Aportes de la antropología forense en la investigación de . Edixon Quiñones Reyes
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Análisis antropológicos forenses
Verificación de las identidades
Resultado de los análisis antropológicos de SCIT del 2010 al 2013
Algunos ejemplos de causa de muerte
Lesiones por proyectil de arma de fuego (PAF)
Traumatismos cortantes (Tt. Cor)
Traumatismos corto-contundentes (T. Corcon)
Lesiones óseas causadas por machete en cráneo y costillas
Lesiones óseas causadas por machete en cráneo y costillas
T Corto-contundente con forma irregular
Algunos casos significativos de verificación de identidad
Lesión traumática antemortem en fémur
Lesión traumática antemortem en cráneo
Análisis poblacional en la investigación de crímenes de lesa humanidad
Antropología forense en casos de tortura
Casos de tortura analizados en Timor Oriental 2010-2013
2. Traumatismos por elemento contundente en rostro
3. Fracturas bilaterales en las costillas
4. Posible degollamiento y fracturas en costillas
5. Venda en los ojos y fractura craneal
6. Traumatismo contundente en la cabeza y ligadura con cuerda
7. Fractura de piezas dentales
9. Coloración rojiza en dientes anteriores
Agradecimientos
Este trabajo es el resultado de una larga jornada, iniciada hace más de veinticinco años, cuando estudiaba Antropología en la Universidad Nacional de Colombia. Comenzó, en el momento justo en que empezaba a dudar de mi vocación por la Antropología.
Cuando cursé la asignatura de Antropología Física, conocí al antropólogo que sembró en mí la curiosidad por los huesos y las historias que éstos podían contar: el profesor José Vicente Rodríguez, a quien debo agradecer por convertirse, desde entonces, en mi mentor, amigo y maestro.
El camino de los huesos me condujo por rumbos insospechados; algunas veces agobiantes, otras frustrantes y estresantes, pero que nunca han dejado de ser interesantes. En el año 2000 la vida me llevó a la Antigua Yugoslavia, allí conocí a otro antropólogo inspirador, un hombre tenaz, un experto que parecía saberlo todo, capaz de identificar el fragmento óseo más pequeño. Conocía el hueso quemado, los disparos, los cortes; en fin, un hombre que no solo logra que los huesos hablen, sino que los entiende en seis o siete idiomas y los escucha con el corazón: José Pablo Baraybar, a quien agradezco, porque, aún sin conocerme, me brindó una oportunidad invaluable que me sirvió no solo para aprender sino para crecer.
Durante mi estancia en Kosovo, en el año 2007, contacté varias universidades con la búsqueda de un objetivo, quería embarcarme en la aventura de realizar estudios de doctorado. Fue así como conocí al profesor Miguel Botella, otro antropólogo de vasto conocimiento, a quien debo agradecer por el apoyo brindado para lograr conquistar esa meta.
Quiero agradecer a los familiares de las víctimas de Timor Oriental, donde entre el 2010 y el 2013 participé como antropólogo forense en la investigación de crímenes de lesa humanidad; les agradezco pues, aun con el agobio que les causa, su dolor se convirtió en la fuente de inspiración de este trabajo.
Continuando con la búsqueda de mi lugar en el mundo, llegué a la Universidad de Chile a finales del 2013, donde conocí al profesor Eugenio Aspillaga. No solo se ganó mi respeto como antropólogo, sino que despertó mi curiosidad por un área que había sido esquiva a mis intereses: la paleopatología. Nunca vi a nadie cuya interpretación fuera tan convincente y estructurada; a él le expreso mi agradecimiento por su cálida acogida en Chile, y el respaldo que significó durante mi estadía en su país.
Finalmente, retorné a Colombia en el 2015 en donde ahora laboro como docente en la Universidad del Magdalena; un pequeño rincón del paraíso, desde el que agradezco la