Operaciones básicas y procesos automáticos de fabricación mecánica. FMEE0108. Francisco Javier Luque Romera
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Eliminación de lo innecesario y clasificación de lo útil
Esta fase hay que comenzarla haciendo una estimación objetiva de todos los elementos que son necesarios para las operaciones de producción o mecanizado a realizar. Como consecuencia de esta estimación, se retirarán del entorno de trabajo todos los elementos innecesarios y se eliminarán los que proceda.
Por lo tanto, en primer lugar habrá que realizar una selección y discriminación de los elementos en función de su utilidad para realizar los trabajos que se suelan realizar, eliminando todos los elementos o instrumentos innecesarios.
Una vez realizada esta primera criba, habrá que clasificar lo útil según su grado de necesidad o utilidad. Para realizar dicha clasificación se tendrán en cuenta dos factores:
1 La frecuencia con la se suele necesitar este elemento
2 La cantidad de estos elementos que son necesarios, en caso de que, por ejemplo, existan varias herramientas del mismo tipo o iguales.
Acondicionamiento de los medios para guardar y localizar el material
Ahora habrá que ordenar todo lo útil en función de la clasificación realizada, decidiendo la localización más apropiada para cada útil, estableciendo el lugar para cada elemento e identificando dicha localización, de forma que todos los trabajadores que puedan necesitarlo conozcan su lugar de ubicación para así poder encontrarlo fácilmente y devolverlo al lugar correcto una vez terminada la tarea.
El lugar destinado a cada objeto se decidirá teniendo en cuenta su funcionalidad, la facilidad y rapidez de localización y de devolución a su ubicación correcta.
Nota
Habrá que tener en cuenta la frecuencia con la que se utiliza cada útil de trabajo y el orden en el que se suelen utilizar para evitar que el operario tenga que estar continuamente moviéndose de un lado a otro, realizando movimientos forzados e innecesarios. Por tanto, es útil que se almacenen juntos los elementos que se suelen usar juntos o que se almacenen las herramientas por su función, es decir, depositar juntas todas las herramientas con funciones similares o que sirvan para el mismo tipo de trabajo.
Creación y consolidación de los hábitos de trabajo
Habrá que romper con los malos hábitos de trabajo adquiridos anteriormente y sustituirlos por nuevos hábitos que garanticen el control y la eliminación de las causas que generan la acumulación de elementos innecesarios, el desorden y la desorganización del entorno de trabajo. Con los hábitos de trabajo se persigue mantener los lugares de trabajo ordenados para conseguir un mejor aprovechamiento del espacio, eficacia y seguridad en el trabajo y un entorno de trabajo cómodo y agradable.
El mantenimiento del orden en el entorno de trabajo es responsabilidad de todos y cada uno de los trabajadores. Adicionalmente, el mando directo de cada área, departamento o unidad funcional es el responsable de transmitir a sus subordinados las normas a respetar y seguir en cuanto a orden del área de trabajo.
En general, para hacer que la organización y el orden sean un hábito e implantar una disciplina de trabajo es necesario:
1 El apoyo de la dirección, que ha de estar involucrada y comprometida con el asunto.
2 La asignación de las tareas a realizar por cada trabajador y de un responsable de dichas actividades.
3 La integración de las tareas de organización y orden en las actividades regulares de trabajo, puesto que se trata de tareas que requieren una constancia.
4 Responsabilizar a una persona de la vigilancia o supervisión del cumplimiento de los procedimientos establecidos.
3.2. Organización de útiles, herramientas y equipos de trabajo
La correcta y adecuada organización de los útiles, herramientas y equipos de trabajo, permitiendo su fácil ubicación, elimina la tentación de utilizar la herramienta que se tiene a mano para cualquier trabajo, lo cual implicaría utilizar las herramientas para un fin distinto al que han sido diseñadas, con el riesgo que ello conlleva.
Nota
En general, todos los métodos de almacenamiento que se utilicen han de ser apropiados, estables y seguros para evitar su deslizamiento y caída.
En cualquier taller habrá útiles y herramientas que serán de uso común, pudiéndolos utilizar cualquiera de los operarios en función de las necesidades de cada trabajo a desempeñar.
Sin embargo, es bueno que cada operador tenga determinadas herramientas propias. Se trata de las herramientas que se utilicen con más frecuencia. De este modo, el operario no tendrá que parar su trabajo para esperar a que un compañero termine de utilizar la herramienta básica que necesita.
Es útil el uso de cinturones para portar estas herramientas propias y frecuentemente utilizadas. De este modo, el operario las tendrá siempre a mano y cerca, además de ordenadas.
Importante
No hay que dejar nunca materiales, piezas, herramientas o cualquier otro útil o elemento alrededor de las máquinas herramientas. Siempre hay que colocarlos en un lugar seguro donde no entorpezcan el paso.
Aplicación práctica
¿Qué opción cree que sería la más eficaz para ordenar y organizar pequeñas herramientas de uso muy común propias de cada operario?
SOLUCIÓN
La opción más eficaz podría ser un cinturón portaherramientas, puesto que al ser herramientas pequeñas, no pesarán mucho y podrá llevarlas encima el operario en todo momento. Así, además, las encontrará siempre cerca y si son propias, evitará cambiarlas accidentalmente con las de sus compañeros, perderlas o que un compañero las ubique en otro lugar.
Existen diferentes modelos de cinturones portaherramientas, pero todos ellos son igualmente válidos.
Diferentes modelos de cinturón portaherramientas
Otra recomendación podría ser la utilización de cajas de herramientas. En determinados momentos puede ser una opción útil, por ejemplo en trabajos donde se necesiten muchas herramientas y haya que desplazarse, es decir, en trabajos fuera del taller o trabajos a realizar en un lugar del taller distinto del habitual.