¡Arriba corazones!. Julio César Magaña Ortiz
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Quise no haber escuchado lo que dijo. Quise creer que no había entendido y que «meta no sé qué» era cualquier otra cosa diferente a las «meta sí sé qué» que imaginaba. Los «no puede ser» pasaron por mi mente vertiginosamente.
—Yo hablo con él y le pregunto. No te preocupes.
Apenas colgué ya estaba enviando mensajes.
—Hola. ¿Cómo la ves?
—Pues tu mamá se hizo el ultrasonido. Tiene unas tumoraciones en el hígado.
—Eso no suena bien…
—Y otra detrás del páncreas. Le mandé hacer una tomografía, ya que estas tumoraciones parecen metástasis de algún otro tumor. Mientras, mantén la calma hasta tener un diagnóstico adecuado. Realmente no suena muy bien pero hay que esperar.
—De acuerdo… Gracias por estar siempre con nosotros.
Metástasis. Hígado. Páncreas. Tomografía. ¿Cómo explicas eso a alguien que te dio la vida? ¿Cómo explicas todo eso si ni siquiera lo alcanzas a entender? ¿Cómo pegas el ojo esa noche sin tener a quien contárselo?, ¿Cómo concilias el sueño si las pesadillas comienzan?
—Mi amor, ya no me dijiste si le entendí bien a Gilberto.
¿Qué le digo? ¿Le miento? ¿Me miento?
—¿Cuándo te haces el estudio?
—Pues mañana el de creatinina.
—¿Y la tomografía…?
—El sábado.
—Está bien. Lo importante es que hagamos los estudios para entender bien qué está pasando. No te preocupes de más.
«No te preocupes de más». No. Creo que pronto estaremos preocupados todos.
Sábado 14 de marzo
—Ya estoy con tu hermano en el laboratorio. ¿A qué hora llegas?
—Aterrizo a las 9:00. ¿Los alcanzo?
—Nos vemos en la casa. Que tengas buen viaje.
Ese día fue cuando noté que mi madre había bajado de peso considerablemente. La vi más delgada, un tanto cansada, pero fuerte como siempre. Seguía trabajando, manejando y haciendo su vida como siempre. Todo me parecía igual que siempre. Pero no me daba cuenta de que las cosas estaban cambiando radicalmente.
—¿Qué vas a cenar?
—No se me antoja nada, hijo, no tengo ganas de comer nada.
—¿Una sopa? ¿Atole? ¿Te traigo un pan?
—El atole puede ser… Si quieres ve por pan.
—¿Quieres ir mañana al parque a caminar?
—¿A qué hora nos vamos?
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