Qué carajo es emprender. Laura Chamorro

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Qué carajo es emprender - Laura Chamorro Acción empresarial

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mes de mayo de 2021

      Ningún emprendedor ha sido víctima de flagelo para alcanzar la excelencia en la edición de este libro. Los emprendedores tenemos la costumbre de autoexigirnos por voluntad propia, para no perder la costumbre.

      Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723.

      Libro de edición argentina.

      No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

      Editorial y patrocinadores respetan íntegramente los textos de los autores, sin que ello suponga compartir lo expresado en ellos.

      Te escuchamos. Escríbenos con tus sugerencias, dudas, errores que veas o lo que quieras. Te contestaremos, seguro: [email protected]

      A mi hija Constanza, mi gran amor y fuente de inspiración eterna en este camino.

      A papá y mamá por enseñarme a no detenerme hasta lograrlo.

      A mis hermanos, incondicionales compañeros de ruta.

      A mis sobrinos, por recordarme que jugar y reír te sanan.

      A mi Benditoteam por la locura compartida.

      A mi abuelo, “El Nono”, por las carcajadas de la infancia que guardo en mi alma.

      A Facu, por nuestra hermosa familia, por abrazarme fuerte en los días más difíciles, por su paciencia de oro y por amarme así, inquieta.

      A todos los emprendedores que, como yo, tienen más ideas que tiempo.

      Prólogo

      Soy empresaria y me costó mucho aprender esta lección que hoy te traspaso. Aprender a decir que NO es darte el permiso para decir que SÍ a otras oportunidades que la vida personal y profesional te presentará.

      Cuando me escribió Laura, a pesar de mi deseo de querer ayudar a muchos, tenía que decirle que no para enfocarme en todas las responsabilidades que, como CEO, tengo en mi día a día. Pero entonces, ella hizo algo que pocos emprendedores hacen. Ella se atrevió a darme seguimiento y me dijo: “Aunque no puedas escribirlo, lee el capítulo 7”.

      Después de días con el documento abierto, me tomé los minutos para leer (una vez agradecí que tengo la habilidad de leer rápido, y te recomiendo que investigues sobre el tema porque como emprendedores tenemos mucho que leer). Al leerlo me di cuenta de que Laura no es una emprendedora más, es una emprendedora enfocada en resultados, que toma acción. Ella es del 10% de profesionales que no te dejará indiferente y en este libro verás que te habla desde su experiencia y no por tendencias.

      Y para concluir, tú, querido emprendedor, recuerda estas dos lecciones: decir que NO a otros es decirte que SÍ a ti, es dejar de poner las prioridades de otro por encima de las tuyas. Pero esto permítetelo cuando estés más consolidado. Cuando comenzamos, necesitamos aliarnos y decir que sí a muchas cosas. La segunda lección es que nunca dejes de persistir y visualizar lo que deseas. Laura consiguió que le buscara un hueco en un calendario completo. A emprendedores como ella el éxito siempre los abraza.

      Devora este libro y todos, visita a tus familiares y amigos y pide libros prestados. En cada libro hay contenidos que no encontrarás ni en vídeos ni cursos.

      Un abrazo.

      Vilma Núñez. Ph.D:

      Self-made CEO de Convierte Más

      Emprender o no emprender... esa es la cuestión

      La película The social network narra el camino de Mark Zuckerberg en el surgimiento de Facebook, allí, el actor Justin Timberlake personifica al mismísimo Sean Parker, cofundador de Napster y quien fuera parte de aquella primera etapa de Facebook Inc.

      En una escena inolvidable para mí, él conoce a una chica que le pregunta a qué se dedica. “Soy un emprendedor”, responde él. “Ah, estás desocupado”, contesta la chica, como si fuera una obviedad. El diálogo muestra perfectamente lo que pasaba hace poco más de diez años, antes del surgimiento de las redes sociales.

      Ser emprendedor no tenía buena prensa. Emprender era sinónimo de ser busca, vago, un rebelde sin causa o un desocupado.

      Con el surgimiento de emprendedores megajóvenes y millonarios como Mark Zuckerberg (Facebook), Steve Jobs (Apple) o Evan Spiegel (creador de Snapchat) ser emprendedor dejó de tener una connotación negativa.

      Hoy, cuando alguien se presenta diciendo “soy emprendedor” muchos asumen que es una persona creativa, valiente, resiliente, que trabaja muy duro, se arriesga y tiene el potencial para transformar su negocio en un éxito.

      Esta nueva percepción hace que emprender sea un estilo de vida que muchos quieren vivir. Algunos empiezan a ver que un conocido sube fotos a sus redes sociales trabajando con su pc desde alguna playa paradisíaca, con una leyenda que reza: “¡Mi oficina esta mañana!”, mira a su alrededor e, inevitablemente, empieza a odiar fuerte a su jefe, al trabajo en relación de dependencia, y comienza a preguntarse si no debería probar de qué se trata eso de EMPRENDER. Pero eso es solo un recorte de la realidad. Es lo que vemos como resultado del trabajo emprendedor. Es la foto. Con filtros y una selección de entre cientos de miles. Es solo una pieza del rompecabezas.

      Pero no te preocupes, yo también pasé por ese dilema donde me repetía como mantra… “Emprender o no emprender… esa es la cuestión”.

      Introducción

      Por qué y para qué es este libro

      Este libro surge porque desde que empecé a emprender sentí que la vida emprendedora vista desde las redes sociales estaba rodeada de “infantilismo”. Y eso me remontó a mi época de estudiante de Psicología en la Universidad de Buenos Aires, cuando vimos la teoría del pensamiento mágico en los niños, de Piaget. Me llamó poderosamente la atención cómo hoy, en la vida adulta, algunos conservan un poco de aquella etapa. Y por si acaso no tenés idea de qué teoría estoy hablando, te resumo: Piaget decía que el pensamiento mágico se caracteriza por seguir pautas de razonamiento que están centradas en lo concreto. Los niños, por ejemplo, tienen cierta dificultad para diferenciar la “apariencia” de la “esencia”. Para ellos una sábana blanca puesta sobre la cabeza de una persona que “parece” un fantasma, “es”, en efecto, un fantasma, porque como te decía, para ellos, tiene más valor la apariencia que la esencia.

      Cuando comencé a emprender sentí que había mucho “mundo mágico” lleno de frases motivadoras con colores pastel, brillantina, corazones y frases del estilo: “tú puedes”. Las redes sociales estaban colmadas de

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