a formarse como aprendiz con tan solo 10 años de edad, pues empezó a colaborar primero con su padre y luego con su hermano mayor, James, quien publicó el primer periódico independiente de Boston, el New England Courant.
Fue así que Benjamin, con tan solo 15 años, llegó a dominar el arte de impresor en el Courant. Silence Dogood, la ficticia viuda de un ministro, fue el personaje que Franklin ideó para expresar sus fuertes opiniones sociales, pues ya desde entonces era un joven que no estaba conforme con cómo eran las cosas.
En el Courant, Franklin, resguardado con el nombre de la viuda Silence, presentó catorce artículos, los cuales fueron bien recibidos por el público; esto ayudó a perfilar la que sería la profesión de toda su vida: la publicación de sus escritos. Ya sus primeros textos estaban marcados por un agudo ingenio, gran perspicacia y una visión de la vida y la sociedad que eventualmente lo convertiría en un padre fundador de su patria.
James, su hermano mayor, lo molestó y golpeó durante todo el proceso de aprendizaje de Benjamin en la imprenta. A pesar de su reprobable actitud hacia su hermano menor, James debe ser reconocido hoy en día como un hombre valiente, pues fue una de las primeras personas a cargo de una imprenta en enfrentar una pena de prisión por difamación, que, en otras palabras, quiere decir que se atrevía a publicar ideas que las autoridades de su tiempo desaprobaban.
Después de un tiempo, Franklin se cansó de trabajar junto a su abusivo hermano. Además, también estaba frustrado por su posición subordinada como aprendiz, pues ya había quedado demostrado, cuando James había tenido que irse de viaje a Inglaterra, que él podía manejar el periódico por su cuenta sin ninguna ayuda. Se podría pensar que en aquel entonces Franklin era solo un niño, pero ya demostraba un nivel de independencia inusual.
Capitulo 02: Como era el caracter de Benjamin Franklin desde su juventud
Es incuestionable que, siendo considerado un estadista, escritor, hombre de negocios, científico e impresor, Franklin logró una carrera extraordinaria que abarcó una multitud de asuntos importantes. Es casi inevitable preguntarse entonces, en sus primeros años, cómo era una figura que llegó a ser tan influyente. En cuanto a su carácter, Franklin era amigable, sociable e ingenioso por naturaleza, por lo que atraía a los demás de manera natural, sin importar en qué lugar se encontrara.
Hay varios relatos que definen el modo de ser travieso del joven Benjamin. Por ejemplo, a pesar de haber crecido en un hogar religioso, ninguna anécdota lo retrata como un chico que fuera particularmente devoto. Según se sabe, Franklin pensaba que la oración de agradecimiento que recitaba su padre durante cada comida era repetitiva. Entonces, en una ocasión, después de salar la carne de toda una temporada y ponerla en un barril para su conservación, Franklin le preguntó a su padre si podía dar las gracias a Dios de una vez por todo el barril, ya que así se ahorrarían el tiempo de hacerlo antes de cada comida.
Franklin también comenzó a una edad temprana a experimentar con distintos dispositivos que lo ayudaran a moverse más rápido en el agua, pues le encantaba nadar y estaba consciente de que sus dedos de manos y pies le impedían aumentar su velocidad. Eventualmente se le ocurrió crear unas paletas para sus manos y pies, de forma que pudiera emular unas aletas. Con anécdotas de esta índole queda demostrado que Franklin ya tenía marcados signos de individualidad e inventiva cuando era niño.
Franklin anhelaba convertirse en marinero cuando era niño, pero su padre lo presionaba por elegir una ocupación mejor y más próspera; de preferencia, su padre quería que Franklin se ocupara de la empresa familiar de velas y jabón. Sin embargo, Franklin se rebeló y con firmeza se negó a involucrarse en el negocio de la familia, amenazando con que huiría lejos si lo obligaban. Fue entonces que, viendo el disfrute que Franklin tenía por la lectura, su padre se lo encomendó a James, su hermano mayor, para ver si le gustaba trabajar en la imprenta.
En general, el carácter de Benjamin Franklin en su juventud estuvo marcado sobre todo por un gran amor por estudiar; era un verdadero entusiasta de la superación personal y nunca en su vida dejó de estar comprometido a mejorar continuamente. Al final, esta aptitud natural de su carácter produjo una variedad de reformas cívicas y sociales para todo el país, no solo para su vida personal.
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