Llorando Sobre La Luz Derramada. George Saoulidis
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Llorando Sobre La Luz Derramada - George Saoulidis страница 5

Yanni conocía esa sensación. La de que algo existiese solo en su mente, no la de verlo ante sus ojos, porque su trabajo todavía estaba en desarrollo. Por eso a Nikos le gustaba tanto venir aquí. Debía ser reconfortante poder ver el progreso de su creación desde lejos, sentado en una silla de cuero y fumándose un puro. Ciertamente había llevado la expresión mirar desde el palco a una escala completamente nueva.
―Están metiendo mucho dinero en ello, ¿no? ―preguntó Yanni, y se inclinó hacia delante para encender su cigarro.
Nikos respondió:
―¿Mucho? A mansalva. Fumemos un poco de ese dinero.
―Thalia me va a matar por el olor a tabaco ―dijo Yanni y exhaló el humo lentamente, disfrutando del aroma.
―Pues cúlpame a mí, di que fumé y te arrojé ceniza por accidente o algo así ―dijo Nikos―. ¡Necesitas parar un momento y disfrutar! ¿Cómo va tu apodeixis? ―preguntó, refiriéndose a la prueba en la que Yanni trabajaba desde hacía años.
Yanni suspiró y volvió a mirar por la ventana.
―No lo sé, tío. Podría estar así de cerca y no saberlo, o podría estar a un universo de distancia. Falta cuadrarla del todo, ¿sabes? Si tengo razón y consigo que las ecuaciones funcionen, encajarán perfectamente como los engranajes de un reloj suizo.
Nikos lo miraba con verdadera empatía.
―Lo entiendo, Yanni. Bueno, no las matemáticas teóricas, ni por asomo; pero entiendo el concepto. Necesitas que las fuerzas implicadas se armonicen o todo se derrumbará.
Yanni se rió y dijo:
―Con mucho menos escombros que en tu caso, pero sí, básicamente es eso.
Nikos se inclinó hacia adelante y le hizo mirarlo a los ojos.
―No lo entiendes, ¿verdad? Lo que yo hago ya estaba ahí, no es nada nuevo. Es una reutilización de cosas que ya sabemos, solo las aplico en un nuevo contexto. Tú estás tratando de crear algo nuevo. Tu apodeixis está encerrada en tu mente, y nadie más puede liberarla. Otra persona podría diseñar mi rascacielos, pero tú eres el único que puede resolver tu apodeixis.
―Lo sé, pero últimamente me siento como si estuviera persiguiendo el final del arcoíris ―dijo Yanni―. Demokritos ha programado una revisión de mi financiación en un mes. Podrían suspender el proyecto. Thalia y yo hemos estado hablando, podría solicitar un trabajo de profesor en la universidad o...
Nikos apagó su cigarro y soltó:
―¿Enseñando? ¿ENSEÑANDO? Al carajo con eso. Que le jodan a Demokritos, ¿qué saben ellos? ¡Tú no enseñas! Conseguirás un maldito premio Nobel por este descubrimiento.
La confianza de su amigo en él emocionó a Yanni, pero consiguió evitar las lágrimas.
―Significa mucho para mí que digas eso. Pero quizá sea el momento de dejarme de castillos en el aire y buscar algo estable. Ahora tengo una familia y necesito cuidar de ellos.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.