de una serie de dimensiones básicamente operativas y de fuerte incidencia en la época, como pueden serlo: a) la situación de poder en el siglo XVIII español y su influencia en el mundo académico valenciano (Prof. Antonio Mestre); b) la situación de la mujer en el marco de la Ilustración valenciana (Profa. Mónica Bolufer); c) la influencia de los conceptos de gusto y belleza en los umbrales de la modernidad (Prof. y académico Romà de la Calle) y d) el saber enciclopédico y el contexto de las bibliotecas valencianas, con una particular atención a la situación de la Biblioteca de la Real Academia de San Carlos (Prof. y académico, Salvador Aldana).
En un segundo bloque, se ofrecieron panoramas sectoriales referentes a dominios fundamentales, como el de la filosofía, la ciencia y la técnica o la educación en torno a los inicios de la segunda mitad del siglo XVIII valenciano: e) científicos y técnicos entre la Ilustración y el Romanticismo (Prof. José Luis Peset); f) la filosofía en la Valencia del XVIII (Prof. Salvador Feliu) y g) Ilustración y educación en el contexto valenciano del XVIII (Prof. León Esteban Mateo).
En el tercer apartado se englobaron cinco miradas a determinados apartados del quehacer artístico emergente entonces en el ámbito valenciano de la época: h) ideario ilustrado y académico en torno a 1768 (Prof. Joaquín Bérchez); i) la pintura valenciana del siglo XVIII (Profa. y académica Asunción Alejos); j) la enseñanza del grabado en la Real Academia de San Carlos (académica, Adela Espinós); k) el arte suntuario en la Valencia ilustrada (académica, Carmen Rodrigo) y l) música y pensamiento en torno a la segunda mitad del siglo XVIII valenciano (Prof. Rodrigo Madrid).
Asimismo, como clausura del Congreso y complemento a la última ponencia, dedicada al hecho musical en el contexto ilustrado valenciano, se ofreció un concierto titulado «Flores y ornatos en la música dieciochesca», por la Capilla Saetabis, dirigida por el profesor Rodrigo Madrid e integrada por Pilar Moral (soprano), Miriam Toboso (violoncello) y el mismo Rodrigo Madrid (clave), y se interpretaron obras de Pere Rabassa (1683-1767), Joaquín García (1710-1779), José Pradas (1689-1757) y Vicente Martín y Soler (1754-1806).
Con esta docena de ponencias se cubre, como hemos indicado, la primera aproximación a un tema que –esperamos– todavía merecerá nuevos replanteamientos y profundas revisiones, en los próximos años, por parte de la Real Academia, al aproximarse la celebración del 250 aniversario de su fundación, en aquel año de 1768.
De hecho, ya se está preparando el borrador para el segundo de los congresos, de cara a una siguiente trienalidad, en el cual se atenderá, en un primer apartado, a las relaciones existentes entre la Real Academia y otras entidades de la época (tales como la Real Academia de San Fernando, la Universitat de València-Estudi General, la Real Sociedad Económica de Amigos del País o el Ayuntamiento de Valencia, así como las relaciones históricas con la Corona). En un segundo apartado se profundizará en las, a veces, complicadas relaciones entre la teoría y la práctica de las bellas artes, en el marco de la Real Academia (aproximándose, por esta vía, a cuestiones tales como la ingeniería, la carto- grafía, el levantamiento de planos y la navegación; las expediciones científicas, la botánica y el dibujo; el dibujo floral y el arte de la seda; la enseñanza de las artes aplicadas y la docencia de las bellas artes en la Real Academia).
Finalmente, se arbitrará asimismo otro apartado para atender al estudio de las manifestaciones artísticas de la época y su contexto social y operativo (la escultura y sus relaciones con la arquitectura y la pintura; la literatura y las artes plásticas en torno a 1768; la ciudad y el urbanismo en el siglo XVIII; la pintura especializada: retrato, paisaje, bodegones, pintura floral; el arte y sus conexiones con la iglesia y la religión; influencias de la estética empirista y de la estética racional en torno a la segunda mitad del siglo XVIII valenciano; los grandes modelos artísticos internacionales, en música y artes plásticas).
Asimismo, como propuesta emanada del primer congreso, se ha propuesto y planificado la redacción de un Diccionario de Académicos de la Real Academia de San Carlos de Valencia, que recoja justamente estos dos siglos y medio de historia de la entidad, a partir del estudio biográfico de todos sus miembros. Tal investigación, sin duda prolija, debería estar realizada de cara a las celebraciones pertinentes que se están planificando históricamente. Y, con tal fin, deberán convocarse las correspondientes ayudas y becas, por parte de la entidad, buscando asimismo, para tal cometido, los debidos y necesarios respaldos institucionales.