Bases ecológicas para el manejo de plagas. Sergio A. Estay
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Bases ecológicas para el manejo de plagas - Sergio A. Estay страница 2
De hecho, dos grandes innovaciones realizadas durante el siglo XX prometían solucionar el problema alimentario y la producción agrícola. Primero, el proceso de Harber-Bosch en 1913 que comenzó la producción de fertilizantes químicos para incrementar el rendimiento, y segundo, en 1939, el químico suizo Paul Hermann Müller descubrió el DDT que se comenzó a utilizar como veneno para el control de los insectos plagas. El DDT fue denominado como el insecticida “milagroso” capaz de salvar a la humanidad de la vieja amenaza de las plagas agrícolas y comenzó a aplicarse a lo largo del planeta. Sin embargo, algunos pocos entomólogos formados en la escuela teórica de la ecología evolutiva tenían sus reservas sobre el uso indiscriminado del DDT, ya que la posibilidad de evolución y resistencia al DDT, y la resurgencia de brotes secundarios causados por efectos indirectos, era probable de acuerdo a la teoría evolutiva y de dinámica de poblaciones. El tiempo les dio la razón, y sus temores se vieron justificados a lo largo de las últimas décadas.
Esta publicación aborda de manera diversa y detallada múltiples facetas del manejo de plagas y su relación con la teoría ecológica y evolutiva. A través de sus capítulos se recorren y conectan elementos de la teoría ecológica y del manejo de plagas a través de diferentes niveles de organización biológica y marcos conceptuales, desde la perspectiva organísmica hasta la ecosistémica, pasando por la dinámica de poblaciones, interacciones tróficas y comunidades. Pero, sobre todo, el libro es capaz de poner a conversar teoría y aplicaciones a través de los ejemplos en cada capítulo. Este aspecto lo convierte en una contribución muy interesante para diferentes lectores, desde estudiantes, entomólogos y ecólogos hasta tomadores de decisiones y funcionarios encargados del manejo y las normativas del control de plagas.
Hace treinta años, en 1991, Alan Andrew Berryman, ecológo, entomólogo y sobre todo dinamicista de poblaciones se preguntaba: “Why it is that applied entomologists pay so little attention to the same laws of nature that other technologists use so effectively?”. Este libro, editado por Sergio Estay, es una contribución para responder que los actuales ecólogos, entomólogos y manejadores están comenzando a aplicar la teoría ecológica y evolutiva para resolver problemas aplicados. Por lo tanto, esta publicación ilustra cómo se puede emplear la teoría ecológica y evolutiva para comprender y explicar las causas de las plagas de insectos y poder predecir cambios futuros en estos sistemas. En otras palabras, es un ejemplo de teoría ecológica aplicada, y pienso que es un aporte significativo ya que la ecología teórica es frecuentemente criticada por la falta de aplicaciones prácticas y poder predictivo.
MAURICIO LIMA ARCE
Profesor titular
Pontificia Universidad Católica de Chile
PREFACIO
SERGIO E. ESTAY*
Mucho se ha escrito sobre la importancia de una más estrecha relación entre la teoría ecológica y los métodos de control de plagas aplicados directamente en el terreno. Estos últimos muchas veces tienen cierta base empírica: han demostrado ser útiles en algunas circunstancias y su aplicación y recomendación de uso se transmite persona a persona en el tiempo. Sin embargo, su propia naturaleza empírica, sin un soporte conceptual más allá de la experiencia particular, hace que su aplicación a realidades distintas a aquellas de donde deriva sea incierta. Por otra parte, en ocasiones la teoría ecológica no ha sido capaz de mostrar y comunicar cómo sus avances permiten la elaboración de prácticas de manejo más efectivas y eficientes, con un nivel de generalidad que permita su aplicación sobre un más amplio rango de condiciones.
La aparente dicotomía teórico-aplicado ha sido una constante en la historia de la ecología. A principios del siglo XX, Arthur Tansley y Frederic E. Clements, dos personajes fundamentales en el desarrollo de la ecología temprana, creían que la mayor parte del conocimiento sobre los sistemas naturales se basaba en análisis caso a caso, con ausencia de un cuerpo teórico central que actuara como guía en la búsqueda de explicaciones generales a los patrones observados en la naturaleza (Goodenough y Hart, 2017). Una visión similar mostraban Levins y Wilson (1980), quienes identificaban factores desde sociológicos a históricos para explicar la distancia entre la teoría ecológica y la entomología económica. Probablemente, una excepción notable es la profunda discusión generada a finales de los años cincuenta sobre la aplicabilidad de los modelos de dinámica de poblaciones en el control biológico. La utilidad del enfoque basado en el modelo de Nicholson-Bailey (dinámica endógena) versus la aproximación de Andrewartha-Birch (exógena) impulsó el desarrollo de la ecología de poblaciones en sus aspectos teóricos, pero también motivó una discusión profunda sobre la forma de pensar e implementar los programas de control biológico en el mundo.
Hoy en día, la sólida base conceptual que ha alcanzado la ecología permite que para muchos de los problemas que enfrenta el agricultor o el tomador de decisiones, existan métodos o modelos teóricos de alta utilidad para lograr soluciones eficaces y sustentables. En este contexto, podría pensarse que la distancia entre lo teórico y la práctica parece haberse acortado, pero difícilmente puede decirse que ha desaparecido. La creciente presión por una agricultura más sustentable, donde la sanidad vegetal y la seguridad alimentaria sean centrales, pone al manejo de plagas frente a un desafío de gran escala en todo el mundo.
En este libro, destacados investigadores nos muestran, a través de trece capítulos, cómo la conexión entre teoría ecológica y el manejo de plagas es posible y, además, deseable y beneficiosa para todos. El libro se ha organizado en cuatro secciones. En la primera parte, son revisados aspectos fundamentales a nivel organísmico. En el primer capítulo nos muestra cómo la resistencia a los insecticidas impacta el manejo de plagas. Este tópico es de gran actualidad dado el contexto mundial de búsqueda de alternativas que compatibilicen sanidad vegetal y seguridad alimentaria vía la minimización del uso de agroquímicos. En el segundo capítulo se provee una amplia mirada al rol de las tolerancias térmicas y su rol en la regulación de la distribución y abundancia de plagas, algo que en el actual contexto de cambio climático se vuelve clave para la adaptación de los sistemas agrícolas a estos nuevos contextos ambientales. Para cerrar la primera parte, el capítulo tres nos da una detallada revisión del uso de feromonas en el manejo de plagas.
La segunda parte del libro está enfocada en las interacciones biológicas y sus aplicaciones. El capítulo cuatro nos introduce en la interacción planta-insecto y cómo la salud del hospedante condiciona esta interacción. Los siguientes cuatro capítulos tratan sobre control biológico, brindando dos miradas sobre este tema clave en manejo de plagas. El primero nos muestra la importancia de la ecología conductual en el éxito de un programa de control biológico, mientras el segundo aborda las potencialidades de los gremios de depredadores en estos programas.
La tercera parte del libro está centrada alrededor de la ecología de invasiones y sus cuerpos teóricos anexos. A través de dos capítulos se muestra cómo la teoría de invasiones biológicas es un componente fundamental en la prevención y control de plagas cuarentenarias, y cómo la aplicación de este marco conceptual permitirá una gestión más eficiente de los recursos destinados a estas labores.
La cuarta y última sección, de cuatro capítulos, nos introduce al mundo normativo y cómo todo lo revisado anteriormente desemboca en políticas, reglamentos o instrumentos de gestión a nivel gubernamental. La importancia de esta sección radica en mostrar un área de la gestión de plagas que muchas veces pasa desapercibida o se presenta como una zona gris, donde el diálogo entre investigadores