Smart City: Hacía la gestión inteligente. Sergio Colado
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Una Smart City es capaz de gestionar los recursos y las fuentes de energía de manera óptima, mejorar la calidad de vida de las personas y del entorno, así como optimizar los servicios para mejorar su rentabilidad de uso, por lo que engloba tanto aspectos sociales, políticos y funcionales, como técnicos.
Este libro pretende abordar todos estos aspectos y orientar al lector, dejando claro que no es necesaria la implementación total para reconocer el concepto Smart City en una ciudad.
Aunque cuantas más actividades de este nuevo concepto se implementen, mucho más fácil será ir desarrollando nuevas soluciones para acercar a la ciudad de hoy en día a un modelo de Smart City, como el descrito en este libro.
Las ciudades inteligentes están dejando de ser las ciudades del futuro y están empezando a ser las ciudades que garantizan su sostenibilidad futura.
Iniciemos el camino hacia la gestión inteligente para que la Smart City deje de ser un concepto para ser una realidad.
2. Historia de las Smart Cities
Determinar en qué momento empezó a gestarse la idea de ciudad inteligente es complicado e impreciso. Como siempre, algunos visionarios ya se anticiparon a su tiempo y definieron algo parecido a lo que hoy se entiende por ciudad inteligente.
Cuando Leonardo da Vinci vivía en Milán en torno al año 1400, la peste negra devastó Europa. En las ciudades se sufrió mucho más que en el campo y da Vinci expuso la teoría de que algo acerca de las ciudades las hacía especialmente vulnerables a las enfermedades. Esta idea es sorprendentemente moderna, dado que la teoría microbiana de la enfermedad no llegó a ser bien establecida hasta el siglo XX. Da Vinci se inspiró en esa idea a la hora de trazar los planes para uno de sus inventos más ambiciosos: una ciudad planificada, diseñada desde cero para ser higiénica y habitable.
El resultado fue un triunfo de la planificación urbana que desafortunadamente nunca se llevó a cabo.
Muchos años después, Antonio Sant’Elia, arquitecto italiano nacido en Como (1888) firmó el Manifiesto futurista escrito por Filippo Tommaso Marinetti en 1908. Dibujó los bocetos de la ciudad utópica conocida como Città Nuova, entre 1913 y 1914. En la Città Nuova (Ciudad Nueva) se imagina, en una colección de bocetos y proyectos, la Milán del futuro.
Es ya en el siglo XX cuando se empieza a gestar el concepto de Smart City como solución a los problemas particulares de cada ciudad.
En sus inicios, el concepto de sostenibilidad y de desarrollo sostenible iba asociado a una crítica a los límites del crecimiento capitalista cortoplacista que no tenía en cuenta los recursos finitos del planeta (informe del Club de Roma de 1972 y el Informe Brundtland de 1987). Con el paso del tiempo, este concepto se ha ido vaciando de contenido y se ha sustraído su capacidad crítica ante la lógica de crecimiento depredador y contaminante actual.
A partir de este momento, el concepto de Smart City evoluciona juntamente con el desarrollo ideológico y tecnológico de cuatro aspectos clave para su definición:
1. Comunicaciones
2. Medioambiente
3. Transparencia política
4. Socialización
El primero de los conceptos, las comunicaciones, bajo la idea de disponer de una red capaz de transmitir datos de una manera efectiva, desde cualquier punto y en cualquier momento, queda claramente definida bajo la descripción de Internet. Realmente podríamos viajar en el tiempo hasta el 1969, momento en el que nace la red de computadoras ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network), un proyecto antecesor de Internet creado por encargo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos como medio de comunicación para los diferentes organismos del país.
En 1971 nace el correo electrónico, uno de los primeros medios de comunicación entre personas prácticamente inmediato. Este sería un buen momento para empezar a entender otro de los conceptos que hemos identificado, la socialización.
En 1983 nace Internet, un ambiente propicio para el desarrollo de estos dos aspectos, comunicaciones y socialización. Gracias a Internet empiezan a aparecer iniciativas pensadas para la creación de espacios de comunicación e intercambio de información. También aparecen los primeras comunidades de internautas que colaboran en experiencias de trabajo deslocalizadas y altamente creativas e innovadoras.
En 1995 nace la primera red social, Classmates, y en 1999 el primer entorno blog, Blogger. La sociedad intercambia información, comparte, comunica, informa y aprende.
En el 2001 aparece en escena Wikipedia y pronto pasa a ser la biblioteca digital más grande del mundo.
A partir del 2000 empiezan a desarrollarse diversas iniciativas de socialización virtual, algunas especialmente importantes como Facebook, Twitter, Google+, LinkedIn, etc.
Actualmente, Facebook supera, ampliamente los 600 millones de usuarios, hay más de 200 millones de blogs activos, solo Youtube cuenta con más de 100 millones de videos y Wikipedia dispone del equivalente a casi 2,5 millones de páginas.
Este desarrollo de la socialización ha permitido una capacidad de conocimiento enorme que crece exponencialmente. Además, se ha generado una tendencia de uso que permite crear un modelo de negocio en torno a estas necesidades y la aparición continua de nuevos nichos de mercado, entre ellos, el comercio electrónico, que es una de las mayores fuentes de crecimiento de las firmas actuales.
A modo de ejemplo, Spotify, el portal de música digital, cuenta con más de 2,5 millones de clientes de pago y en Apple Store se registran más de 1 millón de descargas anuales. En el mundo de los juegos sociales, se estima un volumen de más de 6 billones de euros anuales en diseño virtual.
Se está produciendo un desarrollo acelerado en el mundo de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y de las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), que invita al diseño y desarrollo de plataformas, aplicaciones y soluciones capaces de interactuar entre ellas y con el entorno y las personas.
En cuanto a la aportación de las administraciones gubernamentales, estos conceptos, unidos al de medioambiente, han adquirido un interés especial.
La sociedad está cada vez más concienciada de la protección del medioambiente. Este factor se ha transformado en un argumento y una necesidad política de primer nivel. Tal es así que se han creado organismos financiados por diversos países que trabajan en esta línea, invirtiendo recursos y esfuerzos en ello.
Remontándonos un poco en la historia, entre el 3 y el 14 de junio de 1992, en Río de Janeiro, Brasil, se alcanzaron varios acuerdos como la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, y la Declaración de Principios para la Gestión Sostenible de los Bosques, que ratificaron más de 178 países en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (UNCED). Se trata