Donde Se Oculta El Peligro. Desiree Holt
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Taylor levantó una ceja. "¿Cómo de grandes?"
"Aparentemente se consideraba a sí misma la heredera de Josiah. Sé que asumió que la junta directiva la votaría automáticamente para el puesto de directora general. Lleva un mes ejerciendo una activa labor de presión. Tú serás una pequeña sorpresa para ella."
Ella frunció el ceño. "No lo entiendo."
"El testamento de Josiah te da el sesenta porciento de Arroyo. Tengo delegaciones de la mayoría de la junta que te nombran directora general temporal".
Taylor se quedó boquiabierta. "¿Qué? Me estás vacilando, ¿verdad?
Noah negó con la cabeza. "No de momento. Le debo a Josiah mantener unido lo que construyó y averiguar lo que está mal. Parece que tú tendrás que ser el pegamento."
Ella dio un buen trago de su vino. "¿Qué crees que sé sobre la gestión de un conglomerado como Arroyo? ¿En qué pensaba Josiah?"
Noah cogió la carpeta que había estado mirando, la abrió y sacó dos hojas de papel.
"Yo diría que un grado en empresariales de la Universidad de Tama y un MBA de la Universidad del Sur de Florida no es un mal comienzo. Te graduaste como la mejor de la clase ambas veces." Le dió la vuelta a la hoja de papel. "Las excelentes recomendaciones de tus profesores te consiguieron un puesto de asesor de inversiones en Clemens Jacobs Financial Services y fuiste la mejor productora. La persona más joven de la historia en ser admitida como socio por la vía rápida." Alzó la vista. "Probablemente sepas más de lo que las personas con las que te vas a reunir esperan de ti."
Ella estaba teniendo problemas para comprender su gran conocimiento sobre ella. "En cualquier caso, ¿cómo has obtenido esa información?"
"La mayoría del material son archivos públicos. Y el dinero puede comprar lo que séa si gastas lo suficiente."
Taylor se quitó el pelo de la cara. "No sabía yo eso." No pudo evitar que la amargura de su voz. Abrió la carpeta de nuevo, estudiando cada hoja de papel. "Este test de ADN. Asumo que usaste algo de mi habitación del hotel. ¿De eso se trataba todo esto?"
Le agarró la muñeca antes de que ella le viera extender la mano.
"No fui yo el que estaba tan caliente que me desgarré la ropa," señaló él con voz tensa. "Pero eso no es importante. Lo que es importante es que yo no huí de eso, que me condenen por idiota. Y no, podría haber tenido lo que necesitaba de muchas maneras. Y no necesitaba llevarte a la cama para hacerlo."
Su rostro se calentó y apartó el brazo. El repentino movimiento hizo caer la copa de vino y se derramó sobre ambos. Taylor se sacudió y agarró su servilleta, secando ineficazmente su falda. Miró de reojo a Noah para ver cómo se limpiaba la chaqueta del traje con una mirada implacable.
"Lo siento." Tiró la servilleta sobre la mesa. "La estoy liando, como siempre. Ahora, bastante literal. ¿Por qué no me dices cómo hemos llegado a este punto y qué necesitas, en el menor número de frases posible?"
"Bien." Su voz era firme, pero cuando le miró a la cara vio el brillo de sus ojos. "En cuanto a lo que hay en la carpeta, Josiah me hizo comprobar todo lo relacionado contigo. Quería estar seguro de que no le daba la espalda a alguien que era realmente suyo. Cuando le llevé la carpeta, él se encerró en su madriguera y se emborrachó de forma apestosa".
"¿Se emborrachó?"
Noah asintió. "Tuve que hacer palanca en la puerta para abrirla a la mañana siguiente. Él estaba sentado en su escritorio sujetando una foto de tu madre. Nunca me dijo que había pasado ese día, pero me dio instrucciones."
"Instrucciones." Dejó caer la servilleta sobre la mancha de la falda.
"Sí. Estaba en medio de la investigación de lo que ocurría con Arroyo o te habría pedido que volvieras enseguida. Le llevé a San Antonio a un abogado al que ya había recurrido para actividades privadas y le redactaron el nuevo testamento. Para entonces ya había conseguido él mismo las delegaciones de la junta, con el voto asignado a mí para un nuevo director general".
Taylor frunció el ceño. "¿El equipo no pensó que era extraño?"
"Tal vez. No sé como lo hizo. Me dijo que este era su plan alternativo. Por si acaso. Sabía que planeaba ir a Tampa para verte cuando lo mataron."
"¿La policía ha avanzado algo en el caso?"
Noah hizo un sonido de disgusto. "La policía no puede encontrar su culo sin usar ambas manos. Si alguien va a encontrar respuestas sobre el asesinato de Josiah, ese tendré que ser yo. Todo lo que puedo decirte es que mi instinto me dice que tiene que ver con Arroyo, y eso ahora te involucra a ti."
Se apoyó en el respaldo de la cabina, tratando de darle algún sentido a todo aquello. "¿Y qué es lo que quieres que haga?"
"Vuelve a San Antonio conmigo. Múdate a Rancho Arroyo, la casa de Josiah. Toma las riendas de la empresa. Ayúdame a averiguar qué está pasando y quién está detrás. Puedo ponerte al corriente de los actores clave y ayudarte en lo que necesites. Estaré contigo en cada paso de este camino."
"Apostaría por ello." Ella soltó una breve risa. "¿Por qué te eligió Josiah para esto? ¿Qué es lo que ganas con todo esto, señor Cantrell? Perdóname, pero no te veo especialmente altruista."
Su mandíbula se tensó y tardó en contestarle. "Tengo una gran deuda con él. Una que nunca seré capaz de pagar. Haría lo que fuera por él. Y él confió en mí. Esto es por él."
"¿Y exactamente qué—"
Él sujetó su mano. "No. Los detalles no entran en discusión."
"Bueno." Bebió un sorbo de agua, tratando de encontrarle sentido a las cosas. "No quieres mucho, ¿verdad? ¿Y cuándo se supone que tengo que hacer esto?"
"Esta noche. Te daré los detalles y un resumen del reparto de personajes en el avión".
Taylor pensó que se desmayaría. ¿Esta noche? "Eso es imposible."
Noah volvió su mirada hacia ella. "Es necesario. ¿Qué podría retenerte? Sé que has renunciado a tu puesto de Clemens Jacobs. Y hoy era tu último día. No tienes compañeros cercanos a los que tengas que dar explicaciones. Ninguna...relación que te mantenga aquí."
Se levantó de golpe. "Has investigado mi vida amorosa? Eres la persona más arrogante del mundo."
Una de las comisuras de su boca se crispó. "Probablemente. Pero tenía que saber si tenías algún cabo suelto que necesitáramos atar. Tenía que tener una imagen completa de ti."
Apretó las manos alrededor de su vaso de agua. "Estoy segura de que te has reído mucho de lo patética que es esa imagen. Supongo que eso explica por qué me lancé sobre ti en la habitación del hotel."
"Te lo dije. Lo que pasó esa noche es cosa a parte." Frunció el ceño. "Una a la que definitivamente volveremos."
"¿Y qué hay de mi casa? ¿Otras cosas? No puedo simplemente coger un avión e irme."
"Sí, puedes. He traído gente conmigo para que se encargue de cerrar la casa y guardar el coche. Contrataremos un servicio de seguridad