Medios de comunicación y derecho a la información en Jalisco, 2017. Graciela Bernal Loaiza

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un caso: desde Proceso Jalisco se gestionó la inserción publicitaria de la cooperativa llantera Tradoc, ubicada en el municipio El Salto, producto de una larga y férrea lucha sindical. Sin embargo, el anuncio fue retirado luego de las trabas que halló en las oficinas de Proceso nacional. Exintegrantes de Proceso Jalisco anotan que la relación del suplemento con la UdeG fue tensa, ríspida. Refieren que un reportaje y comentarios críticos de Cobián Rosales hacia la anual Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara desencadenaron quejas, presiones y amagos que llegaron hasta la Ciudad de México, con repercusiones a la postre.

      En ese sentido, Covarrubias confirma que la dirigencia de la Universidad de Guadalajara “tampoco veía con agrado al coordinador de Proceso Jalisco, ni a sus textos, ni a su persona, y eso lo dejó muy en claro en un foro organizado por la casa de estudios, la ONU y la UNESCO, para celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa en el 2012”. Agrega que la casa de estudios incluyó como ponente a Felipe Cobián en un panel denominado “Ética, libertad de expresión y periodismo de calidad”, que se celebraría en el Paraninfo Enrique Díaz de León, “pero según recuerdo, nunca le llegó la invitación oficial”. Relata el exreportero del suplemento que el conferenciante magistral de ese panel, el periodista colombiano Darío Restrepo, “acudió a la redacción de Proceso Jalisco y conversó ampliamente con Cobián de distintos temas. Eso pareció convencerlo de asistir al evento”.

      Un malestar constante de los periodistas que pasaron por Proceso Jalisco fue que sus piezas eran enviadas a la Ciudad de México para su edición. Los textos retornaban con modificaciones, añadidos, cortes, que en varias ocasiones no coincidían o deformaban editorialmente los originales. Se acomodaban en función de criterios de editores que desconocían el contexto de lo que sucedía en Jalisco, mientras los reporteros del suplemento daban la cara con funcionarios irritados por los materiales publicados, que eran distintos a los que redactaban sus autores originales. Estudiantes de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) padecieron lo anterior. En 2015 entregaron a Proceso Jalisco un reportaje construido en su asignatura Periodismo de Investigación, en el que denunciaban irregularidades en las gasolineras del Área Metropolitana de Guadalajara. El texto que se publicó difería sustancialmente del entregado y se modificó en la Ciudad de México para cuestionar al alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, del Partido Movimiento Ciudadano.

      Uno de los señalamientos al suplemento es que parte de sus trabajos criticaban a distintos personajes, instituciones o agrupaciones, sin que en esa misma pieza apareciera la versión del o los señalados. No se les daba derecho de réplica. O bien, a veces hasta un siguiente número se les daba voz o, en ocasiones, aparecía la carta dirigida al semanario con reclamos. El argumento de la vieja escuela periodística que se repetía dentro es que si la investigación estaba bien fundamentada, no había por qué escuchar al interpelado o acusados. Sin embargo, es importante destacar que en Proceso Jalisco se publicaron trabajos de gran valía y que participaron periodistas prestigiados y experimentados, como Esperanza Romero Díaz, quien era colaboradora externa y sustentaba con rigor sus investigaciones, además de las críticas incisivas, irónicas, documentadas, de los diversos articulistas invitados, entre ellos Juan M. Negrete y Juan José Doñán.

      EL ADIÓS DE PROCESO JALISCO

      En el aniversario 11 del suplemento, en diciembre de 2015, se organizó una cena para festejarlo. Esa ocasión acompañó al equipo el director de Proceso nacional. Uno de los reporteros cuestionó durante el convivio a Rafael Rodríguez Castañeda sobre la abrupta salida de Cobián Rosales y “la oficiosa cobertura que Proceso hizo de la FIL”, a la que le faltaba un día para clausurarla. Sin embargo, lo que realmente molestó al director del semanario es que el periodista manifestara abiertamente que la salida de Felipe representaba “el principio del fin” de Proceso Jalisco. Relata Covarrubias que en lugar de admitir que a partir de ese instante el suplemento vivía sus últimos días, “Don Rafael mostró un rostro equiparable al de aquellos políticos que detestan la crítica y los cuestionamientos. Vociferó y rebanó el aire de un manotazo, sin responder apropiadamente. Cuando terminó su reprimenda hubo un silencio sepulcral en la mesa y nadie volvió a inquirir al de México”.

      La confirmación oficial de la muerte de Proceso Jalisco vino más de año y medio después, de la pluma y firma del propio Rafael Rodríguez Castañeda. En la edición 2127 del semanario y 665 del suplemento señala que la crisis económica, la baja en el poder adquisitivo y la vorágine de los medios digitales habían puesto en riesgo la supervivencia de los medios impresos en el mundo. Muchos de ellos se han visto obligados a reducir sus plantillas y despedir personal; otros han optado por abandonar el papel y reconvertirse en versión digital; unos más, por desgracia, se han visto obligados a cerrar, añade.

      Indica en el texto dirigido a los lectores que la empresa editora del semanario Proceso “no es ajena a esta situación”. Hemos tenido que tomar medidas y realizar ajustes que permitan la continuidad de nuestro medio, explica. “Hoy nos vemos en la dolorosa obligación de comunicarles que una de estas medidas, lamentable pero inevitable, es dejar de publicar el suplemento Proceso Jalisco, que cada semana forma parte adicional de la revista en los ejemplares que son distribuidos en el estado y su zona de influencia”. Anuncia Rodríguez Castañeda que en la edición 2128 del semanario nacional, con fecha 13 de agosto, aparecería por última vez Proceso Jalisco. “Terminará una historia de casi 13 años —habrán sido 666 suplementos—, en que reporteros, fotógrafos, cartonistas, colaboradores y analistas cumplieron puntualmente con la misión periodística que distingue a Proceso desde su fundación: informar con puntualidad, investigar con rigor, denunciar con valentía, no hacer concesiones y ser referente, en este caso, de la vida pública del estado. En suma, ejercer a plenitud la libertad de expresión”. Enseguida, en el epitafio de Proceso Jalisco, anuncia que se mantendrá una corresponsalía en Guadalajara y que la información que se genere se publicará en la edición nacional y en la página web. Con la posibilidad, dice, “de que Proceso Jalisco reaparezca en una versión digital”. La lápida estaba colocada.

      DICEN ADIÓS OTROS IMPRESOS

      El impreso Más por Más Guadalajara empezó a distribuirse gratuitamente en el Área Metropolitana de Guadalajara el lunes 23 de junio de 2014, refiere el libro Medios de Comunicación y Derecho a la Información en Jalisco, 2014, publicado por Q Análisis Crítico de Medios del ITESO. La nota principal de portada del primer número se tituló “Lo que te cuestan los enredos de los gobiernos”. Se publicaba de lunes a viernes. Se distribuía en algunos cruceros, gimnasios, cafés y otros negocios. Constaba de 24 páginas, con un diseño novedoso y contenidos en el que destacaban notas ligeras con piezas periodísticas a profundidad a cargo de reporteros y análisis por parte de columnistas. En Guadalajara el proyecto lo arrancó el periodista Luis Enrique López. El último número, 661, fue publicado el miércoles 15 de febrero de 2017. Los periodistas Vanesa Robles y Zul de la Cueva aparecen en el ático de la portada como columnistas. Más por más Guadalajara titula como pieza central de su última portada “El último que apague la luz”, que juega con doble intención: por un lado, alude en su sumario a que “el cambio en la tecnología led no ha representado un ahorro para el ayuntamiento. Además de prenderlas durante el día, las lámparas iluminan sin alumbrar”; por el otro, el título insinúa la despedida del impreso. Con el cierre del periódico, la empresa propietaria Más información más beneficios SA de CV continuó con Más por Más en la Ciudad de México y la revista Chilango, que adquirió en 2016. Periodistas que trabajaron en el impreso se reagruparon en el medio digital Okupo Más (okupo.mx). Su primer trabajo publicado el 7 de marzo de 2017 fue de Julio González, titulado “En las grandes ligas de la violencia”. Al día siguiente subieron la entrevista póstuma al periodista Sergio González Rodríguez, la que aparece con el encabezado “La maldición de ver el porvenir que nadie quiere”.

      Okupo Más se define como “un espacio colaborativo de expresión, crítica, análisis, difusión de contenidos y humor monocromático, emitiendo desde la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco”. Julio González indica que el medio

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