Aprender astronomía con 100 ejercicios prácticos. Jordi Lopesino Corral
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IMPORTANTE
El ojo humano es 40 veces más sensible en la visión lateral que en la frontal, y un buen astrónomo aprende muy pronto a observar objetos débiles con un telescopio combinando la visión frontal con la lateral.
1 El primer elemento del ojo que atraviesa la luz es la córnea, la parte transparente del recubrimiento del ojo que cubre el iris y la pupila.
2 El iris es el músculo que regula la entrada de luz al cristalino. Funciona igual que el diafragma de un objetivo fotográfico: se cierra con la luz brillante, se abre en la oscuridad.
3 La pupila es la abertura del iris independientemente del grado de luminosidad.
4 El cristalino es la lente que, detrás del iris, hace converger los rayos de luz a la retina para formar las imágenes.
5 La retina es una membrana sensitiva situada en lo más profundo del ojo
6 Antes de hacer astronomía tenemos que aclimatar nuestra vista a la oscuridad, y esto no es sólo una cuestión mecánica del ojo que dilata la pupila en la oscuridad. La dilatación máxima del iris en unos ojos normales es de unos 8 mm. Con la dilatación de la pupila el ojo se sensibiliza unas 15 veces, pero esto por sí solo no es suficiente. El mecanismo de adaptación de la vista es químico. El ojo produce una sustancia química llamada Rodopsina
7 Una experiencia práctica muy útil sería la de aclimatar nuestra vista en un lugar oscuro (preferentemente la montaña o un lugar apartado de nuestra ciudad), después de media hora nos taparemos un ojo, el que queramos, y obligaremos al que queda destapado a que mire la luz de una linterna (no hace falta que sea demasiado potente, con un poquito de luz blanca hay suficiente), la pantalla de un móvil o cualquier elemento que haga luz blanca; después apagaremos todas las luces y destaparemos el ojo protegido. Alternando la mirada primero con uno y después con el otro ojo podremos evaluar la eficacia de la Rodopsina y confirmaremos la necesidad de una correcta aclimatación visual antes de observar el cielo.
IMPORTANTE
La luz roja es la única luz que no afecta a la Rodopsina y por tanto no produce deslumbramiento. Las linternas rojas, sobre todo las de Led, son las que se utilizan normalmente para consultar los mapas y las cartas estelares mientras hacemos astronomía.
002 | Cuántas estrellas podemos ver |
PODEMOS HACER ASTRONOMÍA DE DÍA Y DE NOCHE. De hecho, de día podemos observar el Sol, la Luna y algunos planetas, pero resulta especialmente interesante con el crepúsculo. Cuando la luz del Sol da paso a la oscuridad empezamos a ver el universo de verdad … o al menos una porción más grande del universo.
IMPORTANTE
Cuando se mira el cielo estrellado a través de un agujero de 12 cm situado a 30 cm del ojo se observa el 1% de la bóveda celeste.
1 En condiciones ideales, sin contaminación lumínica ni nubes ni luna llena, si sumamos todas las estrellas que podríamos ver a simple vista en los dos hemisferios, norte y sur, veríamos unas 8.500 estrellas; todas las que conocemos hasta la magnitud 6.5, la magnitud máxima que puede llegar a ver un ojo humano de extrema agudeza visual.
2 Si sólo contamos las del hemisferio norte, en una noche excepcional y en condiciones ideales, con suerte veríamos, aproximadamente, unas 2.500 estrellas, menos si hay luna, aunque sólo sea en cuarto de fase.
3 Y si intentamos contar las estrellas que veríamos desde nuestra ciudad, con todos los problemas de contaminación lumínica, tendríamos suerte si contamos más de 50. Las más brillantes.
4 Esta acumulación de estrellas nos puede abrumar en un primer momento. ¿Por dónde empezamos a desliar el ovillo? ¿Dónde están las constelaciones? ¿Y los planetas? ¿Por qué algunas estrellas brillan más que otras? ¿Por qué vemos estrellas de diferentes colores? La visión del cielo nocturno nos puede aturdir un poco si no tenemos las referencias adecuadas para desenredarlo. Nada parece tener sentido, ¿verdad? Tantas estrellas en el cielo y sin un orden concreto …
5 Y ahora vamos a comprobar todo lo que se ha dicho, ¡vamos a contar estrellas! Primero haremos una buena aclimatación de la vista, y después nos ayudaremos de un artefacto llamado “contador de estrellas” que construiremos nosotros mismos.
6 Cómo utilizar el contador de estrellas: Sostenga el aparato con el extremo de la cuerda cerca del ojo. Ténselo bien, es importante que esté a 30 cm del ojo. Apunte a cualquier zona del cielo y cuente la estrellas que vea dentro del agujero. Repita la operación en diferentes zonas de la bóveda celeste y saque la media. Multiplique el resultado por 100. Aquí tiene una aproximación a cuantas estrellas puede ver en “toda” la bóveda celeste. Evidentemente la cifra variará según las condiciones del cielo y de la contaminación lumínica.
7 Para calcular las estrellas que veríamos en un solo hemisferio nos tendríamos que situar en cualquiera de