Luz Nocturna. Amy Blankenship
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Читать онлайн книгу Luz Nocturna - Amy Blankenship страница 14
Quinn no habÃa pensado que fuera tan gracioso. Tal vez Quinn se habÃa enterado que Anthony era una persona importante en la mafia y estaba tratando de cuidar a Micah. De hecho, eso fue la misma noche que Micah habÃa desaparecido.
Miró a Jewel mientras pasaba frente a ella. TenÃa razón... Anthony Valachi tenÃa el doble de su edad y para colmo un egoÃsta malnacido. De ninguna maldita manera él la iba a dejarla cerca de ese hombre o de su abusivo padre... padre⦠el sacerdote en la iglesia. Ahora ese hombre le debÃa un favor, y con un poco de ayuda de Dean... él lo iba a pagar.
Tomó su celular, hizo clic en varios números y sonrió mientras contestaban al otro lado del teléfono. âDean, ¿todavÃa estás en la iglesia? Bueno, recupera al sacerdote y espérame allÃâ. Terminó la llamada y se acercó a Jewel. De nuevo se puso de rodillas frente a ella, tomó sus manos en las suyas, y rozó dulcemente sus pulgares sobre su suave piel.
â¿Qué tan lejos estás dispuesta a llegar?â, preguntó con voz firme mientras buscaba su rostro.
âTiene que ser algo más que solamente huirâ, Jewel odiaba cuando su voz sonaba tan diminuta. No habÃa querido que su miedo se notara tanto. Se mordió el labio inferior preguntándose qué estarÃa tramando Steven.
âSi hacemos esto bien, no tendrás que seguir corriendoâ.
â¿Qué estás pensando?â Jewel comenzó a apartar sus manos, pero él se aferró a ellas con firmeza.
âEstoy pensando que no te puedes casar dos vecesâ. Steven se estremeció cuando ella tiró lo suficientemente fuerte como para liberarse. Ãl se levantó y la miró fijamente mientras ella casi que se arrastraba en la cama intentando poner distancia entre ellos.
âEscucha...â Steven comenzó a hablar.
âNoâ dijo Jewel casi gritando mientras salÃa del otro lado del colchón, sintiéndose un poco más segura ahora que la cama estaba entre ellos. Su rostro instantáneamente se prendió en llamas al darse cuenta de que la cama estaba entre ellos en más de un sentido si ella accedÃa a seguir adelante con esta locura. Apartó la mirada de la cama. â¡Primero que nada, yo no quiero casarme! ¿Por qué diablos me casarÃa contigo?â
Steven entrecerró sus ojos ante el insulto, pero no iba a dejar que su orgullo la matara. Si tuviera que asustarla, entonces valdrÃa la pena. Además... por el momento, era la única pista que tenÃa de Micah. El labio de Steven insinuó una sonrisa tortuosa ahora que habÃa añadido con éxito otra razón para hacer lo que estaba a punto de hacer.
â¿Preguntas que por qué casarte conmigo? Porque si puedes fingir que el matrimonio es real frente a mi familia y la tuya... entonces en el dormitorio será sólo de nombre. Y ese ejército del que te estabas preguntando, recuerda que no soy humano ni tampoco mi familia o amigos. Asà que cuando tu despechado ex trate de tomar represalias... lo vamos a estar esperandoâ.
â¿Por qué harÃas algo asÃ?â Jewel negó con la cabeza. â¿Y qué quieres decir con eso de fingir?â
Steven extendió las manos indicando la cama entre ellos. âPara responder a tu primera pregunta, tengo un hermano que ha estado desaparecido por un par de semanas y la última persona, además de su familia, con la que fue visto fue con tu prometido y no fue muy amable. Asà que, ¿qué mejor manera de llamar su atención que dándole por donde más le duele?â.
âEn cuanto a tu segunda pregunta, para que esto funcione, todos tendrán que pensar que estamos enamorados y tenemos la intención de permanecer juntos. Pero cuando estamos solos, tú duermes en tu lado de la cama y yo en la mÃa. Yo tampoco tengo pensado renunciar a mi libertad. Si puedes fingir... entonces yo también puedo.
Jewel aflojó algo de la tensión en sus hombros viendo por dónde iba la cosa, â¿nadie más sabrá la verdad?â
âSólo nuestro ángel de la guarda... Deanâ, Steven sonrió cuando sus dedos rozaron la mejilla sobre la que Dean habÃa hecho su show de sanación.
â¿Y una vez que Anthony ya no sea una amenaza?â murmuró.
âEntonces nuestro buen amigo el sacerdote nos dará nuestra anulación y nos iremos cada uno por su propio camino. Pero primero, tiene que casarnos y, para lograr que lo haga... tiene que estar convencido de que estamos enamorados y ya lo hemos consumadoâ. âCuando ella lo miró horrorizada, él se encogió de hombros, âél es un sacerdote y no puede mentir, asà que sólo tendremos que mentir por él. Una vez que todo haya terminado, podemos decirle la verdadâ.
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