Versos Breves Sobre Sirenas. Dr. Juan Moisés De La Serna
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siempre cuando está cansado.
»Pero dime una cosa
que bien no he entendido
si se duerme en el cielo
¿Por qué no se ha caído?
La mamá delfín sonríe
y así le explicará
―Seguro que está atado
por eso no se caerá.
―¡Ahhh! ―decía el delfín
que nada con alegría―,
¡Ya sé una cosa más!
Y ya empezaba el día.
―¡Mirad! ya se ha despertado
―alegre decía el delfín―,
el sol ya ha descansado
y viene a lucir aquí.
AMOR
2. PONIÉNDOSE AL SOL ESTABA
Poniéndose al sol estaba
en un día de calor
sobre una roca sentada
mirando el resplandor.
Ese reflejo en el agua
que hace el rayo de sol
cuando se está marchando
con un bonito color.
La sirenita miraba
no se quería bañar
aburrida se encontraba
buscaba la soledad.
Dos delfines juguetones
aparecieron allí
y mirando a la sirena
la dijeron pronto así.
―Sirenita, ¿Por qué miras
con aburrimiento el mar?
vente corriendo ligera
con nosotros a nadar.
La sirena no contesta
parece que no ha escuchado
sigue subida en la piedra
y ni se ha inmutado.
Los delfines van saltando
y agua salpicarán
a la sirenita triste
y así la mojarán.
Ella sigue en silencio
aunque el agua la mojó
no les dice nada a ellos
y mirando al mar siguió.
―Dinos sirena, el problema
que tú debes de tener
pues tienes cara de pena
y no te quiere meter.
La sirena que miraba
el reflejo en el mar
de ese sol se despide
y pronto responderá.
―Pena no tengo por nada
sólo aburrida yo estaba
y la estela en el agua
de esa luz yo miraba.
―Pero te hemos hablado
y no nos contestabas
ni siquiera has escuchado
cuando se te preguntaba.
―Es que estaba entretenida
pensaba en ese sol
en su vida aburrida
aunque da luz y calor.
―¿Aburrida?, sirenita―,
el delfín la preguntó.
Ella contesta ligero
―Todo esto pienso yo.
»¿Por qué su vida es así?
¿Por qué solo siempre está?,
no se puede divertir
ni se puede alegrar.
»A diario anda caminos
pero siempre en soledad
no llega a ningún destino
ni nadie le esperará.
Los delfines que escuchaban
no supieron contestar
ya la sirena nadaba
y uno la fue a preguntar.
―Sirena, ¿Por qué estas triste?
―No, sólo estaba aburrida
imaginando al sol
lo solo que está allí arriba.
El delfín dio un gran salto
y a su lado se paró
y dijo ―Sígueme sirena―,
y nadando le siguió.
Llegaron los tres a nado
allí al fondo del mar
donde no ha llegado el hombre
donde pueden habitar.
Viven allí caracolas
en su casa acostadas