llegaron ellos dos… mi hermano y mi hermana, y se armó el dream team de tres. Desde ese día, se pararon en mi vida y dibujan. Dos mujeres y un hombre con todas las garras y la inteligencia que se puede tener. Los llamé con el último dedo que podía mover, y ni bien llegaron ya estaba todo organizado: ella llevaba, junto a Flavia, a mis nenas al campamento, y él me llevaba al hospital. Pero, ¿cómo subirme al auto sin amargarlas? Y ahí es donde, por mis súplicas, entró Él: el Padre que acompaña, que dirige y protege, que exalta todas nuestras entregas. Le dije: “Dios mío levantame” …y con gran fuerza logré llegar al auto, tirando chistes y besos sobre ellas.
Me fui… 11 meses me fui…
Hospital inhóspito
Y llegamos al primer hospital, el cual se torna de mediocre a bueno, según la clase de obra social que tengas. Ahí, donde me clavaron un relajante y mediante el ligero diagnóstico de: “está muy cansado…que descanse, es psicológico”, querían que me volviera a casa.
Antes de ese burdo análisis de la situación, pedí ir al baño y cuando quise pasar a la silla de ruedas caí al piso desplomado.
En ese momento, donde el titubeo de los médicos provocaba en mí el máximo desconcierto, el Dios de mi fe, volvió a poner a jugar al dream team, y rotundamente se negaron a las intenciones de aquellos, logrando que me quedara internado. Y es ahí cuando el dream team deja de ser de 3 para ser de 5, porque llegaron ellos, los que curten tiempo y experiencias, los sacrificados por mi vida y la de mis hermanos desde que nacimos, mis viejos … los vi coincidir en todas sus acciones, unidos en el mismo sentimiento: ver a unos de sus hijos paralítico.
Mi viejita se paró a mi izquierda, mi viejito a mi derecha, como pude me les pegue a sus cuerpos y me desarme en lágrimas, esto me llevo a la infancia, a aquel gordito tímido, al que le costaba entrar al jardín. Sus abrazos…el refugio más oportuno. Sus palabras, las más precisas.
17 de diciembre: sin saber qué me está pasando, empiezo a perder todo tipo de privilegios, como el poder rascarme la cara cuando me pica, poder comer por mí mismo, luego, simplemente, poder comer, poder moverme para acomodarme…etc. Como nunca antes, mis manos se situaban a años luz entre ellas, y con respecto a cada punto del cuerpo.
Segundo hospital
DIAGNOSTICO: Guillain Barré, grado 7 (el más severo). Según Wikipedia, el síndrome de Guillain Barré es una enfermedad neurológica que incluye un conjunto de trastornos autoinmunes caracterizados por una parálisis simétrica rápidamente progresiva de las extremidades con disminución marcada o ausencia de reflejos debido a que el sistema inmunitario del cuerpo ataca al sistema nervioso periférico.
Al cabo de una mañana, quede totalmente cuadripléjico, lo único que podía mover era la cabeza, y apenas.
18 de diciembre: primer día de terapia intensiva, lugar que habité durante 60 días. Me someten a un coma inducido e inician tratamiento de gammaglobulina por 5 días, pero de manera extraordinaria y desconcertante, no surte ningún tipo de efecto, por lo que se extendió 5 días más. Estado neurocognitivo: el mejor y el más incómodo para alguien que corporalmente pierde toda libertad: lúcido.
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