Versos Breves Sobre El Escribir. Dr. Juan Moisés De La Serna

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Versos Breves Sobre El Escribir - Dr. Juan Moisés De La Serna

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extraño el evento

      y su vida así variaba.

      Era un día como otro

      que a la mar temprano se daba

      y en lo alejado de la mar

      un vuelco su barca notaba.

      Era algo extraño

      que nunca antes pasaba

      y a la mar calló así

      y nadie al lado estaba.

      Trató de pedir ayuda

      pues ya con fuerzas no contaba

      y a pesar del esfuerzo

      nadie por ahí escuchaba.

      Después de un rato

      enderezar la barca trataba

      y por fin lo consiguió

      y encima se posaba.

      Eran pocas las fuerzas

      que en ese momento le quedaba

      así que a la deriva

      un buen rato así estaba.

      Cuando por fin se recuperó

      de todo lo que se esforzaba

      dirigió su barca a puerto

      pero algo en él cambiaba.

      La mar que era su amiga

      de alguna forma le traicionaba

      él lo sentía así

      y muy a disgusto se encontraba.

      Esa noche no pudo dormir

      pues muchas vueltas que daba

      tratando de pensar

      hasta que una decisión tomaba.

      A la mañana siguiente

      a la mar que se acercaba

      como desde hacía años

      que por costumbre se daba.

      Pero esa era diferente

      algo en él se mostraba

      así que llegando a la mar

      de esta forma hablaba:

      ―Gracias mar por tantos años

      yo tu compañía apreciaba

      pero lo de ayer me ha hecho

      pensar lo que deseaba.

      »Ahora ya no puedo seguir

      esta relación se acababa

      pues muchos años a tu lado

      he pasado y me gustaba.

      »Pero mis fuerzas ahora fallan

      y si caer otra vez se daba

      ya no podré salir de tus aguas

      y es por eso que se acababa.

      AMOR

      2. UNA MAÑANA TEMPRANO

      Una mañana temprano

      en que no podía dormir

      me levanté de la cama

      y me puse a escribir.

      Un rato allí llevaba

      cuando al reloj miré

      y en el vi con asombro

      que mucho hoy madrugué.

      Las cuatro de la mañana

      no lo podía creer

      me acerqué a la ventana

      de noche debía ser.

      El cielo estaba estrellado

      nunca he visto nada igual

      estrellas por todos lados

      podía allí admirar.

      En la vida que llevamos

      siempre tan atareados

      casi ni cuenta nos damos

      que estamos rodeados.

      Por bellezas imposibles

      siquiera de imaginar

      en esa naturaleza

      que con nosotros está.

      Esos campos que floridos

      no miramos al pasar

      cuando vamos en el coche

      a toda velocidad.

      En esa puesta de sol

      con sus muchos coloridos

      no nos paramos a ver

      y nos lo hemos perdido.

      Esa brisa mañanera

      que refrescando está

      ese caluroso agosto

      ¿También te la perderás?

      Son detalles que a diario

      vamos dejando pasar

      es lo mejor de la vida

      no lo sabemos disfrutar.

      Ese jilguero que canta

      que se acerca a mirar

      curioso por tu ventana

      no te quiere molestar.

      Su trino habla del sol

      o del azul de

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