Entrenamiento de la velocidad en el deporte (bicolor). Paul Collins
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Capítulo 1
Introducción
Introducción
En muchos deportes, la velocidad es un factor importante para lograr el éxito. La velocidad en sí misma hace referencia a la rapidez del movimiento de una extremidad, como las piernas de un esprínter o los brazos de un boxeador.
Este libro se centra en la velocidad de carrera por tierra en múltiples direcciones: adelante, de lado, en diagonal, con ángulo, con virajes y atrás. También hace referencia a la rapidez del primer paso, la aceleración y la velocidad de reacción con el objetivo de mantenerle por delante de sus rivales en la competición.
Las bases para desarrollar la velocidad provienen de los preceptos básicos del movimiento, y es necesario aplicar varios principios de entrenamiento y practicarlos regularmente de forma continuada. Esta concepción forma parte del método de entrenamiento Collins Training Method™ (CTM) y del revolucionario modelo de seis fases de entrenamiento de velocidad para el deporte Fastfeet®.
A medida que se van mejorando el nivel de condición física y la técnica de carrera, también lo hace la eficiencia biomecánica, incluida la sinergia entre los grupos musculares, las fibras musculares y el sistema nervioso central (SNC), lo cual permite una mayor producción de potencia y una recuperación más rápida tras esfuerzos intensos. Por lo tanto, igual que usted practica las habilidades necesarias para su deporte, también debe practicar aquellas relacionadas con la velocidad, la agilidad, la reacción y la rapidez. El objetivo de este programa es darle acceso a estas rutinas para mejorar su velocidad para el deporte.
Establecer unos fundamentos sólidos
La capacidad de moverse rápidamente adelante, de lado, en diferentes ángulos y atrás puede relacionarse con la rapidez con la que se puede acelerar y desacelerar mientras se estabiliza el centro corporal y se mantiene una buena coordinación muscular y conciencia corporal y un buen equilibro. Para que esto suceda, como punto de partida se requieren unos fundamentos sólidos de fuerza central y de condición física general. Esto significa que las estructuras de apoyo adecuadas se ponen a punto para poder avanzar a partir de ellas. En muchos casos, es posible que los atletas ya hayan establecido estos fundamentos sólidos, y para poder continuar mejorando su velocidad es necesario que se centren en potenciar sus puntos débiles mediante tests y evaluaciones.
Variaciones de velocidad
En los deportes de equipo es raro que un atleta corra en línea recta o llegue a la velocidad máxima: compare un corredor de 100 metros con un jugador profesional de fútbol, rugby o tenis y verá las diferencias debidas a las exigencias multidireccionales de cada deporte. Por esta razón, cuando se habla de velocidad de carrera se deben hacer dos consideraciones iniciales.
En primer lugar, la velocidad en línea recta, como en los 100 metros lisos, requiere un centro de gravedad alto, una frecuencia de zancadas elevada y una amplitud de zancada óptima para moverse rápidamente hacia delante. En segundo lugar, la velocidad multidireccional –cambio de dirección, juego de pies, agilidad, aceleración, desaceleración, regateo y patrones de movimiento similares– generalmente demanda un centro de gravedad del cuerpo más bajo. Teniendo en cuenta esto, si se combinan una variedad de rutinas de velocidad en múltiples planos utilizando equipamiento de entrenamiento, se permitirá que el cuerpo desarrolle el equilibrio y la coordinación fundamentales para ayudar a mejorar la velocidad específica para el deporte.
En cuanto a las necesidades de su deporte, si se centra exclusivamente en la carrera de 100 metros lisos, los objetivos de entrenamiento variarán hasta cierto punto de los de un atleta de equipo, que necesita desarrollar una velocidad en línea recta y multidireccional y muchas otras variables, como se ha indicado.
Desarrollar velocidad
Desarrollar velocidad implica mejorar la eficiencia y poner en marcha las vías unitarias motoras correctas, que, a su vez, potencian el desarrollo de la fuerza en el músculo. Este complejo reclutamiento y puesta en marcha sincronizada de los músculos implica un proceso de aprendizaje motor que debe practicarse a elevadas velocidades para implantar los patrones motores correctos. Dentro de cualquier músculo existen cientos de unidades motoras disponibles para activar la contracción muscular, según el tipo de trabajo requerido y la intensidad y duración del mismo. Si las unidades motoras están activadas, entonces se produce más fuerza y, por consiguiente, se puede producir más velocidad. Establecer unos fundamentos sólidos mediante intervalos de entrenamiento regulares, en combinación con unas buenas prácticas de gestión corporal, mejorará la conexión dentro de estas unidades motoras y aumentará la producción de fuerza.
En distintos momentos durante la evolución del propio entrenamiento para desarrollar velocidad, puede parecer que alguna información contradiga informaciones previas, y viceversa. Esto ocurre porque lo que va bien para un atleta puede que no vaya bien para otro. Es posible que las rutinas sean distintas, que los requisitos de fuerza central sean distintos, que los períodos de recuperación sean distintos, etcétera. Por esta razón, como parte del método de entrenamiento The Collins Training Method™ (CTM), pronto le presentaré el modelo de entrenamiento Fastfeet®, que desempeña un importante papel en el desarrollo global de la velocidad para individuos y equipos deportivos.
Fuerza central
La fuerza central es determinante para mejorar la velocidad deportiva y el rendimiento atlético. La musculatura del centro del cuerpo es la base a partir de la cual se produce todo el movimiento. Los músculos de la región central abdominal ayudan a estabilizar la columna y proporcionan unos fundamentos sólidos para el movimiento rápido de las extremidades. La cintura escapular y los brazos aportan la fuerza y el apoyo para los movimientos más potentes de las extremidades superiores, mientras que los músculos de la cadera, la rodilla y el tobillo optimizan el movimiento de la parte inferior del cuerpo.
Mejorar la fuerza central le permitirá conseguir una mejor sinergia muscular y eficiencia del movimiento entre las extremidades superiores e inferiores. Cuanto más trabaje el sistema neuromuscular como una unidad, más beneficio conseguirá con el entrenamiento de velocidad, ya que su cuerpo se volverá más eficiente. La capacidad de cada uno de aguantar y mantener un centro corporal fuerte, sin movimiento, durante el entrenamiento o la competición mejora los resultados de velocidad.
Básicamente, todos los atletas necesitarán embarcarse en un programa semanal de entrenamiento de fuerza central para proporcionar el apoyo fundamental básico desde el cual se produce todo el movimiento dinámico. Esto incluye ejercicios para los siguientes grupos musculares utilizando el propio peso corporal y el equipamiento de entrenamiento apropiado:
Nota: Todos los ejercicios de fuerza central pueden emplearse como tests en sí mismos sobre los cuales mejorar, tanto la técnica como la fuerza. Puede encontrar ejercicios adicionales en los libros de The Body Coach®: Core-Strenght (Fuerza central) y Awesome Abs (Abdominales impresionantes).
Región | Grupo muscular | Ejercicios y equipamiento |
Extremidades inferiores | Articulación del tobillo– pies, tobillos y pantorrillasArticulación de la rodilla– muslos e isquiotibiales |
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